Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Las bases

Lo que en las familias lleva a la enfermedad

"No hay lugar para ti"

La historia:

Emma: "Tres años antes de que naciera, mis padres tuvieron un hijo completamente minusválido. Tenía diez malformaciones. Mi madre lo vio inmediatamente después del parto. Al día siguiente, los ojos del niño se licuaron. Después, pasó nueve meses en un hospital infantil.

Cuando hace cuatro años un médico me dijo que tenía un linfoma, le pregunté: "Qué es eso?, ¿es un cáncer?" Al contestarme que sí, lo primero que pensé fue: "No quiero que me entierren al lado de mi marido". Fue lo único que pensé.

Tres meses después – sin pelo ya en la cabeza – vino a visitarme mi madre. Pasó la noche en mi casa y se acostó a mi lado en el sofá. Entonces le conté lo que había pasado cuando me habían dicho que tenía cáncer: que había pensado que no quería de ninguna manera que me enterraran al lado de mi marido. Mi madre me preguntó: "¿Entonces, dónde quieres que te entierren?"

Lo que quiero decir es que no me daba ningún miedo el cáncer ni tampoco el hecho de morir. Lo que realmente me preocupaba era: "¿Dónde quiero que me entierren?" Aquí no tengo a nadie y no me vino nadie a la cabeza en ese momento.

Una amiga, cuya madre acababa de morir, tenía que prolongar el arrendamiento de la tumba pero no tenía suficiente dinero. Yo quería hablar con ella y decirle: "Por favor, acepta mi dinero para que cuando muera sepa dónde enterrarme". Se lo conté a mi madre cuando me preguntó dónde quería que me enterraran y le dije: "Quizá me gustaría que me enterraran en la tumba familiar, en nuestro pueblo, porque allí los campesinos van por la noche al cementerio con sus regaderas y entonces dirán: "Mira, la tumba de Emma. Vamos a regarla".

Yo creo que buscaba un poco de humanidad y ayer (el primer día del seminario) sentí que quizá no la había encontrado todavía. Esta hermana disminuida y muerta nunca ha contado en la familia y yo no puedo decir ahora que quiero morir sin alguien a mi lado. No puedo".

Hellinger:"Tú quieres que te entierren al lado de tu hermana muerta".

Emma: "Cuando le dije a mi madre que quería que me enterraran con mis padres, me dijo: "Pero no hay sitio para ti (para tu nombre) en la cruz". Hay una historia sobre eso: hace diez años, mi padre pidió a un herrero artesano una enorme…"

Hellinger:"Esto desvía la atención".

Emma: "Pero mi madre dijo que no había sitio para mí en la cruz".

Hellinger:"¿Quién no tiene sitio realmente para poner su nombre en la cruz?"

Emma: "Yo".

Hellinger:"No, no hay sitio para tu hermana".

El cáncer

Además de los orígenes médicos del cáncer, están los orígenes psíquicos y los directamente relacionados con la historia familiar. A veces, la persona aquejada de cáncer, representa a un miembro de la familia que ha sido excluido. A través de la enfermedad, de manera inconsciente, la persona afectada desea seguir a este excluido o quiere expiar la injusticia que ha sufrido esta persona excluida.

En el caso de Emma, un breve ejercicio reveló el origen de su cáncer y el vínculo profundo que unía a Emma y a su hermana muerta.

Hellinger: "¿Cómo se llamaba tu hermana muerta?"

Emma: "Irmingard."

Hellinger: "Dile"Querida Irmingard".

Emma: "Querida Irmingard".

Hellinger: "Ahora, mírala, solamente…"Tras un momento: "Dile"Yo vengo también".

Emma: "Yo vengo también".

Hellinger:después de un momento:"Lo dejo así".

Al día siguiente:

Emma: A los cinco años, tuve un grave accidente en la carretera. Estaba inconsciente y me madre me cogió en sus brazos. Al volver en mi, le pregunté:"Mamá, ¿debo morir?".Más tarde, hasta mis 18 años, tuve uno o varios accidentes graves por año y a los 18 estrellé mi coche en el mismo lugar en el que había tenido el primer accidente. El coche volcó y las únicas palabras que me venían a la cabeza eran:"Dios mío, perdóname todo lo que he hecho".

Hellinger:Es tu hermana muerta la que puede salvarte. Mírala y di:"Mi querida hermana".

Emma: Mi querida hermana.

Hellinger:"Estoy a tu lado".

Emma: Estoy a tu lado.

Hellinger:"Y me tumbo a tu lado".

Emma: Y me tumbo a tu lado.

Hellinger pasa los brazos sobre sus hombros. Emma apoya su cabeza en el hombro de Hellinger y solloza durante un buen rato.

Hellinger:tras un cierto tiempo:Dile a tu hermana muerta:"Me quedo un poco más".

Emma: Me quedo un poco más.

Hellinger:"Después también vendré".

Emma: Después también vendré.

Hellinger:Bien.

Al grupo:en este trabajo se trata siempre de lo mismo: hay que buscar dónde se encuentra el amor de la persona. Cuando encontramos este amor, tenemos la clave para curarla.