Revista Hellinger, Junio 2008
Quisiera ir con vosotros a otro nivel más del amor. Existe un cuarto círculo, totalmente distinto. Habitualmente, cuando amamos a alguien, algunos aspectos de él nos gustan. Otros aspectos no nos gustan y los rechazamos. Igual que para nosotros mismos, algunas partes de nosotros nos complacen e incluso las ostentamos. Otras partes nos molestan y las negamos, las reprimimos. Nos gustaría deshacernos de ellas. Sin embargo, somos completos únicamente cuando cada aspecto puede obtener su lugar. Para explicar esto, os leeré una pequeña historia. Mientras escucháis, podéis sacar alguna conclusión respecto a su significado.