Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































La ayuda frente a las dificultades de la vida

Ejemplo: el miedo a volverse loco

Hellingera un hombre: ¿De qué se trata?

Hombre: últimamente tengo cada vez más miedo de desvariar o volverme loco. A menudo entro en un estado muy especial que no tiene nada que ver con mi vida cotidiana. Las personas que me rodean ya me han dicho que en esos momentos no parezco yo.

Hellinger: sí, OK. O sea, que tienes una capacidad particular para entrar en esos estados especiales.

El hombre se ríe.

Hombre: Sí.

Los dos se miran riéndose.

Hellinger: sí, claro, se trata de una capacidad y proviene de una predisposición para ayudar. A veces, puede venir también de un don especial. Una vez conocí a una joven rusa que nos acompañó a visitar San Petersburgo. Hablaba un alemán maravilloso y le pregunté dónde lo había aprendido. Ella respondió: "Un día estaba en un bosque y tuve una visión. A partir de ese momento, comencé a hablar alemán". ¿Ves, hay "estados especiales"?

El hombre se ríe.

Hellinger: muy bien. ¿Qué tendría que hacer yo ahora? Bueno, pongámonos en un "estado especial".

Meditación

Cierra los ojos. Visualiza ahora la última situación en la que tuviste miedo de volverte loco. Y di: "Ayudadme, por favor". Y ahora vas, más allá de ese estado, a otro donde te espera la ayuda que has pedido – Y dejas que esta ayuda te rodee con sus brazos, te abandonas a ella – Luego, vuelves otra vez al estado en el que temías volverte loco. Miras alrededor de ti hasta que veas a alguien. Puede que no sea más que una sombra. Y le dices: "Haría todo por ti" – Después buscas una salida para salir de ese estado. Puede ser una puerta. O un camino. Y dices: "Durante algún tiempo voy a ir a otra parte para curarme. Pero volveré".

Después de cierto tiempo, el hombre abre los ojos y sonríe a Hellinger.

Hellinger: ¿Cómo vas?

Hombre: Mejor.

Hellinger: OK. Te deseo lo mejor.

Hombre: Gracias.