Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Las Constelaciones mediales 2

Milán 2013

Hombre y mujer, antiguo y nuevo

La gran felicidad la experimentamos en la relación de pareja. La felicidad mayor del hombre es la mujer y la de la mujer, así lo espero, es el hombre. ¡Con grados variados de dificultades! Me acercaré a esas dificultades y encontraremos una solución buena. Hablaré de la felicidad entre hombre y mujer, la felicidad dual. Hay dos felicidades, diferentes.

El tema de hoy: hombre y mujer, antiguo y nuevo.

La primera experiencia de hombre y mujer la hemos hecho con nuestros padres.

Cerrad los ojos.

Nos imaginamos a nuestra madre a nuestra izquierda, a nuestro padre a nuestra derecha, y nosotros en el centro y les cogemos de la mano. Dentro de nosotros, nuestros padres se han unido. Cada uno de nosotros a través de ellos es hombre o mujer. Sin embargo, dentro de nosotros las partes masculina y femenina son inseparables, aunque hayamos nacido hombre o mujer.

La unidad original se ha vuelto a disociar. Pero siendo uno en su origen, cada hombre y cada mujer busca más tarde reconstituir esa unidad original, con lo cual el hombre buscará a una mujer y la mujer a un hombre. En tanto que somos hombre o mujer, nos volvemos a unir en el acto sexual y concebimos un hijo. En el hijo, encontramos nuevamente la unidad. Por eso, la relación hombre/mujer es decisiva en la vida.  Nada es más grande, nada es más fructífero, nada es más divino.

En la Biblia se habla de la creación del Hombre, Dios crea el Hombre a su imagen. Luego se explica lo que esa imagen dice: los crea hombre y mujer.

Eso es la base. ¿Cómo se ve eso en la práctica? ¡Cuántos hombres se enfrentan a las mujeres, cuantos hombres han reprimido a las mujeres, las han dominado!

¿Dónde quedó la unidad?

En la relación hombre/mujer esta unidad es el servicio a Dios absoluto, en todos los sentidos. Nada es más religioso, nada nos une con más intensidad a esta fuerza creadora en la que cada vida se origina.

No sabemos con exactitud cuántos obstáculos hay en la vía hacia esa unidad, para vivirla de manera feliz. Ahora lo demostraré con una constelación, de manera que veamos cómo se la restablece y cómo se la puede experimentar. Lo más sencillo será que trabaje con una pareja que quiera enterarse de lo que sirve la unidad.

En este curso, trabajamos con CF mediales, modalidad que permite concentrarse en lo esencial. No necesito saber nada de ellos, lo importante saldrá a la luz durante el trabajo. Ellos están protegidos en su privacidad.

Constelación de una pareja

Hellinger pregunta qué pareja quiere trabajar con él. Escoge entre los interesados. Se sientan a su lado. No pregunta por ningún tema.

Luego pide acercarse a dos representantes para ellos. “Os dejáis ahora llevar por el movimiento interno, tal como os lleva”.

Al principio, la mujer se siente perturbada, le cuesta acercarse a él.

Finalmente se juntan, se cogen las manos.

Luego él mira por encima de ella, a lo lejos.

Hellinger introduce entonces una segunda mujer.

El hombre parece dividido entre las dos mujeres. Se acerca a la segunda. Ella se siente muy aliviada, luego se da la vuelta, y se aleja.

Entonces él regresa a la primera, mirando varias veces a lo lejos, mientras ella da unos pasos hacia atrás.

Aquí, Hellinger termina la constelación.

Les pregunta qué tal se sienten, ella: más o menos.  Él: me siento conmovido.

Cada amor tiene un pasado. Una de las comprensiones importantes que tuve es que con el primer contacto sexual nace un vinculo que perdura durante toda la vida. Esto vale también con lo que se llama un abuso, un contacto precoz entre la hija y el padre o el varón y la madre. Vale también para adultos, se crea un vinculo para toda la vida. Esto muestra cómo, de manera elemental, el acto sexual nos coloca sobre una vía que durará toda la vida. Es la importancia de la primera relación.

Eso pudimos verlo en la constelación: un lazo anterior que se interpone en la relación de pareja actual. ¿Me podéis aún escuchar? Es un tema que nos toca a todos.

La pregunta es ¿cómo sigue? ¿Existe una solución para ello? La solución es posible cuando la relación anterior es reconocida como una parte de nosotros; eso vale sobre todo para la primera relación, incluyendo el incesto. ¡Meto aquí el pie en un terreno muy precario, me expongo a un ataque poco amigable!

Cuando lo constelo, se puede notar un amor muy profundo; aunque el acto fuera violento, eso no tiene importancia.

¿Cuál es la solución?

Reconocer que aquí existe el amor, no un amor emocional sino un vínculo fundamental donde el hombre y la mujer se hacen uno. Para toda la vida. Aquel que se opone a eso y lo combate, destruye el futuro de la persona en cuestión. Entonces, las relaciones posteriores no tienen futuro. Sin embargo, si se reconoce que eso era un acto de la vida, cuerpo y espíritu estando abarcados, nos podemos liberar de esta primera relación, llevándola con nosotros a una nueva relación. La idea del matrimonio único es totalmente ajena a la realidad, la realidad es muy diferente y la felicidad es muy diferente.

Cerrad los ojos.

Retornamos al pasado de nuestra vida, a nuestra primera unión sexual tal como fue, y la tomamos en nuestro corazón. Y sentimos cómo sigue actuando en nuestro cuerpo y alma. Cuando la hemos tomado en nuestro cuerpo y corazón, vamos a la experiencia sexual siguiente tal como fue, y la tomamos en nuestro corazón. Gracias a ella hemos crecido, ella continúa dentro de nosotros. Nos hemos enriquecido gracias a ella: más hombre y más mujer. Luego vamos a la siguiente, y una más, hasta nuestra pareja actual. ¿Qué cambia una vez que el pasado tiene permiso para venir con nosotros?

Pero sin contarle nada a la pareja, aparte de lo conocido públicamente, sea una relación o un matrimonio. Sin contar nada íntimo y sin que le hagamos preguntas al otro. Se conserva como algo personal y algo sagrado.

Esta vida que aquí vivimos es una de tantas otras. Hubo vida antes, tal vez unas cuantas, con relaciones claro, y estas siguen actuando dentro de nosotros. Cuando tenemos una relación perturbada por algo que no entendemos, puede ser que algo de una vida anterior se haya metido dentro. Al saberlo, nos podemos mostrar más prudentes.

Una experiencia importante que pude hacer: el trasfondo de los litigios repetidos entre hombre y mujer tiene que ver con algo que pasó en las familias de cada uno.  Participé en un curso con Irina Prekop, en el que demostraba la terapia del abrazo, trabajando con parejas. Había una pareja en el suelo y, de repente, el rostro de la mujer cambió, se veía como el rostro de una mujer de ochenta años. Le pedí mantener esa expresión y le pregunté: ¿de quién has adoptado esa expresión? Ella dijo: era la expresión de mi abuela. Le pregunté qué había pasado con ella. El abuelo y ella tenían un albergue, dijo, y a veces él la cogía del pelo y la arrastraba por el albergue frente a los clientes. ¡Terrorífico!

¿Podéis imaginar los sentimientos de esta mujer?

¿Pudo ella alguna vez expresarlos? No. Pero lo sentimientos están allí y quieren poder manifestarse. Ahora, la nieta ha retomado los sentimientos de la abuela. Eso es una transferencia de la abuela a la nieta. La nieta manifiesta esos sentimientos con su marido, aunque sea completamente inocente. Porque él la quiere, le permite hacerlo.

Eso también es una transferencia de la mujer al hombre.

Es la dinámica de doble transferencia, que hace que se pelea siempre con el mismo motivo.

En cuanto se reconoce la dinámica, hay que iniciar una separación. En este caso, la mujer debe separarse de la abuela. En vez de intentar salvarla, lo deja todo con la abuela, porque de lo contrario se coloca por encima de ella.

Así, deja la infelicidad con la abuela. Luego mira a su marido… ¡y no a su abuelo! Entonces puede sanarse la relación.

Tengo aún mucho que decir sobre el tema, sobre la solución para que de la infelicidad nazca nuevamente la felicidad, y sobre el uso del poder en la relación de pareja, más generalmente entre hombre y mujer, y sobre cómo lo podemos superar de buena manera.

Constelación de una pareja homosexual

Es una relación de pareja también, ¡claro! Y podremos ver lo que significa.

Bert Hellinger escoge en el grupo representantes para cada uno, después de haberles preguntado si eran pareja y desde cuándo.

El ambiente es muy denso. Ambos se quedan a cierta distancia. Al que mira al suelo, le pone una mujer tumbada a los pies, que muestra señales de agresión y violencia y se aferra a él.

Luego Hellinger coloca a otra mujer a los pies del otro hombre que aún no se ha movido. Esa mujer sufre, lucha con algo.

Luego los dos hombres se arrodillan al lado de las mujeres, uno se tumba a su lado. Está muy apegado a la mujer y no quiere ver a su pareja.

Cuando las mujeres consiguen tocarse, Hellinger termina la constelación.

A la pareja: No he hecho nunca algo así. No tengo imágenes. Pero sin mujeres no funciona, lo hemos visto con estas mujeres muertas, que juegan un papel importante. Ellas necesitan un lugar en vuestros corazones, haya pasado lo que haya pasado entonces. Y así se podrá mover algo en vuestras vidas. Aquí estamos guiados por otra dimensión.

Tengo una imagen curiosa. Os digo simplemente cómo me ha venido. La homosexualidad está avanzando, independientemente de lo que uno quiere o no quiere. Es un movimiento global. Todos están al servicio de otra fuerza.

En lo que pudimos ver de la constelación los dos están atraídos hacia mujeres muertas. Las mujeres ocupan un lugar central.

…No sé si lo debo decir todo…Para mí, se está abriendo un ámbito nuevo. No tenía ideas o imágenes al respecto, pero ese movimiento medial nos está llevando a todos los ámbitos.

La imagen que tuve es: los homosexuales están atraídos por mujeres muertas por haber sufrido una agresión. Si guardamos esto a la vista, ¿qué surge primero ante nuestra mirada? En la mía, aparecen las mujeres que han sufrido violencia hace muchísimo tiempo.

De momento, lo dejo así. Algo se ha puesto en movimiento en el grupo gracias a esta constelación. Os agradezco a los dos haber tenido el coraje de haberos propuesto para constelar. Es una ayuda para todos y para mí también.

El tema importante para mí es el tema del poder, el uso del poder en las relaciones de pareja, cómo se inmiscuye y cómo obstaculiza el amor. Donde hay uso de poder, hay llamamiento para una fuerza opuesta. Siempre se afrontan dos poderes, en lo abierto y en lo secreto. El amor se quiebra frente al ejercicio de poder, y fracasa el intento de unión entre hombre y mujer.

Cuando una pareja está presa del amor, ya no son ellos mismos, están arrastrados, sin poder. Los enamorados no ejercen ningún poder, se hacen uno. Esta intimidad sufre en cuanto se inmiscuye el poder. Esto no solo juega un papel entre hombre y mujer individualmente, sino a nivel global, entre los hombres y las mujeres.

He hablado brevemente acerca de la transferencia, esto es esencial: la mujer sufrió en tiempos pasados tanta agresión injusta, así como violencia, que las mujeres de hoy se unen a las mujeres del pasado. Se hacen cargo del sufrimiento de aquellas, y de su odio hacia los hombres. Entonces, se sienten fuertes, pero no para el amor. La pregunta es ¿qué sería la solución? Aquí, la solución no se encuentra en las parejas individuales, la solución es global. La solución es que las mujeres de hoy miren el sufrimiento de las mujeres de antes, que miren las injusticias que han sufrido, y que se mantengan en actitud humilde, respetuosa. Estas mujeres del pasado son las más grandes, y nosotros aquí los descendientes nos quedamos abajo. Entonces, las mujeres del pasado pueden crecer hasta su plena grandeza y las mujeres de hoy sienten las del pasado detrás de ellas, sienten su fuerza, se colocan al servicio de la vida… con un hombre, A SU LADO, no debajo de él.

Con eso, termina el uso del poder en la relación de pareja. La mujer ya no ejerce poder sobre el hombre y el hombre tampoco sobre la mujer. De esta manera, se dejan mutuamente en paz, se unen y tienen hijos, y miran juntos a los hijos.

¿Lo hacéis realmente?

Cuando se trata de criar a un hijo, la mujer puede decirle al hombre: Me alegro que nuestro hijo se vuelva como tú. Y el hombre puede decirle a la mujer: me alegra que nuestra hija se vuelva como tú. ¡Os podéis imaginar cómo se sienten los hijos: dan un profundo suspiro! Esto se puede transformar en una familia feliz, sin uso de poder. Es una imagen ideal.

¿Qué se interpone a eso? Hombre y mujer provienen de familias distintas, ambos vinculados a ellas de mil maneras posibles, por la conciencia . Tienen conciencias diferentes, el hombre quiere convertir a la mujer a su conciencia, y la mujer quiere convertir al hombre a su consciencia. Un litigio de pareja es un litigio entre dos conciencias, entre los dioses que estas conciencias sirven.

Cada conciencia sirve un dios propio. La conciencia del hombre sirve el dios de su familia, la de la mujer el dios de su familia. ¿Qué debe temer el hombre si se desvía de la conciencia de su familia? Debe temer acabar en el infierno. Lo mismo vale para ella.

Sería tanto más sencillo si hubiera hombres y mujeres sin sus dioses. La relación de pareja se logra con la caída de los dioses: el hombre renuncia al dios de su familia, y la mujer también.

¿A qué renuncian?

Renuncian a los miembros anteriores de su familia, y se vuelven libres.

Libres el uno para el otro.