Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Las constelaciones del espíritu

Buenos Aires, Julio 2006.

Las constelaciones del espíritu (Lo que hace felices a las parejas -1
Bert Hellinger en Buenos Aires, Julio 2006.

Lo esencial

(…) En muchos aspectos también las constelaciones familiares van en esa dirección, sin rodeos, a algo esencial. Y a veces nos sentimos emocionados, movilizados, sin saber exactamente de qué se trata, porque lo esencial es lo mucho concentrado en uno. Pero ese uno no es una cosa individual. Dentro de ese uno vibra todo de lo mucho y por eso no podemos comprenderlo. Y algunos que todavía no conocen esto, a veces, pretenden saberlo exactamente. ¿Y eso qué significa? ¿Por qué se hizo este paso? 

En ese instante pierden lo esencial y así hoy y mañana en este curso vamos a dirigirnos a lo esencial. A lo esencial para que las parejas sean felices.

Una pareja. Un hombre y una mujer juntos.

Al lado de Hellinger se sienta una pareja.

Hellinger: Bueno, simplemente vamos a observar y ya vemos de qué se trata. La percepción. Lo primero que podemos ver es: la mujer quiere morir. Ese es el problema. Ahora vamos a ir sintiendo esto internamente. Si ahora el destino sigue su camino, es decir, que ella quiere morirse y muere, ¿se solucionó algo? ¿Mejoró algo? ¿Algo se puso peor? En una situación así al individuo debemos verlo en un contexto más grande, tenemos que verlo junto con sus padres, también con los ancestros, los destinos que se fueron cumpliendo, y también debemos tener en cuenta que no importa lo que haga el individuo, quién queda afectado. ¿El individuo es libre de poder hacer algo? ¿Sin que tenga consecuencias fuertes para otros? ¿Incluso también para alguien que ama? Es decir, debemos verlo en un contexto mayor. Por eso no solamente miro a la mujer, también miro a todos los demás de su familia. 

Y hago un ejercicio muy fácil. ¿Están de acuerdo? Algo que tiene que ver con sentir, contemplar. También contemplar a muchas otras personas de la familia para poder encontrar una buena solución para muchos y por supuesto para tu marido. Para todos al mismo tiempo.

Hellinger se dirige a la mujer: Ubícate ahí. Y ahora elijo las representantes para las mujeres de su familia. O sea, para muchas mujeres. En muchas generaciones. ¿Está bien así?

Mujer: Sí.

Hellinger: doce mujeres. Y hacen un círculo alrededor de ella. Un círculo estrecho. Se cogen de las manos y todas la toman en su corazón. Y la miran. Permite que ellas te miren. Abre los ojos y mira a cada una de ellas. Así. E internamente a cada una le dices: "por favor". Internamente.

La mujer toma tiempo para girarse hacia cada una de las mujeres.

Hellinger: Toma a estas dos mujeres. Ellas están muertas y te atraen. Quizá también se trate de niños, de hijos. Y míralas. Y a cada una les dices internamente: "Sí". Deja los ojos abiertos. Míralas y diles: "Sí". Ok. 

Y ahora te incluyes en el círculo junto con las otras y ahora las miras; y ahora con ella voy a hacer un ejercicio y ustedes pueden participar. 

Cierren los ojos. Y tú deja los ojos abiertos, las miras a todas ellas y esperas hasta que internamente te surja una palabra o una frase que a todos les haga felices. Todos tus ancestros y también todos los muertos. No es necesario que lo digas, es suficiente si repentinamente la sabes.

Las representantes se retiran.

Hellinger se dirige a la mujer: Tú permaneces aquí y tú (al marido) te colocas en frente.

La mujer baja la cabeza. Tiene los ojos cerrados. Después de un tiempo da un paso hacia delante. Levanta la cabeza y abre los ojos. Despacio se acerca al hombre hasta que se cogen las manos. La mujer de nuevo baja la cabeza y cierra los ojos. Apoya su cabeza contra el hombro izquierdo del hombre. Se toman las manos.

Hellinger dice a una mujer: Ubícate delante de ellos.

Hellinger: Bueno, lo dejo aquí. Muchas gracias para ustedes.

Hellinger: A veces hay un hombre y una mujer y se enamoran, entonces van al futuro alegres. Pero lo que actúa en la profundidad es mucho más grande. Y aquí eso pudimos verlo. Hay algo sagrado que actúa y nosotros mantenemos una distancia con respeto por lo que transcurre entre el hombre y la mujer. Y aqui se nos mostró de una manera especialmente hermosa los movimientos del espíritu.

Moverse con el espíritu

Pero yo también estaba movilizado por un movimiento del espíritu. Es que yo confié en un movimiento así y solo porque lo pude hacer de esta forma sabía cada paso. No podía imaginármelo, simplemente seguía este movimiento. Y nos movemos entonces en una dimensión totalmente distinta. También en una dimensión distinta de este trabajo. Si hubiésemos dicho por ejemplo que íbamos a constelar de manera tradicional y hubiésemos tenido ciertos conceptos de lo que necesita la pareja, hubiéramos pensado dónde podrían encontrar su solución, ¿Dónde hubiéramos terminado? ¿Qué es lo que podríamos pensar sobre lo que podríamos hacer? Intervenir con cierta soberbia o hacer propuestas. Hubiésemos estado completamente equivocados. 

Lo que muestro aquí es otra forma de constelaciones familiares, es moverse con el espíritu. Y solamente en la medida que el espíritu nos mueve, no más. Entonces no hace falta hacer muchas preguntas. Yo no sé nada de ustedes y tampoco quiero saber. Ustedes saben, pero vi algo y eso lo dije. Entonces así comienza todo.

Durante este curso vamos a ver más de lo que significa moverse con el espíritu y la profundidad de este modo de trabajar y lo maravillosos que es. Entonces logramos un nivel muy distinto de la felicidad. Y acá también lo podemos ver, la otra felicidad. Más allá del enamoramiento, a pesar de lo lindo que es todo esto, por supuesto. Porque también es un movimiento del espíritu, es un momento inicial del espíritu. Y al final se va a la plenitud de la vida.

Quisiera decir algo acerca de la diferencia entre las constelaciones familiares que van con el espíritu y las constelaciones familiares a las que estamos acostumbrados. 

A nivel del espíritu no hay diferencia entre el bien y el mal. A ese nivel tampoco hay culpa. La sensación de culpa e inocencia tiene que ver con la inocencia, y muchos de los problemas surgen de la conciencia, por la diferenciación del bien y del mal, y también por la diferenciación de lo correcto y lo incorrecto. Y también a nivel de la conciencia existe la necesidad de compensación. La necesidad de compensación en la pareja tiene un efecto muy benéfico. Esta necesidad de darle a la pareja si hemos recibido algo de él. Pero la necesidad de la compensación también tiene un efecto muy dañino sobre todo lo que se refiere a la culpa. Por ejemplo cuando nos sentimos culpables por haberle hecho algo a alguien. Quizá cuando nos sentimos culpables por la muerte de otra persona. Cuando, por ejemplo, en una relación de pareja los padres se sienten culpables por haber abortado a un hijo, entonces surge la necesidad de compensar. ¿Entonces cómo ocurre esta compensación? Queremos sentir lo mismo que la persona por la que nos sentimos culpables. 

Entonces esto se llama expiación. Expiamos una culpa sintiéndonos mal. Y esa expiación surge por la necesidad de expiar, pero eso es una forma de proceder extraña porque es sin amor. La persona que expía está exclusivamente mirándose a sí misma. Quiere que ella misma se sienta mejor. A través de la expiación se siente aliviado porque compensó. ¿Pero a quién le sirve la expiación? Para aquel por el que me siento culpable, ¿significa algo? ¿Sirve la expiación a la vida? ¿O está opuesta a la vida? La expiación está opuesta a la vida. En la misma medida que también está opuesta al amor. Todos estos son movimientos dentro de la conciencia. Por eso si nos movemos dentro de la conciencia, perdemos la relación con la vida. Y dentro del campo de la conciencia también nos oponemos a otros, los juzgamos, etc. Y si se dan cuenta que a menudo haciendo las constelaciones familiares han permanecido en el marco de la conciencia. Entonces uno queda apegado a algo que lleva a la muerte en lugar de que sirva a la vida. 

Por supuesto es importante que comprendamos lo que ocurre dentro del marco de la conciencia. Eran pasos importantes, pero eso movimiento no permaneció quieto, y eso lo vemos ahora con los movimientos del espíritu. 

Los movimientos del espíritu están más allá de la conciencia. ¿Cómo puede ser? El movimiento del espíritu pone a todo en movimiento, todo tal como es. Incluso aquello que nos hace sentir culpables. La culpa por la que yo le hice algo a otra persona es un movimiento del espíritu, este movimiento no proviene de mi interior. No puedo decir yo lo hice como si ese movimiento hubiera surgido de mí. El espíritu quiere que así sea. ¿Ustedes pueden percibir lo que exige esto de nosotros? Requiere un cambio en la forma de pensar. Ahora lo voy a demostrar un pequeño ejemplo. 

Elijo a una mujer, ubícate aquí; y ahora elijo a dos representantes para muertos por los que tú te sientes culpable. Solo quiero mostrar un ejemplo. Ustedes dos se tumban frente a ella en el suelo. Ustedes son dos muertos por cuya muerte se siente culpable ella. Podía ser un accidente o un aborto o cualquier otra cosa. Ahora ella los mira y ella se siente atraída por ellos, y eso es el movimiento dentro de la conciencia. Al final tú también quieres acostarte y morir. Y si tiene hijos, los hijos dicen: yo muero en tu lugar. Eso es grave. 

Ahora miras más allá de todo esto, a distancia, a otro nivel; al nivel del espíritu. Y miras al destino de ellos y miras a tu culpa también al servicio del espíritu. También a las consecuencias que tiene para ti. Y miras por encima de ellos. Eso ahora era transición al nivel del espíritu. Y a ese nivel todos están cuidados. Nadie está mejor, nadie está peor. Están todos tomados por algo más grande. Más allá de la diferenciación del bien y del mal. Y ellos ya han cerrado los ojos, están paz. No debes mirar, más allá por encima. Lo has demostrado, no es necesario que te pregunte. Ok. Muchas gracias a todos.

Voy a seguir trabajando entonces con la próxima pareja. Quiero ir adelantando algo. Este curso es para tratar a las parejas y aprender a hacerlo. Entonces aprendo mucho más cuando trabajo con una pareja. Los dos están presentes. Por supuesto también hay otras personas que tienen problemas de pareja que han venido solos. También se puede trabajar con ellos. Pero prefiero trabajar con la pareja mientras haya parejas que juntos quieren solucionar algo.

Ok, ahora les miro a ustedes. Cambien el lugar. Tíiu me contó que en cuatro semanas quieren casarse.

Hombre: Sí.

Hellinger: Qué bien. ¿Alguno de ustedes tuvo una relación anterior fija?

Hombre: Sí, yo.

Hellinger: ¿Tienes hijos de esa relación?

Hombre: No.

Hellinger: ¿En serio?

Hombre: No sé.

Hellinger: Dudó un poco, por eso le pregunté. Entonces aquí tenemos una situación compleja. Es decir, no es suficiente que yo mire al hombre y a la mujer, también miro a las parejas anteriores. Una de las experiencias en las constelaciones es que las parejas anteriores tienen un efecto en la nueva relación. Porque a través del amor entre hombre y mujer, si se ha cumplido, entre estas personas se ha formado una unión que dura toda la vida. Es decir, no nos podemos librar de las parejas anteriores. ¿Cuál es la solución? Las parejas anteriores deben ser reconocidas, y esa unión anterior también. Se incluyen en la nueva relación. Y si son reconocidos, el efecto es bueno en la nueva relación. La importancia que tienen las parejas anteriores lo vemos en el hecho de que los hijos más adelante representan a la pareja anterior, sin que la familia se dé cuenta de esto. Les voy a dar un ejemplo. Un amigo contó que su pequeño hijo de cuatro años puede sacar a los padres de quicio de tal manera que no saben qué hacer. Sabe exactamente cómo hacerlo. Y me preguntó, ¿qué hago? Y le dije: ¿Estuviste casado antes? ¿No sabes que un hijo va luego representando a la pareja anterior? Y me dijo que con su mujer la situación era igual, también tuvo una pareja anterior. Y le dije que la próxima vez que su hijo les saque de quicio y no sepan qué hacer, miren más allá por encima de él a las parejas anteriores de ustedes con amor y respeto. Cuatro semanas después lo volví a encontrar y me dijo que esto funcionó a la primera.

Pueden ver en sus hijos cuáles representan a las parejas anteriores y la solución es muy fácil. Los respetamos, porque muchas veces les hacemos reproches. 

Bueno, esta fue mi introducción. Entonces la pregunta es, ¿ahora qué hago? Porque primero debo trabajar con su relación anterior y después miro a ustedes dos. ¿Estás de acuerdo?

Hombre: Sí.

Hellinger: Entonces elijo un representante para él y una representante para su pareja anterior. Ubícate frente a él.

Los representantes se miran. Hellinger saca a otra mujer como representante de la pareja actual y la ubica en medio a cierta distancia. La mujer mira a ambos.

Hellinger: Vemos que el hombre no le mira a ella. Está mirando continuamente a la mujer anterior. Ahí vemos la unión.

Hellinger saca un hombre para que represente a un muerto. Este se tumba delante de la primera pareja. La segunda mujer se aleja, tiene los puños cerrados.

Hellinger: Miren las manos de ella.

La mujer se acerca al hombre y lo mira; este sigue mirando a su primera pareja. Luego el hombre y la segunda mujer se dan la espalda. Hellinger saca una mujer para representar a otra muerta, esta vez cerca de la segunda pareja. Esta se aleja. El hombre se acerca a la muerta y la mira, reposa la cabeza sobre su pecho. Hellinger se levanta y aleja al hombre de la muerta.

Hellinger dice al hombre: Y ahora mira a la distancia, por encima de todos. Más allá del destino de ellos. Ella ahora cerró los ojos.

Hellinger acerca al hombre a la segunda pareja.

Hellinger: Y tú haces lo mismo.

Hombre y mujer se miran y se abrazan.

Hellinger dice a la primera pareja del hombre: Diles, “Para mí se terminó”.

Mujer: Para mí se terminó.

Hellinger: Gracias a todos.

Hellinger se dirige al hombre constelado: ¿Cómo te sientes?

Hombre: Liviano.

Hellinger: ¿Y tú?

Mujer: Bien, más tranquila.

Hellinger: Esto fue un lindo ejemplo de permanecer en el nivel de la conciencia donde no hay solución. Pero si pasamos al nivel del espíritu sí. Al principio la representante de ella estuvo completamente en el marco de la conciencia, como la vengadora, y no podía encontrar el paso al movimiento del espíritu. Estaba demasiado identificada. Por eso tuve que llevarlo un poco afuera para que él tomara consciencia. Y lo decisivo fue la mirada a la distancia, pasando al movimiento del espíritu donde cada cosa tiene su lugar y también puede encontrar su fin. Entonces ella también pudo mirar hacia la misma dirección por encima del todo lo pasado. Como dejar la responsabilidad a algo más grande.