Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































El amor que enferma, el amor que sana - 2

Bert Hellinger, 6-7 de mayo de 2006
Ecole Hellinger, París

Temas tratados

  • La enfermedad es espiritual
  • Un caso
  • Actitud frente a la enfermedad
  • Visualización
  • Las Constelaciones Familiares Espirituales
  • La conciencia moral causa de la enfermedad
  • A una cliente
  • Religión
  • Mira más allá
  • Venganza, expiación
  • El Dios justo
  • El amor espiritual
  • Anorexia
  • Expiar
  • El movimiento
  • Las madres tienen la culpa
  • Intervención de Marie Sophie Hellinger
  • Movimiento del Espíritu
  • Inmiscuirse
  • Actitudes del cliente
  • La toma de conciencia espiritual
  • Seguir el movimiento del Espíritu
  • Las madres, los padres
  • Existencialismo
  • El odio a la madre
  • Cáncer de mama
  • Un ejercicio para los que siempre tienen prisa
  • La muerte y el amor a la madre
  • El amor

La enfermedad es espiritual

La enfermedad no suele ser personal, sino familiar. No pertenece a un cuerpo, sino que es la enfermedad de un campo espiritual. La enfermedad es espiritual. La curación también es espiritual, en su mayor parte.

¿Cómo nace la enfermedad en una familia? 

¿Qué hay en ese campo energético o espiritual antes de la enfermedad? 

A través de las Constelaciones Familiares se ve que ciertas leyes organizan el campo y cualquier violación de esas leyes tiene consecuencias para la familia. El desorden puede llevar a la enfermedad. La enfermedad está vinculada a un desorden en el campo espiritual. 

Existen dos leyes muy importantes, una de ellas es:

Todos los miembros de la familia tienen el mismo derecho a la pertenencia. Pero, ¿es el campo el que vela por la pertenencia? ¿O es una fuerza espiritual dentro de este campo el que vela por la pertenencia?

Dentro del campo, hay una fuerza espiritual orientada a cada uno con la misma fuerza, y esta fuerza no tolera ninguna exclusión. La exclusión es una violación de este movimiento espiritual y la fuerza espiritual es la que puede enfermar o curar.

¿Qué es lo que cura? 

Algo se cura cuando nosotros entramos en resonancia con el movimiento de esta fuerza.

¿Cómo podemos entrar en contacto con esta fuerza?

Abriéndonos como ella con amor a todos y a todo. 

La enfermedad nace por falta de amor; alguien fue excluido del amor. 

La sanación se realiza a través del amor, amor espiritual, amor volcado hacia todos con la misma intensidad. 

Aquí lo que hacemos con Constelaciones Familiares Espirituales; es la forma evolucionada de las Constelaciones Familiares, es el trabajo de Constelaciones Familiares que tiene futuro. 

En este seminario podemos presentar la supervisión de un enfermo o una enfermedad nuestra. Sin saber nada podemos mirar lo que pasó y así protegemos al cliente. 

Solo se trata de buscar dónde el amor espiritual tiene algo que realizar, dónde está el desorden. 

A veces nace de un desorden en el que estamos implicados, pero a menudo no tiene nada que ver con la persona, sino con la familia, y hay que mirar el desorden en la familia.

Un caso

La enfermedad representa un vínculo de amor hacia alguien; guía a la familia y al cliente hacia esa persona excluida. 

La muerte está mirando a esa otra (la que está de pie), la enfermedad ya ha cumplido, la muerta ya mira a alguien de la familia, diciendo: “yo la miro, yo la quiero, tiene un lugar en mi cuerpo y en mi alma”.

Mírala y dile: “yo también”. 

Así ya no se inmiscuye nadie entre los muertos, ni ella ni su enfermedad.

Se produce entonces un acercamiento entre los muertos.

Paralelamente, la cliente va honrando y soltando su enfermedad, mirándola y dándole las gracias. 

Ya está el orden restablecido, el excluido acogido.

Actitud frente a la enfermedad

¿Cómo reaccionamos frente a la enfermedad? 

Queremos deshacernos de ella, tratando a la enfermedad como la familia hizo con la persona. 

La enfermedad representa a esta persona excluida y reproducimos lo que se hizo con ella. 

¿Qué cura? 

Tomar a la enfermedad en el corazón, con amor, como la familia tiene que tomar a la persona.

¿Quién se cura? 

Toda la familia. Ésa es la curación espiritual, curar en armonía con un movimiento “espiritual” como en la constelación familiar, el mismo movimiento de amor y reconciliación.

Visualización

Cierra los ojos.

Aquí están todos. Los vemos a todos. A toda nuestra familia.

Y les decimos: “os tomo en mi corazón”.

Ponemos a los excluidos también y les decimos: “os tomo en mi corazón”.

Ahora pongo a mi lado las enfermedades y penas mías, me giro hacia ellas y les digo: “os tomo en mi corazón”.

Miro a la familia y les digo: “por favor, tomadlos en vuestro corazón”.

Las Constelaciones Familiares Espirituales

He seguido el movimiento del Espíritu Creador, del que pone en movimiento – sin distinción – todo lo que vive. Y cuando entro en resonancia con este movimiento, me uno a un movimiento atento a todos de la misma manera, todo ocurre en un movimiento que incluye ayuda a todos de la misma manera. 

Ya no se trabaja con una persona aislada; se incluye a toda la familia, se está en otra dimensión y toca otra dimensión del amor.

Exige que en nuestra vida cotidiana sigamos el movimiento del Espíritu. No puede ser de vez en cuando, sino que hay que dejarse guiar siempre, en todo momento. 

Aquí lo vamos a hacer (se refiere a un caso): seguir el movimiento del Espíritu. Constelaciones Familiares Espirituales. El Espíritu une lo que ha sido separado. 

Todos los representantes han sido cogidos por este movimiento del Espíritu. 

El movimiento del Espíritu es lento, como el crecimiento, y en poco tiempo se hace mucho. 

Y ahora tú: alégrate de tu vida. 

Lo que necesitamos saber se mostrará en la constelación familiar, y es lo que la hará avanzar. Hay que mirar la información que da el representante de la enfermedad. La enfermedad representa un vínculo entre dos personas, aunque no sepamos quiénes concretamente. 

La enfermedad puede así indicar un problema no resuelto, pendiente en la familia. Y es posible que ambos fueran excluidos por la familia para no enfrentarse a este acontecimiento. Y este acontecimiento se repetirá indefinidamente, impidiendo que se solucione en el contexto original. 

Solo se puede resolver el problema pendiente cuando ni la enfermedad ni el cliente están ya en el pasado. 

Así se ve el segundo orden de base; el rango en el sistema, el que está antes tiene preferencia sobre el que viene después. 

El amor del hijo a menudo hace que se viole esa ley de orden.

La conciencia moral causa de la enfermedad

Hay dos sistemas de amor que se contradicen y violan mutuamente, es la base de toda tragedia; el que toma algo que no es suyo se siente tan bien que es muy difícil cambiar. La enfermedad es un signo de amor, infantil. 

Sin la enfermedad la persona se sentiría sola; con ella se siente pertenecer, y están dispuestos a sacrificarlo todo por pertenecer. Eso viene de la buena conciencia, de la conciencia moral. La conciencia no es espiritual, ni ayuda a distinguir lo bueno y lo malo, contrariamente a lo que se ha presentado siempre.

La conciencia tiene una función de base: unirnos a nuestra familia. Tenemos buena conciencia cuando hacemos algo que nos acerca más a ella y mala conciencia cuando nos alejamos de la familia, y lo llamamos bien y mal, y solo significa lo que es bueno para unirme más a la familia y lo que es el mal, es lo que separa de la familia. Cada familia es distinta y cada familia tiene criterios distintos del bien y del mal. 

Con nuestro padre y nuestra madre sabemos que tenemos una buena y una mala conciencia distinta. Es como el sentido del equilibrio, en seguida tenemos que rectificar algo para sentirnos mejor y más cerca de ellos. 

Cuando la familia excluye a alguien, todos los que vienen después tienen que excluir a esa persona; si no, sienten mala conciencia. La “conciencia” nos obliga a excluir a los que la familia ha excluido. El que tiene buena conciencia y la mantiene, hace algo contra el amor para mantenerse en una pertenencia. 

La conciencia moral es el mayor obstáculo para acercarse al movimiento del Espíritu. Y eso muestra que el constelador tiene que dejar atrás esa conciencia.

Hay muchos conflictos detrás de las Constelaciones Familiares. Los hay que dicen que lo hacen mejor que yo. No se unen al Espíritu, se quedan con su buena conciencia. El futuro está solamente con el Espíritu.

Cuando participamos en esto estamos tocados; sin saber porqué, algo se desarrolla que va más allá de la comprensión. 

Todo movimiento del espíritu va más allá de la comprensión. 

Cuando queremos comprender y buscamos lo que ocurrió, ¿se gana algo? ¿Algo se puede añadir a lo de la constelación familiar? No, porque es demasiado grande. 

Si alguien quiere saber lo que ha ocurrido ¿qué efecto tendrá en su alma y cuerpo, y para el hijo? 

Sería otra vez inmiscuirse, sería lo peor. 

La enfermedad mira siempre hacia alguien. En Constelaciones Familiares Espirituales es importante. 

Ciertas enfermedades tienen constelaciones muy precisas, más próximas al presente de la familia. 

¿Cómo se reconoce el desorden? 

Cuando alguien quiere tomar algo de otro que estaba antes, en general dice una de esas frases: “yo lo hago en tu lugar, sufriré, moriré en tu lugar”. Frase de amor infantil, en desorden, para pertenecer, no a la familia actual, sino a todo el sistema, a toda la familia. 

A una cliente

Mira a todas las personas del pasado implicadas en esto, ves detrás de ellas sus destinos, sus grandezas, y el Espíritu que trabajaba en ellas, ves ese Espíritu a lo lejos, más allá de las personas. 

Estás conectada con algo mayor, nadie te puede mirar, nadie te puede coger para inmiscuirte, sino que ahora todos miran hacia ese algo mayor y en esa mirada espiritual estáis vinculados en profundidad a través del Espíritu. 

Religión

Muchas religiones interfieren en los movimientos del Espíritu, con su distinción del bien y del mal. En lugar de estar atento a todo de la misma manera, la religión lleva a condenar algo. Condenar es rechazar el derecho a la vida. 

Adoración frente al Dios que quiere a todos por igual. 

He pensado mucho sobre el camino interior que lleva a las constelaciones familiares.

Elijo al cliente en acuerdo con el movimiento del Espíritu.

Mira más allá

Ahora mira más allá de ellos, a lo lejos y hacia los fundamentos de la vida y di: “Sí, ahora consiento la vida”.

Venganza, expiación

Cuando uno debe representar a un asesino, no puede vivir ni estar sano. 

El proceso sanador es que asesino y víctimas se unan en una fuerza más grande que los quiere por igual. 

Enfermedad y desgracia es una vida fácil. 

Amor y felicidad exigen más.

Sheldrake

La enfermedad es espiritual, parte de algo espiritual, está dentro de un campo espiritual.

El campo espiritual de la familia no puede encontrar la solución porque está poseído por la conciencia, con la distinción entre Bien y Mal. De esta conciencia viene la necesidad de repetir de generación en generación, y los que están cogidos en esa pulsión de repetición se sienten pertenecer al campo, a la familia, y a pesar de todo están contentos. Este campo familiar está en relación con el campo morfogenético de Sheldrake: una forma, una vez que existe, debe repetirse. 

Las leyes de la naturaleza estudiadas por Sheldrake dicen que un estado inicial crea un campo mórfico que lleva ese estado a la repetición perpetua mientras no llega otra información: así es como actúa un campo morfogenético. 

Dentro de estos campos mórficos solo hay repetición, a no ser que algo nuevo venga del exterior; entonces algo puede cambiar, y esto nuevo es algo del Espíritu. Una nueva toma de conciencia que viene de fuera, vinculada con lo espiritual que puede cambiar algo. 

Los pensamientos crean también un campo morfogenético: pensar hace que las cosas ocurran. Dar un diagnóstico enferma, está comprobado. 

Por imaginar la conciencia moral, los grandes filósofos se han perdido. Al pertenecer a los campos mórficos, no entendieron el papel de la conciencia. Todo occidente es preso de la conciencia y de la noción de Justicia.

El Dios Justo

¿La Justicia existe?

No. 

Justicia significa querer que alguien muera. 

Rezar al Dios Justo, al Dios de los Justos, significa que queremos que Dios castigue a alguien con el infierno para siempre.

Ese Dios es un asesino. Nosotros queremos que ese Dios sea así, un justiciero. Como si la justicia fuera más grande que Dios.

En un mundo justo hay que pagar por la salud, por la felicidad, con la enfermedad. Hay que pagar para cualquier felicidad. Eso es el mundo de la conciencia. 

Para muchas enfermedades uno se dice “voy a morirme en tu lugar” y esas enfermedades le hacen feliz, le dan una felicidad infantil. Cuanto mayor es mi buena conciencia, más peligra mi salud.

El amor espiritual

Estas nuevas ideas sobre la conciencia abren un nuevo camino hacia un nuevo amor, en unión con los movimientos del Espíritu. Las Constelaciones Familiares Espirituales son una revolución del amor.

El amor espiritual significa que estoy abierto con benevolencia hacia todo tal y como es, hacia cada uno tal y como es, hacia mí tal y como soy.

Y si exijo algo a mi pareja ¿estoy en armonía con el movimiento del Espíritu? 

¿Y cuando me preocupo por mis hijos? 

El amor espiritual se abre a todos y a todo, con la misma intensidad y de la misma manera.

Es un movimiento al servicio del amor y de la paz. Es lo que puede aportar la paz. 

Es un caminar espiritual y que hace feliz. Para algunos lo espiritual es renunciar a muchas cosas, pero este camino nuevo que ama a todo tal y como es, es un camino de plenitud. 

Las Constelaciones Familiares Espirituales llevan a la vida plena, llevan a aceptar a la vida en toda su plenitud para uno mismo y para todos los demás. 

En este movimiento espiritual uno está solo; cada uno está en un contacto inmediato con el movimiento, no puede llevar a nadie, ni ser llevado por nadie.

Anorexia

La anorexia dice a alguien de la familia: “mejor que desaparezca yo antes que tú”. Se da cuenta de que alguien quiere marcharse o morirse. 

Los anoréxicos están movidos por un amor infantil ciego. Lo más difícil para ellos es renunciar a salvar a alguien, que sería dejar el campo de la conciencia para ir al campo espiritual. 

Debemos abandonar el celo para ayudar, el celo es infantil. 

Si lo sentimos en nosotros, entonces miremos más allá, al Espíritu que está detrás de todo. Y confiemos en el movimiento del Espíritu. 

Cuando uno tiene preocupaciones, son sentimientos infantiles. 

Si te preocupas por tu hijo, mira más allá de las preocupaciones y el hijo estará mejor y tendrá más fuerza.

“te ves a ti mismo, aquí delante,

Mira ahora más allá.

Es tan sencillo ser feliz.

Expiar

Aquí esta mujer se siente culpable y quiere morir.

¿Qué añade? Nada, eso otra vez es una dinámica de justicia, necesidad de expiación, de pagar con la culpabilidad, deshacerse de una culpa pero sin mirar a la persona que se ha dañado, sino que solo se mira a sí mismo. 

El movimiento

Aquí lo que importa es que algo se ponga en movimiento. El movimiento es lo que va a curar, el movimiento espiritual no tiene fin, está siempre fluyendo.

Cuando uno encuentra la solución y piensa que el problema ha terminado, para la constelaciones familiares es un error, no hay fin. Todo está en movimiento. Cuando en la constelación un movimiento se pone en marcha nos podemos parar, pues el movimiento va a seguir y la persona tiene mucho que hacer.

Las madres tienen la culpa

¿Cómo trata la gente a sus madres en sus pensamientos? 

Es lo que se refleja en la psicoterapia.

Todo es culpa de las madres, pensamos, porque esperamos que la madre sea perfecta, como Dios, y cuidado con ella si no lo es. La acusamos, estamos decepcionados y estamos enfadados toda la vida de que no haya sido como Dios. Pobres madres…

Somos malvados pensando eso, somos inhumanos. Con ello nos empobrecemos. Esa expectativa, esa fantasía y esos reproches, nos impiden crecer. Seguimos siendo niños enfadados toda la vida.

Los niños crecen, encuentran una pareja y hacen lo mismo, esperando que la pareja sea como Dios, y cuidado con él o ella si no lo es, se decepcionan y tratan a la pareja como a la madre, están enfadados con ella y siguen siendo pobres y no pueden crecer. 

Menos mal, hay psicoterapeutas.

Ellos tienen que ser como Dios, saberlo todo, ordenar todo y si no, nos vamos a enfadar con ellos por decepcionarnos y los vamos a criticar. No se les permite ser humanos igual que a la madre no se le permitió ser humana, igual que a la pareja no se le permitió ser humana. 

Y aquí yo hago lo mejor que puedo, lo mejor que yo pueda. 

Intervención de Marie Sophie Hellinger

Espira y olvida todo lo que pensabas, 

Deja el soplo, el aliento, que espires hasta los pies, 

Y observa tu respiración en tu cuerpo. 

Recibe un soplo nuevo enriquecido por todos los que están aquí, inspira lo que espiran, ellos inspiran lo que tú espiras. 

Nadie se puede excluir, estamos todos vinculados. 

Imagina ahora que vas a inspirar lo que necesitas para ayudar a tu cuerpo y corazón. 

Confía en que la información que te falta te llegará. 

Y al espirar, los bloqueos salen de tu cuerpo, hazlo hasta que dejes las tensiones. 

Imagina a la vez que estás en la confianza, que va a venir hacia ti lo que tú necesitas e imaginas que te haces uno con nosotros. 

Toma en tus brazos a todos, siente cómo los tomas todos.

Y mira si puedes decir a cada uno “te amo” y tomarlos en tu corazón. 

Soy un ser humano como tú. 

Y ahora miras más allá de aquí, miras a tu familia, detrás de aquí.

Abre los brazos: os quiero, soy una parte de vosotros.

Y ahora tómalos a todos en tu corazón. 

Soy vosotros y siempre lo seré. 

Mira más allá de tu familia, hacia el misterio secreto del Ser y di Sí.

Y espera para decirlo hasta que sea justo, veraz.

Y lo acojo tal como es para mí. 

Asiento, quiero a ese ser, y quiero a mi ser. 

Y ahora mirando delante ves a tus enfermedades / enemigos / adversario y todos tus obstáculos, todo lo que se pone en medio del camino.

Cuando los veas a todos me lo dices. 

Vosotros sois mis verdaderos amigos y los que me haréis crecer, sois mi apoyo, mi sostén, los que me haréis crecer. 

Sois mis maestros. 

Os tomo a todos en mi corazón. 

Mira ahora cómo tu amor fluye, mirando más allá de todos. 

Todos los obstáculos son embajadores de Dios, maestros enviados por Dios. 

Os quiero y os tomo como un gran regalo. 

Dame la gracia de poder ponerlo en obra y que consiga mirar hacia los fundamentos de mi ser. 

Solo tenemos problemas porque miramos con vista corta, porque no sabemos mirar más allá y estar a otro nivel que viene de otro mundo, no material. 

Qué pequeño es contra lo que luchamos.

Qué grande es lo que va con nosotros.

Imagina que es la guerra, y nadie va, porque nadie ve adversarios. 

Acoge el sentimiento que estarás siempre apoyada, sola y apoyada.

Movimiento del Espíritu

Se ha hecho muy claro que no podemos acompañar a alguien en este camino si no hemos hecho este camino nosotros mismos. 

Las Constelaciones Familiares Espirituales muestran que los problemas nacen allí donde rechazamos a alguien; eso es el desorden: rechazar o excluir a alguien. El orden se consigue cuando los excluidos tienen de nuevo un sitio.

Cuando uno se preocupa por otro, cuando tiene miedo que otro se ponga enfermo o se muera, ¿confía en el destino del otro?

¿Tenemos derecho a preocuparnos así?

¿Tenemos derecho a inmiscuirnos en ese destino porque lo queremos nosotros?

¿Cuál es nuestra pretensión? 

¿Como si supiéramos lo que está bien para el otro, dirigiendo su destino?

Por el contrario, si confiamos en el movimiento del Espíritu que está presente tanto en el otro como en mí, estamos con más reserva, y a la vez vinculados al otro; porque confiamos en el otro, en nosotros y en el Espíritu. Estamos vinculados sin hacer nada. 

Cuando estamos en armonía con el movimiento en el otro, podemos sentir que podemos hacer algo. 

Inmiscuirse

Si alguien dice: “mi pareja tiene un cáncer, quiero hacer algo por él”; es inmiscuirse, y no tengo derecho de hacerlo. 

Los padres que quieren ayudar a sus hijos, es distinto, porque padres e hijos hacen uno. 

Pero si un hijo dice que quiere hacer algo por su padre, es arrogante, se inmiscuye y no tiene derecho de hacerlo. El padre lo hará cuando quiera. 

Actitudes del cliente 

Cuando un cliente dice: “Tengo un problema muy importante, tienes que trabajar conmigo”.

¿Qué se produce en mí?

Pues, quiere que lo tome a él individualmente, por encima de mí, del grupo y por encima del movimiento del Espíritu. 

¿Debo trabajar con él? ¿Debo volver a ponerle en sus límites, uno entre la multitud? 

Pues debe entrar en armonía con algo mayor. 

Una cliente llega muy deprisa y aprisa me cuenta su tema.

Cuando alguien empieza tan precipitadamente ¿me respeta a mí? ¿Cómo me trata?

Observo, cuando pregunté, que ella miró hacia otro sitio, hacia una imagen interior que se creó, y no a la realidad; entonces no me interesa. Si me mira a los ojos mientras me lo dice, mirándome en todo momento, entonces es realmente de lo que se trata. El resto es un juego.

Lo dejo aquí. No tengo derecho a hacerlo, no hay nada serio que se haya asomado.

Tú quieres morir.

Puedo dejarlo aquí.

Ella no está donde podría enfrentarse a ello, pero algo se ha puesto a la luz, algo ha cambiado, y confío en su alma y en la muerta. Te ayudará.

En cuanto a los representantes:

Cuando un representante anda deprisa, no está centrado, está en su cabeza. 

La toma de conciencia espiritual

Voy a hablar sobre el camino de la toma de conciencia espiritual. 

Hay varios caminos de toma de conciencia. La escuela, consultar libros, reflexionar, hablar con otros para encontrar soluciones, son algunos de esos caminos. La toma de conciencia espiritual es diferente, es un regalo. Todas las tomas de conciencias decisivas son regalos.

A veces uno dice “tuve una inspiración, algo se me cayó dentro del cerebro”.

¿Viene de dentro o de fuera? ¿De dónde? del Espíritu. La inspiración es algo que viene desde fuera, como los artistas, un músico, que tienen inspiraciones. Están vinculados con el Espíritu que les va dando informaciones.

Hay tomas de conciencia que tienen que ver con la vida, como en las constelaciones familiares, tomas de conciencia espirituales. Una de ellas es la función de la conciencia y los órdenes de base en los campos espirituales: todos tienen el mismo derecho a la pertenencia y a la jerarquía. 

Son leyes de vida. 

Solo podemos avanzar paso a paso, si recibimos información, si estamos en conexión.

Seguir el movimiento del Espíritu

Todas las tomas de conciencia que vienen del espíritu son relativas a un movimiento, relativas a cuál es la acción siguiente justa y pertinente. Me muestra lo que puedo o debo hacer.

¿Cómo tener tomas de conciencia de carácter espiritual? Siguiendo los movimientos del espíritu. Exponiéndonos a todo tal como es, a todo lo que se muestra, girados hacia ello con benevolencia y atención.

Es una actitud interior. Así hay también distancia interior con ello. Estamos presentes y esperamos un movimiento del Espíritu que nos mostrará cuál es el próximo paso. Y lo daremos, y esperaremos de nuevo, nos expondremos a la situación diferente y seguiremos la nueva indicación. Eso es seguir el movimiento del Espíritu.

Una toma de conciencia se muestra, viene hacia mí; si la quiero agarrar, se retira. Viene hacia mí cuando la espero con respeto y cuidado, porque se sabe en seguridad conmigo.

¿Cómo proceder desde lo espiritual? 

Me expongo al fenómeno.

Miro más allá.

Nos lleva hacia aventuras, hacia dimensiones nuevas. Si confiamos en el movimiento del Espíritu, entonces recibiremos las indicaciones y nos hacemos más pequeños.

El movimiento del Espíritu tiene lugar ahora, en el presente, en el instante, siempre. 

Entonces cuando me uno a ese movimiento es un movimiento instantáneo presente. Si pienso sobre él, ya no estoy en él. Ya que este movimiento es creador, es siempre en el instante, y cuando pienso en lo que va a ocurrir, no estoy en contacto. 

Cuando estoy pensando en después ya no estoy en ello; deseo que el movimiento esté a mi servicio y no al revés. 

En el instante ocurre siempre algo esencial. Lo esencial es siempre en el presente; en el pasado ya no es esencial, ni en el futuro. 

¿Qué es lo esencial del instante? El amor. 

Entonces vamos a avanzar de instante en instante. 

Si trabajo ahora contigo ¿te doy más o menos fuerza? 

Cuando trabajo con un cliente siguiendo los movimientos del Espíritu doy una ayuda a todos los del sistema, no solo al cliente, sino que a muchas personas a la vez. 

Este movimiento del Espíritu está dirigido hacia todos con la misma benevolencia, y si me pongo en conexión con el movimiento, todas las personas de su entorno recibirán esa ayuda. Esa ayuda es creadora, actúa inmediatamente y siempre, y después no hay nada más que hacer. 

En el movimiento del Espíritu estamos recogidos, no agitados. En los representantes también se nota. Pues los movimientos del Espíritu son muy lentos. En Asia son el doble de lentos.

Todo movimiento del Espíritu es único. No se deja repetir, es siempre nuevo. Por eso no se le puede aprender en el detalle. No hay módulo de formación para el movimiento del Espíritu, pero sí aprender a seguirlo, crecer con el Espíritu.

Las madres, los padres

¿Dónde se revela lo divino del modo más maravilloso? En las madres. 

Y ¿de qué modo encontramos el camino a Dios, o al Espíritu? ¿Dónde empieza este movimiento? Al lado de la madre.

Y ¿dónde empieza la felicidad? Junto a la madre.

Y ¿dónde empieza la desdicha? En cuanto estamos separados de la madre, o que nos alejamos de ella.

Y ¿dónde empieza la abundancia? Junto a la madre.

Y ¿dónde empieza la carencia? Cuando estamos separados de la madre o nos hemos alejado de ella.

Y ¿dónde empieza el amor? Lo mismo. 

¿Cuándo se pierde el amor y la capacidad de amor? Lo mismo.

Tomad, tomad, tomad de los dos padres, así, como son. No son nuestros, pertenecen al movimiento que nos los regala. 

Existencialismo

Pertenezco al existencialismo.

El existencialismo se fija en lo que existe, no en cómo existe.

Mis conclusiones existencialistas son: 

Lo más importante es que tengamos una madre, no la clase de madre que es.

Cuando miramos la existencia de la madre, su esencia o el cómo es la madre ya no tiene importancia. 

Para el padre igual, lo que importa es que tengamos un padre, no cómo es el padre.

Para la pareja igual. El hecho de tener una pareja es más importante de cómo es la pareja. 

El hecho de tener unos hijos es más importante que el hecho de cómo son esos hijos. 

El hecho de pertenecer es más importante que el hecho de a qué se pertenece. El hecho de tener un Dios es más importante que el hecho de qué clase de Dios es.

El odio a la madre

En Taiwán estaba enseñando las constelaciones familiares espirituales, haciendo terapias breves. Un hombre de 26 años dijo “odio a mi madre”. Yo le contesté que “bien”, y que significaba que iba a morir. Nadie puede vivir si odia a su madre. Él lo entendió y lo dejé allí. No tenía derecho de seguir más. 

Y le conté lo siguiente:

Una mujer me dijo “quiero que mi madre se muera”, y le dije, “pues tú también te vas a morir”. Y la dejé allí. Y la tengo que olvidar, dejar que el movimiento trabaje. Y diez minutos antes del final se acercó llorando, pidiendo trabajar. Entonces constelamos y no había nada que hacer. Puse una línea de ancestros (de mujeres), ocho generaciones, y la cliente se giró hacia la madre. No había amor de la madre a la hija. Entonces giré la madre hacia su madre, no había amor, desde la octava generación faltaba amor.

La representante miraba al suelo. Puse a un muerto, y entonces la cliente se echó al suelo, abrazando al muerto, en vínculo de amor con el muerto. Y todo mostró que el muerto había sido asesinado. Y entonces la última mujer pudo girarse hacia el muerto, y esa última mirar a su hija con amor, y así en cada generación. Entonces la cliente se arrastró hacia su madre, la miró y dijo: “Mamá”.

Entonces el joven de Taiwán quiso seguir y lo puse frente a su madre, él con un puño cerrado, se fue tumbando, arrastrándose despacio hacia la madre; ella rígida, inmóvil. Solo cuando la tocó, ella lo tocó también. Lo levantó y lo abrazó, y él se puso a sollozar “mamá”. 

Volvió hacia mí y le dije: “te ha salvado la vida, no yo, sino el movimiento del Espíritu.” 

A una cliente: eres un caso desesperado, pero está muy claro que quieres morir, o que alguien muera. ¿Qué frase te has dicho? Mejor yo antes que tú.

Mejor que me mate antes que tú.

Aquí no tiene nada que ver con la madre.

Cáncer de mama

Imagina tu cáncer, de pie, delante de ti, y dile: “por favor”. 

Y miras más allá del cáncer, hacia tu madre y le dices a ella también “por favor”. “Sí”.

Y le dices a otra persona: “Por favor”. Y “Sí”.

Así tienes más paz.

- ¿Qué pasa con tu madre?

- No lo sé.

- Muchas cosas están bloqueadas.

- Mi madre se marchó cuando tenía cuatro años.

- Dile: te busco hasta que te encuentre por fin.

Mira más allá de ella, hacia Dios, siente esa gran fuerza que te ha dado, y dile: allá te volveré a encontrar.

Un ejercicio para los que siempre tienen prisa

Tienen prisa por seguir a alguien en la muerte.

Mira tu padre, tu madre y Dios.

Di: “Lo tengo todo”.

En tu alma di a alguien “por favor quédate”.

Di a otra persona “yo me quedo, con amor”.

Lo que se puede ver en las constelaciones familiares espirituales es que hay muy pocas cosas importantes: lo esencial es algo muy sencillo.

El tiempo tiene prisa, pero nosotros no.

La muerte y el amor a la madre

La cliente tiene cáncer de mama, metástasis en huesos e hígado.

“Pareces contenta, lo veo, lo observo.”

Ella contesta que no le gusta.

En una investigación sobre el cáncer, los pacientes que acudían querían saber sin reconocimiento si había un cáncer. Los que tenían miedo a la muerte no tenían cáncer. Los que no tenían miedo a la muerte, sí tenían cáncer. 

La cliente: “sí, tengo miedo a la muerte”.

Hellinger: “¿De qué tiene miedo?”

Tienes miedo a decir a tu madre: te quiero.

Puedes compensarlo, nunca es tarde.

Te voy a decir un secreto: morir es más fácil que decirle a tu madre que la quieres.

¿Qué tendrás que mirar después de la muerte? A tu madre, claro.

No podemos escapar de nuestras madres, ni siquiera tras la muerte… ¡Qué honor! Mejor hacerlo aquí ahora. Empezarás esta noche.

Le escribes una carta de diez páginas con la lista de todo lo que te ha dado y al final de cada frase escribes gracias.

Y cuanto más escribas más tiempo vas a vivir.

La vida empieza con la madre y acaba con la madre.

El amor

¿Qué hace enfermar en la familia? 

El amor.

¿Qué cura en la familia? 

El amor.

Solo que se trata de un amor distinto:

Amor ciego, simple, infantil.

Amor abierto, grande, fuerte y espiritual.

Trascripción y traducción Brigitte Champetier de Ribes