Revista Hellinger, Junio 2008
Sereno es aquel que puede soltar la preocupación o el tumulto del corazón al sufrir un insulto, una humillación o una calumnia. Sereno es también aquel que puede dejar atrás viejos sueños, exigencias del pasado y reproches remotos, liberando su corazón y brindándole sosiego, recogimiento y disposición para lo que ahora se perfila y se ofrece.
Sereno se encuentra aquel que perdona, permitiendo que lo pasado sea pasado, sin arrastrarlo al presente. Esta serenidad es fuerza sin emoción, una actitud de entrega recogida abierta hacia el instante presente y el futuro.