Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Hombre y mujer

Revista Hellinger, Septiembre 2007

Te quiero

En el fondo, he terminado con mi trabajo sobre la relación de pareja. He dicho mucho acerca de los distintos caminos y de lo que actúa dentro de la pareja. ¡Cuán indescriptible es en realidad la relación de pareja! Maravillosa y profunda. Y conectada con tantos destinos. Maravillosa y grande. Así es como la contemplo.

Hay parejas que se dicen: te quiero. El hombre lo dice a la mujer y la mujer al hombre. Hay personas que no se animan en decirlo. Los que toman en serio el amor, a menudo no se atreven a decirlo. Intuyen lo que significa el pronunciar estas palabras: te quiero.

Intuyen lo que resuena con esta declaración, lo que despierta de angustia por una parte y de aceptación y compromiso por otra parte. Cuando el hombre, consciente del alcance profundo, le dice a la mujer: te quiero, ella lo puede aceptar si percibe lo que significa en realidad cuando ella le responde: sí, te quiero. ¿Qué acontece en las profundidades de sus almas? Algo increíble. De repente acaba algo. Todo lo que existía antes se disuelve. Y empieza lo nuevo, lo inmenso.

¿Quién en el hombre ama a la mujer y quién en la mujer ama al hombre?

¿Quién, en los dos, ama al otro tal como es?

Dios ama, o lo divino, o aquel espíritu que pone todo en movimiento y lo mantiene así. El amor es un poder celeste, literalmente para mí. En el amor del hombre y de la mujer se concretiza la vida. Cuando ambos consuman este amor en el acto sexual, se produce la más elevada concretización de la vida – y del amor. A la vez, es el acto religioso más profundo, el más inconmensurable que se pueda dar. Es el acto más espiritual que exista. El amor se sitúa entonces en la cúpula.

¿En qué quedan pues las nimiedades del día a día? Cada uno le dice al otro, simplemente: sí, te quiero.