Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Temas de actualidad: en Semana Santa

Revista Hellinger, Marzo 2008

Gracias por la nueva vida

Quisiera trabajar con alguien respecto a algo que nos abre a una nueva dimensión, una situación particular. Si nos adentramos en ella, ganamos algo para nosotros también, algo especial.

¿Quién era la persona que tosió? ¿Tú eras? Ven al lado mío.

La mujer se sienta al lado de él: Me has contado algo de tu situación. Dilo a los otros. Cuenta de tu tos y a lo que está ligada.

La mujer: A los 18 años tuve una grave embolia, que fue diagnosticada demasiado tarde. Se formó una trombosis, fui operada y a continuación me encontré en coma durante tres meses, clínicamente muerta. Desde hace 26 años estoy con esta tos. Los médicos no saben de donde viene y ya no me pueden ayudar. Mi corazón está mal, mis pulmones y mis oídos también. Sufrieron los efectos de los remedios que me dieron en aquél entonces, según me dicen. Sufro los efectos secundarios. Ya no oigo algunos sonidos y tengo acúfenos en todos los registros, desde hace 26 años. A causa de los acúfenos no oigo los sonidos agudos pero tengo metido dentro el ruido de una obra en construcción, constantemente. La tos, es mi pan de cada día.

Hellinger, al grupo: le he dejado contarnos su historia para que podamos entrar en resonancia con su situación, con compasión y benevolencia. Me sintonizo también con su situación.

La pregunta ahora es: ¿qué es lo más importante, lo decisivo? ¿Qué es lo que ella ha dejado de lado, por ejemplo, que es esencial? A ello quiero ir con ella, y con vosotros también. Entonces veremos lo que surge de bueno de ahí.

A la mujer: ¿de acuerdo?

La mujer: sí.

Hellinger: Entonces, ¿qué es lo esencial, lo que ha quedado apartado?

La mujer tose con fuerza.

La tos dice: he vuelto a nacer y me he despertado a una nueva vida.

Ella mira a Hellinger y se echa a reír.

Hellinger: Esto es lo más importante en una situación así. Tu vida se había concluido, y de repente, te has despertado. Esto es una segunda vida, una nueva vida.

Viernes Santo. El Viernes Santo ha venido a mí por primera vez. ¿Qué fue olvidado, pues, que es esencial? Agradecer por la nueva vida.

Ella asiente con la cabeza.

Hellinger: Ahora cierra los ojos. Te doy unas imágenes. Estás en coma, clínicamente muerta. Viene un ángel, un ángel luminoso que te roza los dedos. Detrás de él, actúa un amor infinito. Entonces, él te despierta. Abres los ojos, respiras hondo, miras a tu alrededor y dices: estoy de vuelta.

Luego cierras otra vez los ojos y miras este amor infinito, que te ha dado una vida más. Él te dice: Te la brindo otra vez, entera, desde el comienzo. Es un regalo total. Ella no te puede costar nada porque te la ofrezco, con mucho amor.

La mujer asiente y llora.

Hellinger: Di: “Ahora la tomo entera, en su plenitud. Y serviré”.

La mujer abre los ojos, mira al cielo y dice: Sí. Luego mira a Hellinger y ríe.

Hellinger: Bueno, y ahora ¡adelante! Que te vaya muy bien.

Al grupo: En nuestro trabajo damos con frecuencia con situaciones donde alguien estaba como muerto, en situación de peligro de muerte, y la persona regresa. A lo que no tenemos en cuenta es el agradecimiento. Entonces, la persona dice: he vencido la enfermedad. Otra persona dice: mi vida me es nuevamente brindada. Gracias. Con esta vida haré algo bueno, al servicio de la vida.

A veces es así que los padres se olvidan, cuando un hijo ha estado a punto de morir – por ejemplo, cayendo al agua , ahogado ya a medias e inconsciente, y salvado – los padres se olvidan que su hijo les es ofrecido por segunda vez.

Al abrirse a esto y al dar las gracias, surge entre su hijo y ellos una relación muy distinta, una relación de mucho valor.