Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Cómo lograr el amor y la vida juntos

Conferencia en Zurich- Marzo 2006

Me alegra estar aquí. Me han dicho que mi tema iba a ser: cómo lograr el amor y la vida juntos. ¿Habéis oído otra cosa? Yo vine aquí con el proyecto de hablar sobre cómo actúa el destino. Pero me dijeron que solo era un titulo de principio. Cambio de dirección pues, para "cómo lograr el amor y la vida juntos". 

El amor muy fuerte, a veces, acaba en la muerte. Mucho amor es en cierta forma amor ciego, cuando lleva a la muerte en vez de servir la vida. Lo observamos a menudo en niños que, al ver que su madre o su padre quieren morir, dicen interiormente: "lo hago en tu lugar". Este amor lleva a la muerte.

La anorexia

Lo vemos también en la anorexia. La anoréxica dice en su corazón: "yo desaparezco en tu lugar".  ¿A quién lo dice? He observado que por lo general lo dicen a su padre. Se oyen muchas explicaciones acerca de la anorexia, explicaciones que con frecuencia dañan a las que la sufren. Porque estas explicaciones no permiten discernir ese fuerte amor. Cuando este amor sale a la luz  -durante las constelaciones esto se hace claro- entonces la anoréxica se reconoce bien como alguien que siente amor. Pero un amor que lleva a la muerte.

Imaginad ahora que este amor se hace visible. Un padre me vino a ver diciendo: "Mi hija es anoréxica". Le expliqué lo que actúa por lo general detrás de la anorexia. Se sintió muy impactado. Esto cambió su vida hasta el punto que pudo decir: "Me quedo". A su hija también le pudo decir: "Me quedo". Era un señor muy especial. Un día en la mesa le repitió " incidentalmente" lo que yo le había comentado de la anorexia. Ella contestó: "Donde esté no iré nunca.  ¿cómo puede decir semejante cosa? ". El padre no pronunció una sola palabra más. A los nueve meses ella preguntó: "¿Dime, puedo ver a aquel hombre? " El padre sacó de su bolsillo un papel con los horarios de talleres y se lo dió. Lo había conservado todo este tiempo con él. Había esperado hasta que en el alma de su hija algo cambiara.

Cuando este secreto sale a la luz pues, todos pueden situarse de otra forma en su amor: la hija y el padre también. Por lo general se ve que en estas situaciones el padre ha dicho en su niñez a alguien de su familia: " yo en tu lugar ". Esto puede atravesar varias generaciones. Al saber esto, se puede dar al amor el espacio necesario para que asienta a la vida tal como es. Ahora tienen una idea de lo que se va a tratar esta noche cuando digo: cómo lograr el amor y la vida juntos.

Me vienen a veces intuiciones muy notables. No precisáis creer en nada, estas intuiciones surgen todas de la observación y de la experiencia. Si digo algo provocador a raíz de ellas, comprobadlo también con vuestra experiencia y vuestra observación.

Amar y ser amado

Una de mis intuiciones es: cuando dos personas se enamoran hasta las cejas y no perciben nada más, es que quieren morir. Solo cuando el amor está orientado hacia la muerte, se puede estar tan perdidamente enamorado. Gracias a Dios esto termina al cabo de un tiempo y cada uno empieza a ver a la pareja con otros ojos, es decir, tal como es. Entonces empieza el amor que sirve a la vida.

Existe un hermoso ejemplo para ilustrar el amor que lleva a la muerte: la opera de Tristán e Isolda, de Richard Wagner. Esta obra es sumamente profunda. ¿Podéis imaginaros que Isolda haya cocinado para su Tristán? ¿O que hubieran tenido hijos? Es impensable. Su amor solo podía acabar con la muerte. Para nosotros lo que nos llama aquí, es el amor que sirve a la vida. Es un amor muy corriente.  ¿Qué significa corriente? Pues, se refiere a lo que está y se queda por la tierra, lo que lleva a la vida hacia delante y la mantiene viva. Esto es corriente. Lo extraordinario no dura.  ¿Por qué? Lo extraordinario tiende a volverse rápidamente corriente. Por ejemplo, cuando los enamorados empiezan a sentir hambre o la necesidad de ir al baño, o cuando tienen frío o están cansados. Allí es cuando se vuelven personas corrientes. Cuando se vuelven humanos.

Hombre y mujer

Empezaré con el amor entre hombre y mujer porque es el fundamento obvio para todo lo que sigue, y a partir de ello podemos hacer una lectura de la esencia del amor entre padres e hijos así como en otra relaciones.

Tengo una larga experiencia en cuestiones de amor y de vida. Anteriormente he estudiado mucho. He leído por ejemplo las obras completas de Freud por detrás y por delante. Es hermoso leerlo. Tuvo profundas intuiciones. Al cabo de todo mi estudio, la esencia del amor se ha reducido para mi a tres palabras. ¿Os las digo?

La primera palabra que el hombre dice a la mujer y que la mujer dice al hombre es " sí ". Digo sí a lo que eres, tal como eres. Así te quiero y así estás bien para mí. Cuando ambos se lo han dicho mutuamente, ¿cómo les va? ¿Cómo les va el amor? ¿Qué futuro tiene este amor?

A esto tienen que añadir algo más: " Digo sí a tu madre, a tu padre y a tu familia y -esto es particularmente difícil, ya volveré a hablar de esto luego- "digo sí a tu destino ". ¿Os fijáis en la fuerza que hay detrás? Esto es amor. Y puede moverse hacia delante.

Existe una segunda palabra - en total son tres. Después del sí, se dicen mutuamente una segunda palabra: "Por favor". ¿Qué acontece con esta palabra? ¿Qué le pasa al hombre cuando la mujer le dice por favor? ¿Y que le pasa a la mujer cuando el hombre le dice por favor? Pues se vuelven personas corrientes. Demuestran que necesitan algo y que el otro puede responder a esta necesidad. Con la palabra Sí y con la palabra Por favor se dan mutuamente de buena gana lo que cada uno necesita. Lo que a cada uno le importa.

Para aclararlo aun mejor, podéis comparar esto con lo que pasa cuando el uno dice al otro: "Ámame más". ¿Percibís la diferencia? Aquí el por favor acaba al tiempo que el amor termina. Lo comentaré más adelante.

Esto era la segunda palabra. 

Hablemos de la tercera: "Gracias". Es muy fácil decirlo. ¡Cuántas veces al día se puede decir! ¿Y cuál es la expresión mas bella del agradecimiento? Lo más hermoso, la coronación del amor es poder decir al otro: "Me alegro de que existas". Al despertar por la mañana el hombre mira a su mujer y le dice: "Me alegro de que existas". Y ella le mira y le dice: "Me alegro de que existas". ¿Cómo comienza un día así? La alegría es la coronación del amor.

Lo que precede a este amor

Claro, no es tan sencillo. Algo tiene que preparar a este amor que resulta de un dar y un tomar entre el hombre y la mujer. Pero algunos no pueden dar. ¿Por qué? Porque no han sabido tomar en el pasado, no han sabido tomar de su madre ni de su padre. 

El amor del hijo hacia sus padres se construye también sobre tres palabras: son las mismas que en la relación de pareja pero con otro orden. La primera es: gracias. Haremos un ejercicio juntos para practicar este tomar de lo que el padre y la madre nos han dado. Cerrad los ojos.

Meditación: tomar al padre y a la madre así como nos son ofrecidos

A veces decimos MI madre, MI padre. ¿Será que nos pertenecen el uno y el otro? ¿O será que nos son brindados ambos? ¿De parte de quien? De parte de Dios, sea cual sea la realidad que percibamos detrás de esta palabra. La vida surge de un movimiento de creación que impulsa todo lo que se mueve y lo mantiene en movimiento. Todo. Nada puede ser sustraído a ello. Este movimiento está dedicado a todo lo que él impulsa, y de la mejor manera. Ningún otro movimiento puede oponerse a él. Cada uno de nosotros tal como es y nuestros padres tal como son, nos vemos movidos por este movimiento de creación y ellos nos son brindados por él también. 

Ahora, imaginemos- hace poco hice este ejercicio para mí- que ofrezco este movimiento a mi madre ofrezco este movimiento a mi padre ofrezco este movimiento a mis antepasados. ¿Qué percibo entonces cuando miro a mi madre y a mi padre? Los percibo en armonía con este movimiento, y percibo también que ellos me son dados por este movimiento, tales como son.

Si ahora digo gracias a mi madre y a mi padre, ¿a quien se dirige este "gracias"? Se dirige hacia mucho mas allá de ellos. Con este gracias me lleno de reverencia. De repente se me hace muy claro lo que me ha venido de mis padres, todo lo que me ha venido de ellos me es ofrecido por este movimiento. Cuando lo tomo así, me encuentro yo mismo en armonía con este movimiento. Entonces puedo consentir en ello tal como me mueve y tal como soy. Entonces nada se interpone en el camino del tomar, nada más.

Ahora, abramos nuestro corazón al máximo, abramos los brazos y digamos a nuestros padres y a esta fuerza grande "Sí, lo tomo todo con gratitud. Todo".

La incompletitud

Claro, conozco todas las objeciones que existen frente a este tomar de los padres. Yo mismo las he tenido durante mucho tiempo. Existen por ejemplo en nuestra cultura las más insospechadas ideas acerca de cómo tendrían que ser los padres. Perfectos claro, ¡perfectos de un modo que solo puedo inclinar la cabeza! ¡Las expectativas de algunos con respecto a los padres, las exigencias que les plantean son inauditas! Tienen la creencia de que la madre debe ser igual a Dios. Sí, exactamente como Dios. !Cuidado si no lo es, se lo reprocharán! Pero si seguimos el hilo de nuestra meditación, entonces ¿a quién dirigimos en realidad los reproches? ¡A Dios, claro! En el reproche está implícita la exigencia que hace de Dios nuestro servidor. La exigencia hacia los padres es idéntica. Con ella los hacemos implícitamente nuestros servidores. !Desgraciados si no son así como lo exigimos!

¿No os parece esto monstruoso, si nos paramos a pensarlo?

Pensamientos sobre Dios

He reflexionado una y otra vez acerca de Dios. Incluso he escrito un libro sobre el tema: Pensamientos divinos. Basándome en mis observaciones.

Tenemos una creencia: Dios tiene que ser perfecto o Dios es perfecto. Pero si observamos este movimiento creador que lo mantiene todo en movimiento,  ¿se ve perfecto o imperfecto? Es una pregunta muy sencilla. Muy concreta. Me pregunto por qué no nos planteamos este tipo de pregunta, que, sin embargo, están en nuestras manos. Todo lo creador, cada movimiento creador es incompleto, ¡por supuesto! Su virtud creadora solo se manifiesta cuando lo que ha creado es imperfecto. La fuerza creadora presupone lo imperfecto. Si fuera perfecto, el movimiento creador se detendría.

Lo que lleva hacia adelante, lo que permite un crecimiento es lo imperfecto, lo inacabado, por supuesto.  ¿Entonces, con qué motivo tendrían que ser perfectos mi madre y mi padre?

Las resistencias

Hay algo más en relación con esto y vale la pena mencionarlo. Nuestras imágenes de los padres buenos hacen resaltar sobre todo que ellos dan, dan, dan, dan. Todo lo que necesitamos, todo lo que deseamos, nos lo tienen que dar, dar, dar, dar.

Imaginad que existen en la realidad padres y niños semejantes. ¿Os parece que niños así están aptos para sobrevivir? ¿Os parece que están a la altura de la vida? Semejantes niños carecen de lo vital para crecer.

El crecimiento necesita dos cosas: alimento y resistencia. Todo crecimiento existe en función de la resistencia que encuentra. Somos lo que somos gracias a la resistencia. Todos vosotros, sentados aquí, sois aptos para la vida, de lo contrario no estaríais aquí. Todos vosotros sentados aquí habéis crecido gracias a las resistencias, a menudo grandes resistencias. Todas las personas que han realizado algo grande vienen de familias difíciles, con destinos a menudo cargados. Así es, el crecimiento precisa de resistencia.

¿Hemos crecido de verdad? ¿O seguimos con exigencias secretas acerca de nuestra madre y de nuestro padre? En caso afirmativo, ¿cómo seguimos? ¿Cómo lograremos el amor con la madre y el padre? ¿Cómo lograremos el amor hacia nosotros mismos? Pues cuando tomemos con amor todo tal como fue en nuestro corazón. Lo tomamos en nuestro corazón como un incentivo, como una hermosa oportunidad de volvernos autónomos y de crecer. 

Meditación: acoger lo difícil

Cerremos otra vez los ojos. Nos trasladamos a nuestra infancia y miramos hacia todo lo que fue difícil. Miramos lo que fue doloroso, lo que nos causó angustia o rabia o desesperación. Y le decimos a esto: "Sí, me perteneces. Ahora te doy un lugar en mi corazón. Gracias a ti he crecido. Si aún algo falta, lo recupero ahora. Te tomo con amor. Te tomo de mi madre con amor. Te tomo de mi padre con amor. Todo lo que fue lo tengo ahora en mi corazón y siento su fuerza".

Esta es la segunda palabra a nuestros padres. Después del gracias, el Sí. Es también la segunda palabra a esta fuerza que lo mueve todo. Sí, a todo lo que ya ha movido. Sí, a todo lo que ya fue y que ahora se me ofrece.

El amor entre hombre y mujer

Volvamos al amor entre hombre y mujer. Visualizad que habéis tomado todo de vuestra madre. Repasad mentalmente todo lo que os ha brindado. Ella no ha hecho más que pensar en vosotros durante muchos años. ¿No os parece increíble? ¿Sabéis de algo más grande? Los que sois padres, sabéis bien lo que es pensar constantemente en los hijos y preguntarse:  ¿qué necesitan, cómo ayudarles, cómo estimularles? 

De la misma manera, visualicemos a nuestro padre. Cuando acogemos todo esto dentro de nosotros, ¿qué sentimos? ¿Lo podemos guardar todo para nosotros? ¿Podemos abarcar tanto en nosotros? No, no. Esto rebosa. ¿Sobre quién? Sobre nuestra pareja.

En realidad, el amor a la madre, el vínculo a la madre y el amor al padre, el vinculo al padre, son los requisitos para lograr el amor entre hombre y mujer.

A la inversa, cuando el amor a la madre y al padre no es logrado, la persona espera recibir de su pareja lo que no ha podido tomar de su madre y de su padre. Es cuando coloca a la pareja al lado de Dios y espera de ella lo que espera de Dios. Este amor fracasa.

Leyes fundamentales de la vida y del amor

Creo haber aclarado lo que significa el amor y cómo se logra junto con la vida. ¿Queréis oír más a propósito? Bueno, diré algo más acerca del tema "cómo lograr la vida y el amor juntos". En realidad hay algo más que decir, algo secreto de lo cual no he hablado aún.

En las constelaciones surge a la luz una dinámica digna de reparo. Agrego algo para los que tal vez aún saben poco sobre ello. Durante las constelaciones unos representantes toman el lugar de los miembros de la familia, a veces solamente uno o dos. En cuanto se los coloca en el espacio, se ven cogidos de manera irresistible por un movimiento del cual ignoran todo, de dónde viene y lo que significa. De modo repentino sale a la luz algo de aquella familia.

Uno de los conocimientos esenciales de las constelaciones se refiere a la existencia de una instancia oculta en el alma. La llamo la conciencia familiar o alma familiar. Es una fuerza potente que impone dos leyes fundamentales de la vida y del amor, de manera absoluta.

La primera ley que se aplica es: cada uno que forma parte, cada miembro de la familia tiene un derecho idéntico de pertenencia. Ante esta instancia, todos son iguales. Todos tienen el mismo derecho de pertenecer. Sin embargo, en numerosas familias, algún miembro está excluido. Esto es muy visible en el caso de un  aborto voluntario o en el caso del abandono de un niño. O cuando se hacen reproches morales, amenazando de exclusión a un miembro, como en el caso de criminales. En aquel momento algo se desordena en el alma familiar.

Intrincaciones

Bajo la presión de este alma familiar, de esta conciencia – es decir, un aspecto de la conciencia, una conciencia inconsciente, una conciencia arcaica – en el futuro, una persona de esta misma familia representará al excluido sin siquiera ser consciente de ello. Está en realidad atrapado en el destino de otro miembro de la familia. Esto es uno de los conocimientos esenciales en el marco de las constelaciones, el conocimiento de lo que es una intrincación y cómo se produce.

¿Cómo detectar en uno la intrincación? Cuando la persona representando a un excluido, por ejemplo, decide exilarse. No se siente pertenecer. O cuando la persona se enferma por representar a un enfermo excluido.

Existen intrincaciones que se remontan muy lejos. Uno de los conocimientos muy importantes que se me hizo claro y que poco a poco toma forma a pesar de las resistencias, es que en casos de esquizofrenia ha habido en generaciones anteriores un crimen dentro de la familia, es decir que un miembro mata a otro miembro familiar. Son a menudo crímenes pasionales, dentro de una pareja. Sí, esto se da.

En la mayoría de los casos no quedan recuerdos del evento. Gracias a la constelación, se puede descubrir en qué generación tuvo lugar el crimen. Se le pide al cliente por ejemplo dar unos pasos, muy despacio, uno tras el otro. Cada paso vale para una generación. Con solo observar al cliente, podemos ver en qué generación aconteció el evento. La conciencia familiar lo conserva todo en la memoria, incluso cuando lo hemos olvidado. La fuerza de semejante evento del pasado sigue actuando dentro del alma familiar. Bajo su influencia, algunos niños son afectados y se comportan de un modo extraño. Los padres se preocupan. Tal vez piensan haber hecho algo errado. NO, es una intrincación.

Así es cómo podemos ver que en la psicosis, principalmente en la esquizofrenia, un miembro representa a la vez al perpetrador y a la víctima. De ahí la disfunción. También podemos observar que en cada generación posterior a la del crimen, algún miembro muestra tendencias esquizofrénicas.

¿Cómo encontrar una solución en semejante caso? Buscamos durante la constelación la reconciliación entre el perpetrador y la víctima. Se vuelven a encontrar, con amor. Es algo muy conmovedor de observar. Luego se alivian todos los otros miembros de la familia. Se ha descargado lo principal.

La conciencia

Pero a todo esto algo se opone. ¿Qué es? La buena conciencia. Porque lo que llamamos la buena y la mala conciencia nos obliga a excluir a alguien. 

La conciencia tiene como función primaria el vincularnos a nuestra familia. Generalmente bajo condiciones. Estamos obligados por la presión de la conciencia a cumplir con estas condiciones, aun si son irracionales. Solo si cumplimos estas condiciones, somos inocentes. Sentirse inocente quiere decir: sentir el derecho de pertenecer.

Por lo tanto vemos que el mismo movimiento que nos vincula a la familia, nos obliga a excluir a algún miembro, en toda buena conciencia. Las agresiones hacia otros grupos están legitimadas por la misma buena conciencia y sacan su fuerza de ella. Este es el punto en que las mentes se dividen. Y entran a luchar. Cada uno con su buena conciencia.

La pregunta es: en la situación que he descrito  ¿puede alguien ayudar a un esquizofrénico cuando él mismo rechaza al perpetrador y se asocia a la victima?  ¿Cómo conseguir entonces que los dos se acerquen? Antes de poder ayudar aquí, nuestra alma tiene que abrirse a un amor de calidad muy distinta.

El amor grande

Me encuentro con estas reflexiones en buena compañía. En el sermón sobre la montaña Jesús enunció una frase con este sentido. Me siento íntimamente ligado a él en esta perspectiva. La frase es: "Sed misericordiosos como mi padre en el cielo. Él hace brillar el sol sobre lo bueno y lo malo igualmente, él hace caer la lluvia sobre lo justo y lo injusto igualmente". Aquí se detiene la presión de la conciencia. Aquí empieza el amor grande.

En este contexto, si lo sabemos, tal vez conseguimos ver en nuestra pareja su intrincación. O quizá estamos nosotros en una intrincación que nos separa de ella. Entonces podemos encontrar caminos para solucionarla. Lo he podido observar repetidamente a lo largo de mi amplia experiencia en el mundo entero.  ¿Cómo? Siempre de la misma manera: lo que estaba separado se vuelve a juntar.

El movimiento del alma reúne lo separado. Está en profunda cohesión con lo que Jesús dijo. Obviamente él se encontraba totalmente abarcado por este movimiento. No me siento avergonzado por seguirle en sus pasos.