Madrid 13-14 de junio de 2008 con Bert y Sophie Hellinger, 13 de junio
Bert Hellinger: Ahora os llevaré hacia las dimensiones del amor. ¿Cual es la primera dimensión del amor? La decisiva dimensión del amor es el amor entre hombre y mujer. Toda la vida nace por el amor de un hombre y de una mujer. El amor entre hombre y mujer es un amor creador. En el amor entre hombre y mujer somos cogidos por una fuerza creadora, por una fuerza divina. El amor entre hombre y mujer es la revelación de Dios en la más amplia forma. Nunca en otros ámbitos lo divino se revela más profundamente. El amor aquí es el más santo, sea lo que sea lo que normalmente decimos del amor.
Aquí somos unidos lo más profundamente con Dios. La cuestión ahora es saber cómo se logra el amor entre hombre y mujer.
Os llevaré ahora dentro de este amor con una cosa muy sencilla, con un efecto muy amplio.
Cerráis los ojos:
El amor perfecto es el consentimiento a todo como es, pues esto es el amor divino: consiento a todos tal y como son. Por eso todos los hombres son correctos tal y como son.
Voy a trabajar ahora con una pareja de enamorados, una pareja joven que quiera casarse. ¿Quién tiene valor? OK
Los coloco a uno enfrente del otro y serán cogidos por un movimiento y a través de ese movimiento podremos ver cómo es su relación y cómo puede lograrse su amor. Realizad solo movimientos lentos, los movimientos rápidos pueden tener una intención.
Después de un rato se observa cómo el hombre mira hacia arriba y está un poco inquieto. La mujer se acerca a él y se coloca de su lado derecho y el hombre la pone en el otro lugar.
Hellinger: El hombre no puede mirar libremente a su mujer porque está ligado a otra cosa ¿la mujer podrá sostenerlo?
Hellinger saca a otra mujer y la coloca en el lugar hacia donde mira el hombre. Luego acerca al hombre a esta mujer, alejándolo de su pareja. Coloca entre ambos a una mujer en el suelo. El hombre se cae hacia atrás. La mujer tiembla y llora y se tapa la cara con las manos. Finalmente ella se tumba y abraza a la muerta. El hombre mira esto y finalmente se arrodilla y toma la mano de la muerta y mira a la mujer que acaba tumbándose junto a la muerta. Al rato el hombre se levanta y deja a las mujeres en el suelo. Ahora Hellinger le vuelve a enfrentar a su pareja. Hellinger levanta a las dos mujeres y las coloca a la derecha del hombre. La pareja del hombre avanza y se coloca a su izquierda, con el conocimiento de las otras dos. Y ahora avanzan juntos hacia delante.
Hellinger: nadie puede ser excluido del amor. Aquí había alguien que había sido excluido. Las dimensiones del Amor exigen que cada persona tenga su pertenencia y que se le de este derecho a pertenecer.
Ahora el hombre y su pareja están enfrentados a las dos mujeres. El hombre le dice a la mujer:
“Sigo queriéndote”
Le dice a su pareja: “La quiero todavía”
“Y ahora recuerdo sólo lo bueno”
“Gracias por todo”
“Era tanto”
“Me duele tanto”
“Te quiero”
(el hombre se toca el corazón)
“Tu eres mi gran amor”
“Y seguirás siéndolo para siempre”
A la mujer muerta: “y a ti te quiero mucho”
Los tres se abrazan. El hombre se siente muy aliviado y feliz. Los tres están muy felices juntos. El hombre le dice a la muerta: “también a ti te quiero todavía” “lo siento mucho”.
Hellinger: Aquí podemos dejarlo. Gracias a los representantes y gracias a vosotros por haber tenido el valor de constelar.
Hemos visto algo importante sobre el amor. Todas nuestras parejas anteriores pertenecen también. Si son reconocidas, la pareja actual tiene la posibilidad de lograrse. En cuanto a las relaciones anteriores, tienen su efecto sobre los presentes. Podemos ver que son representados por los hijos de una relación posterior, uno o dos hijos llevarán los sentimientos de esas parejas, los representarán y quizá tengan también su mismo destino. Si se logra que las relaciones anteriores sean integradas en el amor, como pudo verse aquí, los hijos estarán libres, y ya no necesitarán representar a esas parejas anteriores.
Ahora haré un ejercicio pequeño con vosotros:
Cerráis los ojos: colocad delante a todas vuestras parejas y dadles el reconocimiento que precisan. Decidles: tú perteneces a mi vida.
Alguno se preguntará ¿dónde está aquí la moral? Aquí se muestra una moral diferente, más grande, un amor más grande, otra dimensión del amor.
La moral consciente dice “No”. La vida en su plenitud dice “Si”. Y esto es Amor.
Diré algo más sobre las relaciones entre hombre y mujer. Os imagináis a un hombre y a una mujer perfectos ¿serían felices? ¿Cómo se sentirán estos perfectos? ¿Necesitan al otro?. Lo que queremos especialmente en nuestra pareja son las pequeñas faltas. Esas son las que hacen a nuestra pareja especialmente amable.
Y esto nos da una ocasión de ser indulgentes, cuando el otro ha cometido un error ¿qué hago entonces? Le recuerdo que yo también he olvidado algo o he hecho algo que le ha ocasionado un dolor. Entonces estoy mirando más lejos, no lo miro a él y el otro se da cuenta de esto, y que quizá ya he olvidado lo que hizo y se alegra, y la próxima vez será él indulgente conmigo.
He visto que una relación de pareja se logra si cada uno le permite al otro diez pecados.
Habéis notado cómo esto quita peso. Nuestras relaciones tienen que permanecer humanas como la vida cotidiana lo es y entonces se logra el amor.
Quiero añadir algo muy importante para el amor entre un hombre y una mujer. Es el dar y el tomar, las dos cosas a la vez. Algunos se sienten mejores y le dan al otro, incluso más de lo que el otro quisiera tomar. Y cuando el otro quiere darles algo dicen: No. Porque si admiten que también necesitan algo, ya no pueden sentirse mejores o superiores, tienen que admitir que también necesitan algo.
¿Por qué se buscan mutuamente hombre y mujer? Por que les falta algo, les falta lo que tiene el otro. Entonces hacen un intercambio de lo que pueden dar. El hombre tiene que reconocer que la mujer es muy diferente a él, no se trata de una pequeña diferencia. La mujer tiene que reconocer que el hombre es completamente diferente a ella, incluso con un distinto modo de pensar. Él no habla de sus sentimientos.
¿Qué ocurre en una relación de pareja entonces?
Hay una palabra mágica:
“Por favor”
Cuando nuestra pareja nos dice "por favor" el corazón se transforma en un corazón más amplio. Implica aceptar que necesitamos al otro. Es el fundamento de toda relación: UNO LE DICE AL OTRO: “POR FAVOR”. Y quien siente lo que desea el otro, se lo dará.
¿Qué ocurre dentro de él? Por una parte se alegra. Por la otra siente que también tiene que devolver algo a su pareja y le dará algo al otro; y porque lo quiere le dará “un poquito más”. Y así va de un lado al otro del “dar y el tomar”. Y la pareja sabe que son felices: el intercambio de dar y tomar hace feliz. Y cuanto más grande es el intercambio, más grande es la felicidad.
Esta necesidad de compensación también existe básicamente en el otro extremo: si el otro me ha hecho daño también siento la necesidad de hacerle daño a él; para que la pareja permanezca hay que hacerle un poquito menos: un poquito más en el amor, un poquito menos en el daño, para no darle sitio a la infelicidad.
¿Cuál es el secreto de que parejas infelices se hayan transformado en felices? La necesidad de compensación es irresistible, en lo bueno y en lo malo.
Así me vengo pero con amor, haciendo “un poco menos”.
Sophie Hellinger: En este trabajo deberemos permanecer con el corazón abierto y con la mente cerrada. Esta enseñanza no puede ser comprendida por la mente, solo por el corazón. Es necesario dejar dormir a la mente, no pensar en los propios problemas, solo abrir el corazón.
De vez en cuando lo poco es suficiente, como en la homeopatía. Casi nada dentro es mejor. Hay que entender con el corazón.
La vida lo tiene todo. Y lo que deseáis vendrá y lo que teméis vendrá más deprisa aún.
Bert Hellinger: La preocupación por los hijos es la preocupación por la vida. Voy a trabajar ahora con padres con hijos difíciles, con hijos pequeños.
Elige a un hombre de entre el público.
Hellinger le pregunta cuál es su problema. Tiene tres hijos adoptados, cada uno de diferentes padres biológicos. Tienen 29, 28 y 15 años. Hellinger lo despide. Le dice que ya son adultos y dirigen su propia vida y que él no tiene derecho a intervenir en eso.
Ahora sale una pareja con una niña de 6 años que tiene el brazo izquierdo paralizado por un daño sufrido durante el parto. El parto fue normal con anestesia epidural y el médico le hizo daño a la niña al sacarla con demasiada fuerza.
Hellinger busca entre el público a una mujer con experiencia en constelaciones para que represente a la niña. La niña sale y aprieta su puño izquierdo.
Hellinger llama la atención sobre ese gesto de la niña y dice que una parálisis no se produce porque sí, está representando algo. Saca también al hermano pequeño de la niña y a su madre (la cliente). Ellos tosen en un momento: hay un secreto en la familia. Saca a una mujer para que represente el secreto y la niña se esconde detrás de ella.
El representante del niño pasará a representar al médico. Hellinger saca luego a seis personas más. Dice que en la familia de la madre hubo una partera que hizo nacer a niños (algunas de las personas permanecen de pie mientras otras se tumban) y también provocó abortos. Eso pasa a muchas generaciones. Saca a otro hombre para que represente al niño y los cuatro miran por encima de todo eso, más allá, a su propia vida. Coloca al médico delante de la niña, y ella le dice gracias. Ahora todos están mejor. El médico forma parte del sistema. No en vano se elige la profesión de médico, es algo que no ocurre por casualidad, obedece a fuerzas muy intensas que actúan sobre nosotros.
Hellinger: no es bueno interesarse por las personas que acaban de hacer una constelación. Cada persona vive su propia vida y debemos dejar a los demás vivir la suya, hay que dejarlos en paz. No permitimos a nadie intervenir en nuestra vida y nosotros no lo hacemos en la de los demás. Quien tiene curiosidad por la vida de otro toma algo del otro, le quita algo y con eso se hace daño a sí mismo. También el otro coge algo de él. Queda enganchado en eso, en la vida del otro.
Voy a contar un caso que conozco. Un hombre que tenía un gurú vino a verme porque un hijo suyo estaba muy enfermo, con un cáncer y sospechaba que ese cáncer era el gurú. Un gurú interviene en la propia vida. Quien lo tiene permite que este gurú participé en su vida y toma algo de él. Esto pasa cuando permitimos que alguien intervenga en nuestra vida. Si nos involucramos en la vida de alguien, cargamos con algo de ellos. En cambio cuando dejamos que actúen los movimientos del Espíritu, estas fuerzas intervendrán en la propia vida, se pondrán al servicio de la vida.
Voy a hacer ahora algo sencillo. Alguien que desee comprar una casa.
Elige a un hombre joven entre el público. Él dice desear tener un piso propio para él y su familia (mujer e hija). Vive de alquiler.
Hellinger coloca delante de él a una mujer, que representa a un piso. No pasa nada entre ellos, no se mueven. Hellinger hace sentar al piso y saca a otra mujer como representante de la madre del cliente. Cuando sale la mujer se da poco a poco la vuelta y se queda de espaldas al hijo. Hellinger coloca al hijo delante de la madre y ambos se abrazan.
Hellinger: sin madre, no hay piso. Sin madre, no hay marido. Sin madre, no hay mujer. Sin madre, no hay trabajo. Sin madre, no hay éxito. Sin madre, no hay dinero. Todo empieza con la madre.
Saca otra vez al hombre y a su madre y lo coloca delante de ella, tumbado en el suelo, honrándola profundamente. El hombre le dice a su madre:
“Querida mamá, por favor”
“Querida mamá, gracias”
“Tú me has dado lo más valioso, Mi vida”
“Ahora vengo a ofrecerte mi corazón”
(suena la canción de Mercedes Sosa, “Vengo a ofrecer mi corazón”)
Hellinger: todo comienza con aceptar a la madre, tal y como es. La madre es una revelación de Dios para nosotros. Cuando queremos a la madre, tal y como es, estamos unidos a Dios.
¿Cuánta gente es terapeuta y no ha tomado a su propia madre, tal y como es? ¿Cuántos terapeutas no honran a la madre de su cliente, tal y como es? El terapeuta que tiene miedo de no tener clientes suficientes, no está conectado con su propia madre. El que lo está tiene muchos clientes y puede ayudarlos.
Lo más importante en este trabajo es llevar a alguien con su madre. Cuando esto se logra, todo lo demás se logra también.
Ahora voy a decir algo sobre la adopción. Muchos padres adoptan a un niño porque ellos no han podido tener uno propio. Entonces roban al hijo de unos padres biológicos. El efecto de esto sobre el alma de los padres adoptivos es muchas veces la separación entre ellos. Normalmente el que no podía tener hijos se queda con los niños y el otro se va, lo abandona.
Vamos a ver un ejemplo.
Hellinger saca a una mujer para representante de una niña adoptiva y dos parejas, una de padres adoptivos y otra de padres biológicos. Coloca a la niña entre ambas parejas. La niña cae al suelo. La madre biológica mira para otro lado y el padre biológico tensa sus puños, tiene mucha rabia contra la madre, que abandonó a su hija. El padre biológico se inclina sobre la niña, la toca e intenta atraer hacia ellos a la madre biológica, que no se mueve.
El padre adoptivo tiene mucha rabia, tiene los puños apretados. Tiene rabia contra su pareja. Ella está muy intranquila.
Hellinger: Aquí solo el padre biológico mira a la niña- Lo que habría que hacer es buscar al padre biológico y darle a él la niña.
Hellinger: a veces alguien paga la adopción con su vida. Una vez estuve en un hotel en China al que llegaban personas de todo el mundo para adoptar niños chinos. Vi cómo estaban las niñas y era desgarrador.
Un niño está ligado al destino de sus padres y nadie puede descargarle o apartarle de este destino. Como cuando se le dice: “te ofrezco una vida mejor de la que podrías tener con tus padres”.
Pero si un niño no tiene quién lo cuide y una pareja lo ve y le dice: ahora nosotros cuidaremos de ti en el lugar de tus padres, entonces esto justifica la adopción. Pero primero habría que buscar si el niño tiene familiares que pudieran hacerse cargo de él, para que el niño pueda permanecer dentro de su familia.
Voy a poner el ejemplo de una mujer a la que conocí que tenía un niño adoptado de Etiopía. Su hija biológica tenía una enfermedad grave. Yo le dije: el niño tiene que volver a Etiopía y tu hija podrá salvarse. Realmente lo que pasó fue que el niño fue robado. La mujer trabajaba como asistente social para el desarrollo en Etiopía y pagó para que alguien robara al niño y lo dejara en la puerta como si hubiese sido abandonado.
En nuestra sociedad las adopciones tienen un valor positivo. Yo solo puedo advertir de que no son buenas medidas, sino todo lo contrario para el bien de los niños.
Ahora hablaré de las relaciones de pareja.
Para que haya una relación de pareja se necesitan tres cosas.
La primera de ellas es la relación sexual. Es la cumbre de una relación de pareja, el punto más alto. Solo a través de la consumación del acto sexual la pareja se convierte verdaderamente en pareja y la sexualidad es la cumbre. A través de la consumación del acto sexual, la pareja se pone al servicio de la vida y enseguida tiene un efecto, el acto sexual une a una pareja para una vida entera. Ya no se pueden separar porque se han puesto al servicio de la vida. Por el acto sexual hay un vínculo para toda la vida, la pareja no puede separarse después sin un profundo dolor y con un sentimiento de culpa, que muestra que ahora están vinculados el uno al otro. Están vinculados por Dios en el servicio a la vida. Por esto la unión sexual es la relación humana más profunda que hay y la relación sexual es una tarea.
Se dice que la atracción sexual va disminuyendo con el tiempo y para que esto no ocurra y progrese de un modo profundo, la sexualidad es una tarea de amor. Entonces y a través del acto sexual, el amor se renueva. La unión sexual vincula a la pareja permanentemente y cuando el amor se enfría, se renovará a través de la relación sexual. Pero el hombre tiene que seducir a la mujer, ganar a la mujer para esto, con amor y con respeto.
¿Cuáles son los obstáculos para este amor? La traición. Cuando el marido le cuenta a sus amigos cómo es la relación sexual con su esposa, actúa como un adúltero; es decir, la mujer es traicionada. Y cuando la mujer le cuenta a sus amigas cómo es la relación sexual con su marido, ella está traicionando a su marido y entonces la relación sexual sufre por esa traición. ¿Cómo se puede superar el daño hecho con esta traición? Con una renovación del amor, como cuando se inició, con un profundo respeto mutuo.
Lo segundo para que se de una pareja es el amor del corazón, mirar a la pareja con respeto y veneración, para que surja el amor del primer momento de la relación.
La tercera cosa es la vida en común, en la misma casa, el uno presente para el otro. Esto es más profundo cuando llegan los hijos: es lo cotidiano del amor. Este cotidiano pertenece al amor, estar presente, a disposición del otro.
Hay algo más todavía: ¿qué es lo más importante para nosotros?
Cuando éramos niños lo más importante era la seguridad. ¿Cuál es nuestra peor experiencia? Que no haya nadie que nos de seguridad. Es el dolor de los niños que se sienten abandonados y les domina un sentimiento de pánico porque los padres no están.
¿Qué sigue siendo importante en la relación de pareja? La seguridad. Que esté el uno para el otro, para toda la vida. Esto se muestra públicamente con un matrimonio. Cuando se casan, la pareja se da la promesa de estar juntos toda la vida. No es comparable con las parejas que dicen que aún es todavía demasiado pronto para casarse. Con ello lo que realmente están diciendo es: “todavía estoy esperando a ver si puede haber otro mejor para mi”. ¿Cómo estará entonces el amor de esta pareja? ¿Se tienen confianza el uno en el otro?
¿Pueden fiarse el uno del otro? Esta afirmación: “Me quedo contigo para siempre” es un presupuesto importante para lograr una relación de pareja.
Naturalmente esto no siempre se logra. Hay acontecimientos que separan a una pareja, como un aborto, que separa, porque con el niño también se aborta al otro miembro de la pareja.
Cuando una pareja decide casarse se afirman mutuamente el quedarse juntos para siempre.
He realizado seminarios en un lugar bajo la dirección de una pareja. El hombre murió y la mujer estaba abatida y depresiva, apenas podía hacer algo, no podía superar esta pérdida. Le había ofrecido mi ayuda. Después de un año vino y me dijo: Sr. Hellinger ahora necesito su ayuda. Le dije: siéntate, cierra los ojos y regresa a aquellos tiempos en que encontraste por primera vez a tu marido. Después de unos minutos su cara empezó a brillar. Y le dije: ahora puede irse. Esta es toda mi ayuda. Y ella había rejuvenecido y estaba muy activa. Esos recuerdos del principio son preciosos.
Voy a hacer algo con una pareja joven. Sale un chico joven de 24 años y una chica de 19 años.
La chica no está disponible, cuando saca a su madre y la coloca detrás ella empieza a llorar y a sentirse muy mal. Coloca a otra chica delante del chico y esta es una niña de papá. Tiene a su papá al lado, no hay sitio para el chico. Hellinger explica que cuando esto curre, no hay sitio para la pareja. El hijo que se siente mejor que su padre para su madre, desprecia a las mujeres y no podrá tener pareja. La hija que se siente mejor para su padre que su madre, que ocupa el lugar de su madre junto a su padre, desprecia a los hombres y no podrá tener pareja.
Todos cerramos los ojos y las mujeres imaginan a su padre delante y los hombres imaginan a su madre. Le decimos:
“yo no soy mejor que mamá (papá) para ti. Es mejor que Mamá (papá) esté a tu lado y no yo. Yo sólo soy tu hija (hijo)”
Voy a hacer algo con una pareja de divorciados.
Sale un hombre que lleva cinco años divorciado. Tuvieron dos hijas, una de 29 años que falleció hace dos meses en accidente de tráfico y otra de 25 años. Saca a una mujer para representar a la esposa y los coloca uno enfrente del otro. La mujer tiembla y se va cayendo y él avanza hacia ella y la sostiene. Ella está muy abatida por la muerte de su hija. Hellinger saca a una representante para la hija muerta. Ellas se abrazan. Hellinger separa al hombre de ella y le dice:
Diles “ya se acabó” “ya pasó” “Tenía el permiso para haber acabado” “Y ahora las dejo en paz” “completamente en paz” “gracias por todo” “era tanto” “mi corazón está lleno de amor” “pero ahora las dejo en paz” “y mi vida sigue”.
Sophie le lleva hacia fuera, le da varios golpes en la espalda y le muestra el público. Le dice: esta es la vida, tanta gente, tantas caras amables, tantos ojos amorosos. Atrás tu trabajo se ha terminado.
Hellinger: Las preocupaciones quitan fuerza. Con preocupaciones podemos molestar al otro.
Una relación puede acabarse sin culpa de ninguna de las partes, como vimos aquí. En un divorcio pensamos a veces en una víctima y en uno que ha hecho daño, pero son fuerzas del destino las que actúan aquí y nadie las controla. Cuando sucede algo como esto, la separación se logra cuando el amor puede continuar. El recuerdo del inicio del amor puede ayudar y así cada uno queda libre para su propia vida.
Ahora Sophie y el cliente bailan sobre el escenario al ritmo de una canción.
Final del taller.
Apuntes de Teresa Sánchez