Revista independiente Hellinger

Revista Hellinger, Marzo 2006
Traducción de Patricia Sánchez

Pensamientos Personales

La orientación

El que conduce avanza. Guía a aquellos que están listos para seguirle. ¿Por qué están listos para seguirle? Porque él les muestra el camino hacia un fin que también es importante para ellos, precediéndoles en el camino.

El que guía debe saber, por experiencia, hacia donde lleva el camino.

Eso es especialmente válido en el área espiritual.

Esto quiere decir que los que le siguen deben estar seguros de que él ya ha recorrido el camino o al menos de que se ha comprometido con él.

¿Cómo puede saber el que guía a los otros por este camino si tiene el permiso o incluso el deber de guiarles?

Porque él mismo está guiado.

Porque está en resonancia con un movimiento espiritual que se apodera de él personalmente y al cual sigue valientemente cuando actúa.

Aquellos a los que guía también están sobrecogidos por esta fuerza espiritual.

Siguiendo al que les guía, siguen este movimiento. Pero esto también quiere decir que pueden continuar siguiéndolo únicamente el tiempo en que éste siga en resonancia con ese movimiento.

Cuando aquel que les guía se aleja de él, pierde la misión y el derecho de guiar.

Pierde a aquellos que le seguían y que continúan en resonancia con el movimiento creador que sostiene a todos.

El que guía en resonancia con este Movimiento Creador, guía al mismo tiempo, en resonancia, a aquellos que le siguen. Esto quiere decir que también es guiado por ellos y que puede contar con ellos como ellos pueden contar con él.

Sin embargo, esto sólo es posible si ellos siguen también en resonancia con este movimiento espiritual.

Si no, él tiene la obligación de separarse. Y eso también, en resonancia con la Fuente que le guía.

Aquí es donde se muestra más claramente si es realmente capaz y si tiene realmente permiso para guiar a otros.