Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Conferencia de prensa

Conférence de presse 1 juin 2002
Seminario de la Universidad L.de Enfermeras I.- PARIS 2002

Elisabteh Perry

Pregunta: ¿No es agotador este trabajo?

Bert Hellinger: ¿Le parece que estoy cansado? Hago este trabajo porque todavía creo en él.

Pregunta: Muchas personas están esperando constelar. ¿Cómo las selecciona?

Bert Hellinger: No es mi labor. Lo deciden los organizadores. Yo no trabajo con las personas individuales, sino con su sistema. Trabajo con el grupo entero. Siempre mantengo a los demás en mi mirada. Los que están presentes en el grupo encuentran siempre

P.: Acaba de realizar una constelación sobre el exilio. ¿Alguien exiliado siempre debe volver a su país, reencontrar sus raíces? Nuestro pueblo está constituido de personas de diferentes orígenes, lo que representa un enriquecimiento. ¡No somos un pueblo fijo!

B.H.: Lo que se ha hecho en esta constelación sólo tiene sentido en ese contexto. No se debe generalizar lo que se presenta en este trabajo. No se deben excluir aspectos distintos que puedan existir y no es porque un aspecto es ocultado por lo que no se pueda admitir otro aspecto particular. ¡Si hiciéramos una afirmación general a partir de ese aspecto particular, ya dejaría de ser cierto!

P.: Cuentan que Vd. trabajó con los Zulúes. ¿Es real, o es una leyenda?

B.H.:Es verdad, pero lo que se desarrolló entonces no tiene nada que ver con este hecho. Todo lo que muestro proviene de la observación y, ¡desde hace veinticinco años, voy desarrollando esas observaciones!

El trabajo entre los Zulúes fue enriquecedor y me he quedado con algo de ello. Por ejemplo, el que no haya oído a ningún Zulú hablar despectivamente de sus padres…

P.: En su trabajo, Vd. hace referencia al término de alma, eso es molesto. Provoca mucha desconfianza hacia su enfoque. Es también el motivo por el cuál muchos periodistas hoy no estén presentes. ¿No se podría hablar mejor de campo morfogenético?

B.H.: ¡Ya lo se! Si sólo nos manejáramos con lo científico, ¿cómo sería nuestra vida? ¿Cuál es el porcentaje, la proporción de vida que nos permite realizarnos científicamente? ¿Cuánto de lo que leemos en la prensa es científico? Estas observaciones no son científicas pero sí son rigurosas. Se las pueden verificar pero no con los instrumentos de la ciencia. No se pueden hacer gráficas ni escalas. Los grandes descubrimientos científicos no fueron una conquista de las ciencias, por ejemplo el de la relatividad, sino de las comprensiones de orden fenomenológico y ¡sólo es a posteriori cuando se demuestra su validez científica!

La ciencia se basa en fundamentos no científicos. Los efectos de estas constelaciones pueden ser verificados científicamente, y se han verificado.

Esta otra ciencia no favorece el trabajo de las constelaciones, ¡Sólo se puede evaluar después!

La ciencia tiene la pretensión de ser precisa y ¿cuál es lo contrario de la claridad? La precisión.

En el trabajo de constelaciones, ¡tenemos claridad pero no siempre precisión!

P.: ¿Lo que ocurre entonces en una constelación tendría que ver con un estado de trance?

B.H.:Para inducir un trance tiene que haber una persona que ponga el otro en trance. Si coloco a alguien que representa al abuelo, ¿quién puede inducir el trance? Para inducirlo, yo necesitaría saber algo sobre este abuelo, esto va más allá del trance…

P.: Vd. habla de “Gran Alma”, ¿Qué definición le da?

B.H.: ¡El que defina la “Gran Alma” habrá recuperado las cenizas del fuego!

P. Ha escrito treinta y cinco libros, ¿qué piensa de los que practican en su nombre?

B.H.:¡Treinta y tres exactamente!

El que lleva unas constelaciones familiares las puede utilizar para algo distinto que yo…

Muchas de las personas que se refieren a mi hacen otra cosa…

Cada uno puede utilizar este método y hacer acopio de sus experiencias. La comprensión que consiga dependerá de las experiencias que haya realizado. Cuando alguien experimenta este trabajo, algo sale a la luz. Si soy su referencia es que ya no confía en lo que él mismo ve…

P.: ¿Cuál es el porvenir de las constelaciones familiares?

B.H.: No me interesa…Todo es efímero, incluso las constelaciones cuando pase un cierto tiempo…

P.: ¿Ha tenido maestros en terapia?

B.H.: He visto la terapia familiar con algunas personas. Había gente muy intuitiva pero las leyes eran desconocidas. Mis observaciones me llevaron a una comprensión de las leyes, sobre todo en cuanto se refiere a los efectos de la conciencia. Esto me ha llevado a clarificar lo que era una intrincación, lo que era el inconciente colectivo…

Sólo se puede hacer este trabajo de constelaciones familiares una vez que uno ha conseguido distinguir esa noción de bien y de mal.

Sigue, y seguirá, evolucionando. Los nuevos elementos también vienen de las numerosas personas que también realizan este trabajo.

P.: ¿Qué vínculo hay entre las constelaciones familiares y la psicología?

B.H.:Este trabajo en constelaciones familiares es sólo un método, detrás existe una actitud básica: una actitud fenomenológica, actitud fundamental de observación y comprensión.

P.:¿Cómo sabe que se ha equivocado?

B.H.: Lo se por la reacción de los representantes, esto se manifiesta inmediatamente. Hay una agitación que crece entre los representantes y en el grupo. Entonces, ¡interrumpo!

P.: Vd. ha sido psicoanalista. ¿Qué retiene del psicoanálisis?

B.H.: Del psicoanálisis me quedé con “la atención flotante”, “la transferencia y contra transferencia”, “la actitud fenomenológica”, “la resistencia”… Aprendí mucho de su sistema conceptual.

Pero los psicoanalistas se mueven en un campo morfogenético en el que los mismos patrones se repiten. Los psicoanalistas siempre producen el mismo campo y los mismos efectos. Es necesario salir de este campo. Es difícil para un psicoanalista hacerlo pues corre el riesgo de la excomunión, de la exclusión del campo por sus pares. El que se atreve siente “mala conciencia”.

Estoy muy atento a que no se desarrolle un campo morfogenético parecido alrededor de las constelaciones familiares, con los mismos riesgos de exclusión…

P.: En psicoanálisis, los hechos no curan pero sí el expresar sus sensaciones y emociones. ¿Podemos decir que ocurre lo mismo en las constelaciones?

B.H.: La mayoría de las emociones expresadas en psicoterapia sirven para mantener el problema. En las constelaciones familiares, observamos que al llevar un representante un metro más lejos sus sensaciones se modifican. ¿De qué dependen las emociones? Constatamos que la emoción cambia inmediatamente al desplazar al representante, entonces ¿Cuál es la fiabilidad de las emociones del cliente? Sus emociones son fluctuantes.

Existen cuatro tipos de emociones. Así, por ejemplo, la emoción puede pertenecer a la madre que siente ira para con el padre. ¿Cuál es el valor de esa emoción? Antes de constelar, el cliente no era conciente de ella. Las constelaciones familiares ponen a la luz que su emoción pertenece al padre o a la madre. Otras muchas emociones pertenecen a otras personas. Es necesario distinguir entre las emociones que hay que tener en cuenta y las que no interesan, con las que no se puede ni se debe trabajar.

Las constelaciones familiares no son algo mecánico. Si la persona consigue alejarse, se puede desidentificar de esa emoción, podrá sentirse culpable, pero sí habrá visto… El fundamento de este trabajo es una realidad que va asomándose y yo trabajo con esa realidad.

P.: En las situaciones que implican un culpable y una víctima, ¿puede su trabajo explicarse también con la noción de “identificación al agresor” evocada en el psicoanálisis?

B.H.: Cierto. ¿Pero cómo se sale de la identificación al agresor? La solución viene cuando ambos, víctima y perpetrador, respetan y aman al otro como su igual.

P.: Las constelaciones familiares se están desarrollando en Alemania y en Francia, ¿Hay diferencias de un país a otro?

B.H.: Las relaciones entre Alemania y Francia son buenas. Existe una diferencia cultural entre los dos países pero no hay ninguna en las constelaciones familiares. Todos los seres humanos tienen el mismo valor y la misma bondad.

P.:¿Cuales son las condiciones para ser constelador?

B.H.:No deseo nada sobre el tema. No es asunto mío. Si lo hiciera, me pondría en una actitud de superioridad, ejercería un control. Confío en la Gran Alma.

De todos modos, es necesario, ante todo, mantenerse en una actitud fenomenológica de base, confiar en esa humanidad oculta, estar en el respeto a los padres, a sus propios padres, a los antepasados, también tener alguna experiencia de la vida…

P.: Muchos consteladores proponen seguir en contacto con sus clientes después de una constelación, ¿Cuál es la importancia de este apoyo?

B.H.: El terapeuta que hace eso se pone por encima de su cliente y, de ese modo, obstaculiza el desarrollo de su alma…

P.: ¿Cómo reacciona Vd. a los ataques contra las constelaciones familiares?

B.H.: Tengo un viejo amigo, muerto hace mucho, que dijo “la guerra es la madre de todo, sin conflictos no hay progresos”. Los ataques sirven el trabajo de las constelaciones familiares. A su manera hacen reflexionar, corrigen algo y, de algún modo, dan a conocer el trabajo en constelaciones familiares. ¡Un buen artículo no consigue más del cinco por ciento del efecto de un artículo negativo! Por lo que observo todo esto con mucha serenidad.

Todo desarrollo debe pasar por un proceso de purificación. Los ataques contribuyen a ello.

Traducción de Brigitte Champetier de Ribes