Taller en Tel Aviv, Israel. 24-26 septiembre de 2002
Tercera parte
Trascripción y traducción de Saray Bravo Ortega
Bert Hellinger: Quiero decir algo sobre la libertad.
Es una palabra maravillosa, pero desafortunadamente es sólo una palabra, estamos intrincados en los destinos de otras personas sin que lo sepamos y los ejemplos que mostré antes lo demuestran. Muestran como estamos intrincados de muchas maneras con los destinos de otras personas, y una manera de tratarlo es dejarlo de lado, dejar de lado todo esto, sentirse realmente liberados de ello.
Cuando estáis libres de todo esto, ¿cuanto queda de libertad dentro de vosotros mismos? Muy poco por supuesto. ¿Cuánta libertad nos queda a nosotros en comparación con nuestros padres?, tenemos que estar de acuerdo en que estamos intrincados de muchas maneras con el pasado de nuestra familia, nuestra nación, nuestra cultura, nuestra religión.
La otra forma de ganar libertad, tal vez, de alguna manera, es: decir sí a todos. Si a todo el mundo, si a nuestra abuela, si a nuestra madre, si a aquellos que fueron asesinados y a aquellos que fueron perpetradores también decimos si. Y de esta manera incorporamos en nuestra alma a estas personas, y cuando están todos incorporados nos sentimos completos. Y tan pronto como te sientes completo, los recién aceptados comienzan a darte vida. Uno detrás de otro, porque ellos han sido respetados. De alguna manera tú permaneces completo y a la vez te vuelves libre para tu propia persona, tu destino particular.
OK, ahora yo seguiré tratando de liberar esta intrincación.
Trabajaré contigo ahora, por supuesto, ahora cierra los ojos y mira a tu hijo, e imagínate al lado de toda tu familia, todos tus ancestros, todas las mujeres, y todos miráis al niño, tu presentas a tú hijo.
¿Qué harán? por supuesto, todos serán amigables con tu hijo.
Diles: “¿no fuisteis vosotros como él?” y a los muertos de tu familia les dices: “la vida sigue”.
Ponte de pie, ponte en medio y cerrad el círculo, tocadla, un círculo muy cerrado, tan cerrado como sea posible.
Necesito diez hombres.
Poneos detrás y las apoyáis, mira a todos y a todas las mujeres, míralos, diles: “soy una de vosotros”, deja los ojos abiertos y míralos y di ahora soy una de vosotros, con los ojos abiertos,… con los ojos abiertos. Si exacto, con los ojos abiertos di: “soy una de vosotros”. OK. Gracias a todos.
Tienes un hijo, eso es importante.
Mujer: Yo oigo con mis oídos y no con mi corazón.
Hellinger: Yo escucho al niño, ¿tú has escuchado al niño? ¿Tengo que decírtelo? No sé quien es el sordo. El niño dice: “por favor, querida madre, por favor”. OK. Todo lo mejor para ti y para tú hijo.
He descubierto algo sobre las madres formales. Tu madre, tu abuela, tu bisabuela, tu tatarabuela, debo de decirlo, son todas perfectas, siempre hacen lo que hay que hacer, siempre hacen todo lo posible por hacer lo que hay que hacer, ninguna de ellas se equivoca, a ese respecto eran todas perfectas, así que júntate con ellas. OK.
Hellinger: Ahora tú. No sé si estás preparada para este tipo de trabajos.
Mujer: Lo averiguaremos.
Hellinger: ¿Crees que eres suficientemente seria para este tipo de trabajos? ¡Claro! Siempre queremos ser lo que no somos. Ella es demasiado dulce para este trabajo. ¿Estás casada?
Mujer: Eso es lo que me trae aquí, soy incapaz de tomar esa decisión.
Hellinger: ¿Tienes hijos?
Mujer: No.
Hellinger: ¿Y tú novio?
Mujer: No.
Hellinger: Cuando vino a mi un hombre y me dijo que tenía tres novias y que quería que le dijera cuál era la mejor para él, le pregunté ¿Dime algo de cada una de ellas? Y dije la tercera, ¡esa es la buena!
Y me preguntó ¿Cómo lo sabes? Porque cuando hablaste de la tercera tu cara brillaba. Pero te diré un secreto: tú eres muy joven para eso.
Mujer: Quiero compartir algo contigo, quiero saber si la decisión viene de mí y no de fuerzas externas, es muy importante para mí. Y lo externo es muy difícil porque…
Hellinger: No necesito saber eso. Ahora ya eres seria, ya puedo trabajar con ella. Déjame averiguarlo ¿Quién quiere salir a representar a su novio? tú, ponte por aquí. Y tú la representarás a ella, ponte delante. Tú ponte detrás de ella, un poquito más lejos y tú detrás de él. Date la vuelta.
¿Te sientes mejor o peor?
Mujer: Un poco más feliz.
Hellinger: Y tú te das la vuelta.
No hay opción, por supuesto, ¿no es guapa?. La niña bonita es siempre la niña de papá y no se puede casar, por supuesto. Él también es guapo, pero no es el pequeño ¿no?, puede ser que sea el niño de mamá, esas son las fuerzas externas que nos tocan cuando las familias se juntan. Pero no es sustituto de un padre para una hija, y para los hombres no hay sustituto de su madre.
OK. Volved vosotros dos, volved otra vez. Tú ven aquí y eres el padre y tú serás la madre. La mujer a la que abraza no tiene posibilidades con los hombres. Esa mujer nunca diría que no tiene posibilidades con los hombres.
Hellinger: ¿A quién mira?
Mujer: A otro hombre a otra opción, otra opción.
Hellinger: ¿A quién?
Mujer: A una persona de fuera de este círculo
……
Hellinger: Ahí está la solución, gracias a todos.
Quiero decir algo sobre las relaciones de pareja, ¿debo? ¿Es suficientemente interesante hablar sobre las relaciones de pareja?
La base de las raíces de una relación de pareja es el respeto mutuo, una mujer que no está en consonancia con su madre, que está en conflicto con su madre no puede tener respeto por los hombres, ¡muy extraño ¿eh?! Y un hombre que es el niño de mamá o que está en conflicto con su padre no tendrá respeto por las mujeres. Pero cuando un hijo de mamá quiere casarse con la niña de papá, es imposible la unión. Está muy claro, ella está ligada a su padre pero no se ha separado, no tiene paz con su madre.
Mujer: Es verdad.
Hellinger: ¡Claro que es verdad!, lo hemos visto aquí, siempre es verdad lo que vemos aquí. ¿Estaba tu padre casado antes?
Mujer: Se suponía que iba a casarse con otra, estaba concertado así, pero él eligió a mi madre, sin duda.
Hellinger: ¿A quién representas para él?
Mujer: ¿Para mi padre?, soy un reto, no creo que me entienda.
Hellinger: Representas para él la otra mujer, por supuesto. Puede que no encuentres marido, como ella, esto es una intrincación muy típica.
Mujer: Quiero salir de ello.
Hellinger: No, tú quieres ser la niña dulce de papá para toda tu vida, hasta que tengas ochenta años.
Tú ponte aquí y tú la miras, esta es la otra mujer.
Mujer: Ellos no están casados aún.
Hellinger: Exacto aún no están casados, pero te diré que es la vida más fácil, ahora hay que mirar lo que pasa. Ahora miramos lo que pasa. Es mejor que te sientes por allí.
Tu padre está pensando que tiene que abrazar a alguna de las dos, no abraza a ninguna de las dos suficientemente.
¿Cómo te sientes?
Representante de X: Bien, bien aquí.
Hellinger: Ahora deberíais abrazaros. Bueno. Gracias a todos, nadie puede ser excluido sin ser representado más tarde por otra persona, allí está tu representación de ella, mientras tus padres no tengan conciencia de ella, no tendrás oportunidades.
Mujer del público: Parece que no vivimos realmente nuestra propia vida, sino que estamos atrapados, y que como aquí, por alguien de fuera, que parecía encubierto, pero más adelante tal vez consigamos nuestra propia capacidad para controlar nuestra vida.
Hellinger: Bien, una vez que sabes algo sobre los dictados del amor, por supuesto, puedes ordenarlos bien, pero, a veces, pensamos que podemos ir en contra de los dictados del amor, como ella hizo, tan solo evadirlos. No es posible, es completamente imposible.
Ahora te pones ahí. Tú ven aquí otra vez, ponte de pie. Y tú te pones ahora cerca de ella, y te pones cerca de ella, mejor. Ahora le dices a ella: “te honro como la primera”.
Madre: “Te honro como la primera”.
Hellinger: “Y gracias a ti tengo a mi marido”.
Madre: “Y gracias a ti tengo a mi marido”.
Hellinger: “Tú pagaste el precio de mi felicidad”
Madre: “Tú pagaste el precio de mi felicidad”
Hellinger: “Mírame con buenos ojos si me quedo con mi marido”.
Madre: “Mírame con buenos ojos si me quedo con mi marido”.
Hellinger: “Y por favor mira con buenos ojos a mi hija”.
Madre: “Y por favor mira con buenos ojos a mi hija”.
Hellinger: Ahora ella está incluida, así que si lo tienes aquí (señalando la cabeza), lo tienes aquí también (señalando el corazón). Cuando lo tienes dentro es cuando el amor puede volar. ¡Vale! Gracias a todos.
Esperad un momento. Si ha habido un padre formal y ha sido tratado deslealmente sin respeto, puede que esté enfadado, pero el enfado después es el hijo, eso es lo que ocurre, y algunas veces estos hijos tienen algún tipo de neurosis.
Esto no ocurre muy a menudo. A este respecto, es cuando alguien fue tratado injustamente. Y de mala manera, hay un enfado, y actúa como una cadena. Sino es ahora será en varias generaciones, y si esa injusticia es compensada, puedes jugar con ello, pero si algo sucede como esto, entonces, está ahí otra vez.
OK. Creo que dejaré este tema ya.
Doliente - afligido, por fin
Hellinger: ¿Alguien más quiere trabajar conmigo? Tú. ¿Estás enfadada?
Mujer: No, pero me enfado a menudo, pero cuando me enfado me enfado mucho.
Hellinger: Lo podemos ver. Una mujer muy enfadada. ¿Sabes que sólo son los niños los que se enfadan demasiado?
Mujer: No.
Hellinger: Este es un enfado sin razón cuando ves a un adulto que está enfadado, está enfadado por algo, y consigue algo, pero este tipo de enfado…trivial, sin motivo, tiene que repetirse toda la vida. No objetaré que me mires.
Mujer: Es un placer.
Hellinger: ¿Es un placer? ¿También para la otra parte de ti? ¿Qué pasó cuando eras pequeña?
Mujer: Perdí a toda mi familia en la Segunda Guerra Mundial, y hasta ahí no conozco a nadie de mi familia.
Hellinger: Está bien, está bien. Y ahora ¿Cuál es tu sentimiento real?
Mujer: Es que no acabé con aquella parte.
Hellinger: El sentimiento real detrás del enfado, es tristeza.
Ahora vamos con la tristeza. Cierra los ojos. Ahora míralos a todos, ¿están tristes? Dice que no puede verlos. Diles: “ahora os veo”, “os tomo en mi corazón”.
De manera que vemos que probablemente ellos quieran ver la luz.
“Ahora os veo”, y te miran con amor profundo…
Diles inmediatamente: “os tengo en el corazón”, “a todos vosotros”… ¿OK? ¡Ya está!
Hellinger: Llevo mucho tiempo investigando cuales son los efectos si los perpetradores son excluidos en una familia de supervivientes y cuando los dos participamos en el trabajo de esta mañana, en el que ella trabajaba también su tristeza, y pudo mostrar su dolor profundo, de repente vino a mi mente que una vez que este tipo de dolor se desarrolla totalmente, los perpetradores no han de estar representados más.
Ese fue mi sentimiento fuerte.
Pero hay que comprobarlo. Yo quería compartirlo con vosotros y puede que observéis por vosotros mismos si hay algo de verdad en ello, pero no estoy totalmente seguro, parece tan, tan verdadero para mi.
He observado que en muchas familias de supervivientes los perpetradores están representados por algún miembro. Así que vuelven sobre las agresiones de los perpetradores, sin saberlo.
Pero cuando mucho dolor es posible, como hemos visto esta mañana, ya deja de ser un peligro.
Este tipo de dolor libera a las familias de los perpetradores.
Así que podéis comprobar, como yo, hasta qué punto esto es cierto.
Tengo el sentimiento muy fuerte de que es verdad.
Esto abre nuevos horizontes ¡claro!
Honrando el destino de nuestra pareja
Hellinger: Ahora trabajaré contigo, Cierra los ojos, ¿cuál es tu tema?
Mujer: La soledad.
Hellinger: ¿Estás casada?
Mujer: No, no estoy casada, pero sí tengo a alguien.
Hellinger: ¿Tienes hijos?
Mujer: No, no tengo ningún hijo, pero estoy viviendo con alguien desde hace dos años, está recibiendo medicación por esquizofrenia y es como si se hubiera perdido totalmente la pareja.
Hellinger: ¿Es esquizofrénico?
Mujer: Eso es lo que dicen ahora.
Hellinger: Tienes que dejarle. En una situación como esta, en el que alguien tiene este tipo de destino, no pueden esperar que otra persona lo lleve por él.
¡Vamos a comprobarlo!... El señor de allí, ¿puedo tomarte? Ponte aquí mirando hacia allí y tú te pones enfrente. ¿Con ella así, cómo te sientes? ¿mejor o peor?
Hombre: Mejor.
Hellinger: Quiere llevarlo él solo. ¿Cómo te sientes ahora?
Hombre: Creo que mejor.
Hellinger: ¿Mejor?
Hombre: Sí, claro.
Hellinger: Pero tienes que ser consciente de ello. Para relaciones de pareja, hay frases estándar, que ayudan mucho. Estás son: “te quiero y quiero lo que llevas contigo, lo que me guía a ti y a mí de un modo único” así que nadie puede cargar con lo del otro. ¿Ok?
Estás mejor... si siempre estás así encontrarás a otro hombre.
Hellinger: Bueno. ¿Cuáles son las bases principales de las relaciones de pareja? Publicaremos este video muy pronto y no os perderéis esta parte. Pero si lo metéis en vuestra alma, tendréis más que si lo escribís, mucho más.
El primer punto es separarse de la familia, de los padres propios. ¿Y cómo se puede hacer esa separación?
Cada pareja mira a sus padres, lo hacen individualmente, no hace falta que se lo digan a sus padres de verdad, los miran interiormente y dicen: “gracias. Es mucho lo que me habéis dado, y me lo quedo, y os honro, y me superaré en honor a vosotros, y si todavía falta algo, lo haré por mi cuenta y ahora os dejo en paz”.
Esa es una bonita separación con amor y ahora ya pueden dirigirse a su pareja.
Si un hombre se acerca a una mujer con amor, o si por supuesto, una mujer a un hombre, es cuando lo hacen como individuos y toman el amor como una solución para su búsqueda de ese momento…
Bueno, voy a demostrar esto con vosotros. ¿Vosotros sois una pareja? ¡OK!, pues poneros aquí. Ponte de pie aquí. ¡OK! Poneros un poco más cerca. Ahí.
¿No es bonito verles? Eso es amor a primera vista y seguirá en el futuro. Pero si miráis este amor, ¿cuántas posibilidades tiene de durar? Tienen el 10% de la fuerza que se necesita para que una relación dure. Pero bueno, es un 10%, ¡no está mal! Así que haremos un ejercicio para demostrarlo.
Tú vienes aquí y eres su padre, y tú eres su madre, poneros cerca detrás, con contacto, más cerca, más cerca, más cerca y vosotros sois los abuelos y vosotras sois las abuelas, y vosotras sois las bisabuelas, poneros más cerca.
Ahora tenemos que crear los bisabuelos, uno, dos, tres, y cuatro, poneros más cerca, más cerca, más cerca.
¿Ves la diferencia? ¿Y tú la ves? Mira detrás, esto ya no es asunto personal, ellos son los sirvientes de toda su rama o línea.
Hay un cambio en sus caras, una mayor fuerza.
Acercaros más. Más cerca. Los dos apoyados por sus familias: ella tiene la fuerza femenina, él tiene la fuerza masculina. ¡OK! Eso es todo. Ya os sentís fuertes. Os deseo lo mejor a vosotros dos.
Hacen una bonita imagen…
Y ahora si la pareja conoce sus sueños y un gran sueño es que consigan todo lo que alguna vez quisieron de su madre; si los dos tienen las mismas expectativas uno de ellos tendrá que hacer algo por los dos y por el otro. Una relación se desarrolla sobre las bases de un intercambio mutuo de una manera igual, con los mismos principios, el dar y recibir debe estar equilibrado, si alguien recibe más o espera más de lo que los otros pueden dar, la relación está en serio peligro.
Es una concepción romántica del amor él que si realmente me quiere, hará todo por mi, igual que el hijo espera eso de la madre, ¡claro!, pero entre adultos es un caso diferente, los dos han de dar y aceptar en ambos sentidos y así el intercambio en una relación de pareja está también guiado por el amor. Significa que si uno de los dos da algo al otro, el otro se siente obligado a devolverlo, se siente obligado a devolver algo si lo recibe, porque una persona ama a la otra, él o ella añade algo, y al otro lo devuelve y añade algo, y así el intercambio se va agrandando en un fluir del amor. Se sienten muy llenos de alguna manera. Lo que los une es más íntimo que nunca.
Desafortunadamente, lo mismo sucede si uno se siente herido por el otro, si también quiere devolver algo, también querrá devolver la herida. Y muy frecuentemente el intercambio negativo crece. Cuando tú te sientes herido, tú tienes que herir también.
La noción de que deberíais perdonar es veneno para una relación, una vez que has perdonado, ya no estás en las mismas condiciones.
El que perdona se pone por encima del otro.
La venganza no es necesaria, pero sí la venganza con amor. ¿Cómo funciona esto? Tú te vengas, tú tienes que herir mucho a la otra persona también y debes herirla tanto casi como ella te hirió así que tú hieres un poquito menos y entonces el otro dice ¡ah, hay amor ahí! Y entonces el intercambio de buenas cosas, puede retomarse. Una vez que sabes esto muchas relaciones pueden salvarse.
Si uno de los dos hace algo mal, pensamos que se puede tal vez hacer la vista gorda tan solo no mirarlo, y así el otro sabrá que sí lo has visto, pero que has hecho la vista gorda, y lhace que el amor sea más profundo.
Esto es de mucha ayuda, todo el mundo ha cometido errores alguna vez, y ha dejado pasar por no perturbar al otro.
¡OK! Esto es sobre el intercambio en una relación de pareja.
Y ahora las otras situaciones de separación tienen que ser observadas. Si ella se queda con él ya no hay equilibrio, ella da más de lo que él puede devolver, el recibe más de lo que puede devolver y eso no puede durar.
Ya no podéis estar en las mismas condiciones. Si veis una relación en la que alguno de los dos tiene algún tipo de incapacidad y el otro se casa con la pareja por compasión, cuando miras este tipo de relaciones ¿qué sucede?
¿Cómo se comporta una pareja si ha sido aceptada a pesar de sus dificultades?
Él se enfada con el otro, muy a menudo lo podemos ver.
Veis lo mismo en los niños, cuanto más les dan sus padres, más se enfadan con ellos, este tipo de enfado es un intento de evadir el agradecer, evadir aceptar las ofrendas de la otra persona. Esta gratitud - admitiendo esto, "tú me has dado mucho y no te lo puedo devolver", hace que se enfaden con la otra persona o con los padres, pero una vez que tú recibes algo que no puedes devolver al otro y si realmente lo tomas con amor, dices que éste es un regalo especial para ti.
Éste es el tipo de devolución que permite equilibrar.
Muy frecuentemente si un hombre está todavía estudiando y se casa, la mujer paga sus estudios, él pensará que su relación acabará cuando acaben sus estudios porque no podrá compensarsel.
Así que no debes dar algo que la otra persona no pueda devolver. Solo puedes dar tanto como el otro pueda devolver. Hay que poner límites para este intercambio, siendo una pareja ¿lo he dejado claro?
¡Bueno, creo que lo dejaré aquí! Ya os refrescaré la memoria sobre esto más adelante. Así que deseo lo mejor a la pareja de allí.