Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Ayuda a los niños

Revista Hellinger, Junio 2007

Hijos con un destino cargado

Numerosos ninos y jóvenes viven un destino cargado, sobre todo los que se encuentran en orfanatos. A veces han perdido a sus padres, o han sido abandonados. No tenian su lugar en el hogar familiar, cual sea el motivo por ello. Destinos de esta indole cargan mucho a un nino o un joven. Algunos se las arreglan bastante bien, otros padecen mucho. Con frecuencia se vuelve dificil por el motivo que nos fijamos solo en lo que está cerca. Puede que el nino esté mirando solamente a su padre y a su madre, que tal vez ni conoce. Talv ez esté enfadado con ellos, los eche de menos, esté triste o incluso desesperado. Si queda fijado en lo que está cerca, en su relacion con estos padres, se encuentra en un callejon sin salida. Es preciso entonces ampliar la vista y esto es algo posible.

Por otra parte, este n´ño ha recibido la vida de estos padres precisamente. No existen otros padres para él. Por lo tanto, ellos son lo mejor para él, los unicos posibles y, consecuentemente, los únicos idóneos.

Con todo ¿de donde viene la vida que estos padres han transmitido? La han recibido de sus propios padres, que la han recibido de sus padres etc...La vida viene de muy lejos. ¿Cuan lejos? No lo sabemos. El principio de la vida se pierde en algo oculto. Sin embargo, la vida que fluye a través de tantas generaciones es siempre la misma. En este sentido, no importa mucho como eran los padres. Con respecto a la transmision de la vida, todos los padres son iguales. No existen padres mejores o peores. Sólo existen padres.

Entonces, cuando un nino con un destino pesado consigue mirar más allá de sus padres, hacia las muchas generaciones anteriores y hacia el origen de la vida, y cuando toma la vida que viene a través de tantas generaciones, fluyendo hasta él, se le abre el corazon. Sabe entonces que su vida no depende solo de sus padres. Se siente vinculado con algo mayor y recibe una fuerza correspondiente.

Sin embargo, en función de los padres que uno tiene, uno está limitado, por un lado, pero por otro se recibe de ellos posibilidades y capacidades determinadas. Un destino dificil y cargado adquiere de esta manera más grandeza que un destino fácil.

Les contaré una historia. Trabaje en Londres con una mujer que padecía poliomielitis. Estaba en silla de ruedas, acompañada por su querido marido que la cuidaba muy bien. Le pregunte: «habéis, tú y tus padres, agradecido por lo bien que te ha ido?». «No» dijo ella. Le dije entonces:»Ahora lo puedes hacer». Se pudo ver como lo hizo interiormente y lo bueno que fue para ella. Luego le pedí que se imaginara algo. Primero, imaginarse una vida como cualquier otra mujer. Y después, ver como era la suya propia. Y le pregunté: «Cuál de los dos destinos es más grande, el tuyo o el de la otra mujer?» Se echó a llorar. Después de una intensa lucha interior contestó: «el mío». Había sentido la gran fuerza detrás de su destino.

Asi lo puede ver cualquiera que tenga un destino particular. Cuando lo logra aceptar y aprovechar en toda su particularidad, recibe de él una hermosa fuerza.