HELLINGER: ¿Quién tiene una pregunta?
PREGUNTA: Quisiera hablar de los límites. Y también es importante ver cómo en este proceso fuiste rompiendo límites y asumiendo las consecuencias. Primero fueron los órdenes, después los movimientos del alma y ahora es el espíritu. ¿Qué te mueve a romper todo el tiempo eso que ocurrió antes?, ¿cómo?, ¿es importante lo anterior para llegar a lo nuevo?
HELLINGER Aquí se trata de límites muy determinados. Hay algunos límites que tenemos que respetar. Por ejemplo, nuestro cuerpo tiene un límite y tenemos que respetarlo; a nadie le permitimos ir más allá de ese límite. Y entre las personas hay límites y yo tengo que respetar los límites de la otra persona. Eso es importante, por ejemplo, en la relación de pareja: que cada uno de los miembros respete el límite del otro. Solo si son respetados los límites pueden también ir más allá, pero únicamente por un tiempo; luego vuelven.
Respecto a los hijos, también es válido que los padres respeten sus límites, y una bonita forma de respetar los límites de los hijos es no preocupándose por ellos. Entonces ellos se sienten libres, es decir, que los límites son importantes, pero no para el progreso. Ahí, algo va más allá.
Y es así, los movimientos del espíritu no conocen límites. Dado que son creadores no conocen límite alguno y la persona que es tomada por ese movimiento y logra la sintonía con esos movimientos, es como llevada más allá de esos límites.
Algunos luego construyen un límite, por ejemplo, sintiendo miedo. ¿Dónde puede llevar eso?
En el movimiento del espíritu el miedo se acaba, aunque a aquellos que se defienden ante ese movimiento les de miedo y quieran oponerse a él, pero no sirve. Los movimientos del espíritu siguen y por eso también me siento bien en ese movimiento.
PREGUNTA: Hoy por la tarde, he estado pensando en el tema de la pareja y de la madre, en la relación que hay entre ambos. Yo siento personalmente que este último tiempo, desde hace 3 ó 4 años, he logrado tomar a mi madre y que también estoy aprendiendo a ser hija de mi padre. También deseo poder formar una familia y tener pareja y siento que ahí hay algo que aún no he podido tomar o no he podido ver, por lo cual hay una imposibilidad y ahí me siento un poco perdida. No sé hacia donde mirar o qué es quizá lo que no he mirado.
HELLINGER: El amor tiene un desarrollo. Y comienza con tomar, el hijo toma, toma, toma. Y los padres dan. Y entonces a veces se da una resistencia contra el tomar porque aquél que toma ya no tiene tranquilidad ni paz, siente que tiene que hacer algo. Y la compensación, tal como la mencioné en el caso de las parejas, no funciona con la madre. La madre es demasiado grande. Lo que ella da es demasiado grande. Nosotros no podemos compensar. Existe el movimiento de oponerse entonces al tomar porque sentimos que no podemos compensar.
Y ese es también el transfondo por el que algunos tienen reproches contra los padres. Esos reproches están para evitar el agradecimiento, pero hay una comprensión importante: podemos compensar transmitiendo. Si sabemos que aquello que recibimos de nuestros padres vamos a transmitirlo, ya no hay oposición ni resistencia contra el tomar, y tomamos todo. Y mientras uno toma, siente el movimiento hacia dar, transmitir. Esa es una de las causas principales por las que luego, cuando somos adultos, buscamos una pareja, no para tomar sino para dar, para transmitir. Y eso es el fundamento para una relación de pareja feliz. O sea que todavía no has tomado todo pero se puede hacer.
PREGUNTA: Cuando hablaste sobre el bienestar de los hijos, dijiste que la madre tiene que decir: amo a tu padre y quisiera que fueras como él.
HELLINGER: No dije debes sino puedes, hay una diferencia.
- El caso es que yo estoy divorciada y una de las razones del divorcio fue la adicción a las drogas de mi esposo, entonces se me hace difícil decir: amo a tu padre y quiero que seas como tu padre.
HELLINGER: Si te es difícil, se va a dar así.
- ¿Cómo hago para que no sea adicto, es decir, él no es adicto ahora pero si yo digo: amo a tu padre y quiero que seas como él, me da miedo de que se haga adicto...
HELLINGER: Vuelvo sobre lo que corregí antes, ¿comprendiste? Por supuesto que eres mejor que tu marido... En una familia así hay una necesidad muy grande de compensación y entonces el hijo dice: el padre es igual de bueno y ahora te muestro que es mejor. Siempre donde alguien se siente mejor hace falta lo contrario. Le puedes decir a tu hijo: yo lo amé mucho y lo sigo amando y, cuando te veo a ti, también lo amo en ti. ¿Te das cuenta de la diferencia?
- Sí.
PREGUNTA: Yo quería preguntar cuando tienes una paciente que consulta por la sexualidad.
HELLINGER:¿Cuál es tu pregunta para mí?
- Si cuando te consultan sobre sexualidad trabajamos solo con la madre.
HELLINGER: No lo comprendo. Esto es un lugar para formular preguntas, no es una supervisión. Siempre que hay una pregunta que no es clara, por supuesto se trata de otra cosa. Y no sé lo que es.
- Yo soy médico y hay mujeres que me han consultado sobre la sexualidad y siempre pienso que es un tema con la madre. Esa es la pregunta.
HELLINGER: Básicamente, en general, me da todo igual. Y cada uno va encontrando su camino, eso es lo más sencillo. Nunca pregunto por la sexualidad, nunca.
- Yo tampoco.
HELLINGER: Y cuando alguien te venga a ver, le dices que lo haga con gusto.
- Se lo digo.
HELLINGER: Entonces, ¿está contestada la pregunta?
- Sí.
PREGUNTA: Yo quería saber, desde la perspectiva de las constelaciones sistémicas, cómo entiendes la homosexualidad.
HELLINGER: Yo la comprendo, por eso para mí está bien y por eso tampoco hago nada. Para mí está en orden. ¿Respondí a tu pregunta?
- Sí y la segunda parte también.
PREGUNTA: Siempre hablas de las relaciones de pareja cuando hay una edad en la que se tienen hijos y que eso es lo más importante. Me preguntaba cuál es la mirada sobre las relaciones de pareja que se forman cuando uno no tiene ya la posibilidad de tener hijos.
HELLINGER: Es más fácil para ellos (risas).
PREGUNTA: Quisiera saber cuándo un constelador se convierte en constelador.
HELLINGER: En cuanto sabe algo. Algunos necesitan más tiempo, otros lo hacen de inmediato y lo que es importante es cómo uno puede dar servicio y entonces siente sus límites.
Cada uno sigue un cierto guión de vida y eso se puede averiguar. Hay un libro sobre ello pero, en ese momento, todavía no existía en alemán. Tuve que ir a EEUU para presentarme y compré el libro y comencé a leerlo en el vuelo de regreso. El vuelo tenía retraso y yo había anunciado un curso para ese día y llegué dos horas tarde. Luego empecé con ese análisis-guión. No había comprendido mucho, aun no, pero de inmediato sentí que tenía un efecto.
Si estás en un movimiento y lo sigues, nada está terminado.
Freud tenía una forma curiosa de proceder. Hoy en día cuando alguien hace una formación psicoanalítica tiene que hacer 500 horas de trabajo antes de trabajar. Con Freud eran 50 horas y empezaban directamente a trabajar con ello y, hasta que los demás habían terminado con sus 500 horas, los de las 50 horas tenían mucha experiencia. ¿He respondido a tu pregunta?
- Sí, muchas gracias.
PREGUNTA: Quisiera preguntar sobre el ejercicio que vimos de la multiplicidad de las capas del espíritu. Observé que poco a poco se formaban parejas en distintas capas y mi pregunta es: ¿si se forma en el plano físico también afecta a cada una de las dimensiones del espíritu donde se establece el vínculo, también está en todas las dimensiones del espíritu?
HELLINGER: No, no lo comprendo... Si eso fuera así, como tú supones, entonces va a ser así. ¿Está bien?
PREGUNTA: En las diferentes etapas de la pareja, me hace falta encontrarme con la etapa de la soledad, cuando uno de la pareja se ha ido.
HELLINGER:¿Estás dispuesta para la próxima pareja?
- No.
HELLINGER: Justamente, entonces uno se queda solo. ¿Y sabes cómo uno se queda solo? Cuando todavía está enojado con el primero.
- ¿Y por qué enojado?
HELLINGER: Yo no lo sé...
- Yo tampoco.
HELLINGER: En la obra póstuma de Freud sobre el presidente Wilson, hay una observación interesante. La primera mujer del presidente murió y un año después volvió a casarse. Entonces el gran Freud dijo: eso demuestra que a su primera mujer la amó mucho. ¿He contestado tu pregunta?
- Sí.
PREGUNTA: Quería saber si las constelaciones familiares cambian en relación con las culturas.
HELLINGER: Lo que he observado en cada una de las culturas es que hay un hombre y una mujer y hay hijos, todo eso es igual y todo lo demás también. Los seres humanos son iguales.
- Hace unos días, leyendo un artículo sobre la India vi que a la mujer no se la incluye en el sistema sino que tiene más fuerza el hombre.
HELLINGER: Os voy a contar algo acerca de culturas. Hace poco viajé a Jordania para dar un curso y en el avión nos dieron un diario de Jordania en inglés. En él había un informe sobre una encuesta: ¿hay permiso para que el hombre le pegue a su mujer? El 35% de los hombres dijo que sí. Y el 65% de las mujeres también dijo que sí. Eso es cultura...
De lo que estamos hablando son los campos espirituales con los que cada uno está enlazado.
PREGUNTA: Quisiera saber cómo es en la práctica, en el día a día, el paso de los hijos de la esfera de la madre al padre...
HELLINGER: La madre siempre está primero y luego el padre entra a actuar. Y cuanto antes pase el hijo a la esfera del padre, tanto mayores son sus oportunidades más adelante. Para un varón es importante en su progreso. Por eso el padre lo lleva al mundo masculino y eso también tiene el efecto de que más adelante tenga otro tipo de relación hacia las mujeres, una relación de más confianza. Con el padre, el varón aprende a ser hombre, también a ser hombre para una mujer. Pero a veces los padres aman en especial a sus hijas. Dicen que eso pasa... Y entonces las hijas quedan en la esfera del padre. El hombre debe enviarla a la esfera de la madre y hay una frase sencilla para eso. A la hija le dice: mamá es mejor. ¿Contesté tu pregunta?
- Muchas gracias.
PREGUNTA: Cuando una pareja decide hacer una fecundación “in vitro” y el embrión es implantado en el vientre de otra mujer y se paga por ello, ¿cuáles serían las implicaciones para ese niño y cuál es el sistema de origen?
HELLINGER: Detrás de todos esos experimentos, hay un rechazo interno a reconocer un hecho. Si una mujer no puede tener hijos, puede reconocer ese hecho y entonces tiene su dignidad. Todo lo demás sólo lleva a interminables intrincaciones, ¿ok?
PREGUNTA: Uno de mis hijos está muy triste y no gana peso. Tiene 27 años.
HELLINGER:¿Qué es lo que te pasa entonces?
- Está con un peso muy bajo y yo, como su madre, me pregunto qué puedo hacer por él o siento que no puede tomarme suficientemente.
HELLINGER: Entonces me pregunto que tengo que decir yo.
Me surge una frase que le puedes decir: mejor tú que yo. Cuando una madre se preocupa por un hijo, siempre se trata de ella misma. ¿Contesté tu pregunta?
- ¿Y qué puedo hacer?
HELLINGER: Le dices: mejor tú que yo. Y ahí lo dejo.
PREGUNTA: ¿El incluir es un movimiento de solución?
HELLINGER: Sí, en general es así.
- Y hace poco, leyendo uno de sus libros, aparecía la exclusión como un movimiento también de solución.
HELLINGER: Yo también pasé por un desarrollo. Y vi por ejemplo que un perpetrador es atraído hacia su víctima y entonces la imagen era permitir que se fuera. Pero más adelante vi que eso no es así.
No hay que tomar tan en serio todo lo que yo he dicho porque yo también fui aprendiendo y tú vas a ver si es así o no.
PREGUNTA: Quería preguntarle por el amor interrumpido. El ejercicio que hicimos de la madre en el que me encontré con esa información de tres abortos antes que yo y el recuerdo que tuve esta mañana al despertar, de cuando yo tenía un año y tres meses y mis padres se fueron tres meses de viaje, me hizo preguntarme sobre una sensación de orfandad que tengo aunque mis padres vivan.
HELLINGER: Donde hubo abortos, los hijos siguientes tienen miedo ante la madre porque lo sienten de inmediato. De cierta forma, eso es también como una interrupción y lo otro, esa sensación de ser huérfano, puede tener que ver con el hecho de que hubo algún huérfano antes en la familia, una o dos generaciones antes, ¿es así?
- Sí, acabo de venir de Polonia donde fui a reencontrarme con mis raíces y sé que hubo varios huérfanos.
HELLINGER: Quizá tenga que ver con eso entonces. Tú te sientes unido a esos huérfanos y les dices: en mi corazón tienen un hogar.
PREGUNTA: Ayer dijiste que en algunas constelaciones es suficiente con movimientos del alma y que allí se abre como una conexión con la vida. Quisiera saber si puedes ampliar en qué casos es necesario utilizar movimientos del espíritu.
HELLINGER: Lo que hice con él, con los huérfanos, fue un movimiento del alma, y fue suficiente porque es un movimiento de amor sin exclusión. Allí donde hay culpa y expiación, la culpa también es un movimiento del alma y la expiación también y siempre lleva a la muerte. Y ahí uno debe pasarse a otro nivel y eso es un proceso que exige mucho. Cuando se logra es un crecimiento espiritual pero uno comienza con eso, y la persona necesita tiempo hasta que lo pueda llevar a cabo.
Como ayudador, si tengo que trabajar con alguien así, también existe el peligro de que yo quede atrapado hacia el concepto de que él es un culpable o perpetrador y la otra parte es la víctima. Porque eso se sucede muy rápidamente y entonces uno mismo debe pasarse internamente y de inmediato hacia ese otro nivel, incluso si ahí no se hace nada. Al pasarte tú a otro nivel también abres un camino para ellos. ¿Contesté tu pregunta?
- Sí, muchísimas gracias.