Bert Hellinger / Los textos citados son las transcripciones autorizadas por el mismo Bert Hellinger de sus entrenamientos y conferencias. Algunos son extractos de sus libros.














































Recopilación de visualizaciones y ejercicios de Bert y Sophie Hellinger

Índice

  1. Caminar con el espíritu
  2. La preocupación por alguien
  3. Exploración del movimiento interior
  4. La relación con la madre: el movimiento del amor y de la vida
  5. Separación temprana de la madre
  6. En acorde con el latir del amor, el latir de la vida
  7. En sintonía con nuestra madre, la vida y Dios
  8. Resucitar de los muertos y avanzar hacia la vida
  9. Dejar los muertos a su destino e integrarnos al movimiento eterno de la vida
  10. Muertos muertos, Vivos vivos
  11. De la enfermedad a la salud
  12. La sanación: incluir al excluido
  13. La sanación: respectar el orden de la jerarquía
  14. Imágenes que lo unen todo en el amor: querida mamá
  15. Si a todo
  16. Abundancia: cuanto más das a la vida más recibes de ella
  17. Libres de la penas de los demás y de los padres para caminar hacia nuestro futuro
  18. Dejar que la pareja sea tal como es
  19. El trabajo
  20. Hacia un movimiento de amor: “Yo estoy al servicio”
  21. Buenos y malos: el sol, brilla para todos
  22. Liberar al otro de nuestra culpa hacia él
  23. Benevolencia por el paciente y su familia
  24. Tomar al padre y a la madre así como nos son ofrecidos
  25. Acoger lo difícil
  26. Familia, excluidos, enfermedades. Os tomo en mi corazón
  27. A todo/todos: os quiero, os tomo en mi corazón
  28. Un ejercicio para los que siempre tienen prisa
  29. La felicidad de cada uno
  30. Nuestra frase
  31. Unido, separado y distinto de la madre
  32. La vida colmada
  33. Visualización para niños prematuros
  34. Gracias
  35. Integrar a las personas excluidas y los acontecimientos
  36. Confía tu sanación a tu alma
  37. Extracto de “Con la mirada hacia el futuro”
  38. SI, asiento a todo, gracias
  39. Por la paz
  40. El sentido profundo de la palabra AMOR
  41. ¿Dónde se inicia la paz? Te necesito.
  42. Los movimientos del alma. Lo esencial: La fuerza fluye a través de todos nuestros ancestros
  43. Ejercicio tras el 11 S

1. Caminar con el espíritu (Barcelona septiembre 2009)

Cerrad los ojos.

Nos imaginamos a dos personas ante nosotros. Una para la vida y otra para la muerte. Pero no sabemos quién representa a quién. Nos exponemos a las dos en la misma medida y esperamos. 

(Silencio)

Esperamos hasta que nosotros y las otras dos nos veamos abarcados por un movimiento y lo acompañamos, siempre somos acogidos todos por un movimiento que nos lleva.

Eso es caminar con el espíritu. O más bien, el espíritu nos permite andar con él y esto nos lleva a unas dimensiones increíbles.

¿Quedó claro el trasfondo, el movimiento?

2. La preocupación por alguien (Barcelona septiembre 2009)

Cerrad los ojos

¿En qué queremos poner la atención ahora? 

Hay una persona por la cual nos preocupamos: un hijo, una pareja, el padre o la madre, un hijo discapacitado. Interiormente la miramos: la colocamos en el alma. Frente a ella, se encuentran la vida y la muerte. Nos mantenemos en la reserva y dejamos que un movimiento se pueda desarrollar por sí solo, más allá de nuestros miedos y deseos.

¿Cómo os ha ido? 

Es un cambio, un cambio total. De nuevo, un ejemplo para acabar con la psicoterapia… Todo tiene su momento y todo tiene su fin. 


3. Exploración del movimiento interior (Barcelona septiembre 2009)

Cerrad los ojos.

Vamos a nuestro movimiento interno. 

Exploramos hacia dónde se dirige ese movimiento: ¿Va hacia abajo? ¿Va hacia delante?

¿Tiene fuerza o es débil? 

¿Está satisfecho con poco, o reúne sus fuerzas para ir hacia algo más? 

Percibimos lo cómodo que es el movimiento hacia abajo. Sentimos algo más: el movimiento hacia abajo es un movimiento de odio. El movimiento hacia delante, con la vida, hacia más vida para nosotros y otros es un movimiento de servicio con amor. Servir la vida con amor. 

Es un movimiento con alegría.

4. La relación con la madre: el movimiento del amor y de la vida. (México marzo 2009)

Cerrad los ojos.

Todos nosotros tenemos la misma experiencia de origen. 

La de latir al unísono corazón con corazón, con el corazón de mamá. 

Así, aun si se produjo una interrupción, la memoria de base aún está presente en nosotros. 

Y ahora regresamos a esa experiencia de origen. 

Sentimos cómo late el corazón al unísono. 

De ella hacia nosotros, de nosotros hacia ella.

Vivenciamos esa memoria, nos dejamos llevar por ella, hacia la vida, más allá del vientre de mamá y fuese lo que fuese lo que ahí sucedió, incluyendo la experiencia dolorosa, nos dejamos llevar por la memoria a través de esa experiencia de sufrimiento. 

Nos dejamos llevar hacia la sanación y lo superamos a través de estos recuerdos, y nos enriquecemos a través de esta experiencia.

Y ahora escuchamos y ponemos atención al latido de la madre y vibramos con ella, en la misma sintonía, con amor profundo. Amor y vida son aquí lo mismo, este amor es vida. Y solo vivimos gracias a ese amor y sentimos cómo de pronto nuestro corazón se abre y amplía, se torna cálido; cómo rebosa de amor, de ese amor que proviene de mamá. 

Y ahora contemplamos a una pareja con ese amor. Con ese calor de corazón, con ese corazón abierto. Y permitimos que nuestro corazón vibre al unísono con el otro corazón. En la misma dirección de vida. Y vamos y salvamos esa calidad primaria, ese vibrar al unísono, primario. Lo llevamos hasta nuestro presente.


5. Separación temprana de la madre (México marzo 2009)

Meditación

Si nos encontramos con alguien que a temprana edad fue separado de su madre, por algún motivo u otro, y si sentimos que espera algo de nosotros, algo que solo lo puede dar la madre, por ejemplo, en una relación de pareja…

Cerrad los ojos.

Ustedes saben de su pareja, o de otro ser humano que está cerca. 

Saben que esta persona se siente separada de su madre y tal vez la rechaza o le hace reproches. Sabemos que al mismo tiempo ese ser humano vibra al unísono con su madre. ¿Cómo le podemos ayudar? ¿Ayudar con amor? 

Nos sintonizamos con el latido del corazón de su madre. En esa sintonización que él está esperando. Nosotros vibramos con el latido del corazón de su mamá. Con la calidez de su corazón y le dejamos sentir a él cómo vibramos en sintonía con su madre… pero sin decir palabra alguna; lo hacemos de forma secreta y nos alegramos por las sorpresas que de pronto se dan….y nos sorprenden. 

Porque entonces son tres los corazones que laten conjuntamente y tal vez hasta cuatro. 

Cuando interiormente seguía el ritual que habéis representado, tomé conciencia de cómo la historia de un pueblo se remonta a tiempos pasados y las raíces ocultas en la tierra se dispersan en una forma muy amplia y originan el gran árbol de todo México, y me siento más en casa ahora que antes.

6. En acorde con el latir de la vida, el latir del amor (México marzo 2009)

Cerrad los ojos. 

Vamos a nuestra alma.

A los movimientos de nuestra alma.

A los movimientos de nuestro cuerpo.

Y sentimos cómo la vida late tanto en nuestro corazón como en nuestra alma.

El latir de nuestra vida y el latir del amor.

Y de pronto percibimos cómo algo se encoge.

Cómo nuestro latir de corazón con amor, se detiene.

Por ejemplo al rechazar a alguien.

O si nos enfadamos con alguien.

O si le deseamos la muerte.

¿Qué sucede entonces con nuestro corazón?

¿Qué sucede en nuestro cuerpo?

¿Qué sucede en nuestra alma?

Y percibimos en la punta de nuestros dedos, cómo agarran otra cosa. Otra cosa que nos pertenece y que a su vez nos agarra a nosotros, para finalmente encontrar la calma.

Y nos sintonizamos con un movimiento de amor, hacia aquello que nos aguarda (pausa larga).

Ahora ¿cómo late nuestro corazón ahora? Pausa larga.

OK. 

¿Cuál es entonces el resultado?

MUCHOS CORAZONES Y UN SOLO LATIDO.

7. En sintonía con nuestra madre, la vida y Dios (México marzo 2009)

CERRAD LOS OJOS

La madre es la relación divina más grande para nosotros; no tiene la menor importancia cómo sea ella. Como madre es una revelación divina y nosotros nos quedamos frente a ella sin querer acercarnos más, solo con devoción.

Y la vida detrás de la madre. 

¿Cuál es su rostro?

Es el rostro de DIOS.

El rostro de la vida detrás de nuestra madre es el rostro de Dios.

Ambas, la vida y la madre, son de una grandeza inconmensurable. 

Y nosotros como criaturas, en sintonía con nuestra madre y con la vida, nos hacemos grandes, con una grandeza indoblegable en el AMOR.

En el amor grande…

OK.

¿Un secreto más de la grandeza?

8. Resucitar de los muertos y avanzar hacia la vida (México marzo 2009)

Meditación: 

Cerrad los ojos.

Vamos a nuestra familia. 

Nos exponemos a toda nuestra familia, tanto a la actual, a la que vive, como remontándonos a muchas generaciones antes.

Y mientras nos exponemos así a toda la familia, exponiéndonos e ella con AMOR… 

Tomamos de pronto consciencia con nuestro corazón. 

Percibimos quién de nuestra gran familia aún no puede estar muerto… 

Y entonces nos acercamos a esta persona y le cerramos los ojos con AMOR. 

Y cuando vemos que ha alcanzado la calma y finalmente puede estar muerto, nos ponemos de pie y nos giramos hacia la vida y hacia su grandeza y decimos: “AHORA ESTOY AQUÍ PRESENTE”.

¿Cómo presentes?

CONTENTOS PRESENTES!!!!!!!!!!

RESUCITANDO DE ENTRE LOS MUERTOS. 

OK …

9. Dejar los muertos a su destino e integrarnos al movimiento eterno de la vida (México marzo 2009)

Meditación.

Cerrad los ojos. 

Primero apartamos nuestra mirada de los muertos, de aquellos que nos están mirando, de los que esperan algo de nosotros y esto les impide vivir de otra manera ahora. 

Y luego lentamente nos dirigimos hacia ellos, pero en vez de enfrentarlos, los dejamos de lado y ellos ahora dirigen su mirada hacia otro lado, hacia allí, donde ellos realmente resucitarán. 

Y nos colocamos detrás de ellos mirando hacia donde está la vida ahora para ellos. 

Y cuanto más se dirijan ellos en esa dirección, tanto más se alivia nuestro corazón; y entonces nos giramos hacia nuestra propia vida y damos la espalda. 

Y miramos hacia delante sin saber hacia dónde nos llevará nuestro camino.

Y suavemente nos inclinamos hacia atrás. 

Entonces nos vivenciamos como impulsados por otro movimiento que va hacia delante. 

Somos integrados en un movimiento eterno.

10. Muertos muertos y vivos vivos (México marzo 2009)

Cerrad los ojos.

Se sintonizan.

¿Cómo se sienten ustedes, si realmente una vez pueden llegar a estar muertos, totalmente muertos? 

Sin ser recordados.

Sin que se les haga el duelo.

Totalmente olvidados.

Totalmente muertos.

¡Que riqueza! 

OK.

11. De la enfermedad a la salud (México marzo 2009)

Cerrad los ojos.

Ahora nos internamos a nuestra alma. Y sentimos el sentimiento religioso en que somos abarcados aquí ¿nos hace felices el sufrimiento o la enfermedad? 

Nos dejamos arrastrar por este movimiento hacia menos vida, menos salud. Sentimos este movimiento en nosotros. Miramos hacia el final de este movimiento, hacia una imagen de Dios, por ejemplo de Jesús en la cruz. Y sentimos compasión por él.

Y ahora comenzamos con nuestra conversión, desde la sombra a la luz, desde la enfermedad a la salud. De menos vida a una vida completa.

Y en ese movimiento contemplamos su final, con otra imagen de Dios, el Dios del amor, el amor total, del amor hacia todos tal como son, de la misma manera. Y a Él le decimos “Gracias”.

“Y ahora lo tomo todo de ti, en toda su plenitud. Yo regreso a tu hogar”.

Música.

12. la sanación: Incluir al excluido (México marzo 2009)

Meditación.

Cerrad los ojos.

Ahora vais a vuestro cuerpo. 

Y sienten donde algo se ha enfermado, donde algo está doliendo, donde algo ya no funciona completamente.

Y ahora colocamos a esta enfermedad o dolor frente a nosotros, a cierta distancia y miramos esta enfermedad o este dolor, con AMOR.

Pero sin mirar con atención, nuestros ojos se suavizan. 

Nosotros miramos alrededor de esta enfermedad y de este dolor.

Y percibimos mucho más de aquello que está detrás. Y esperamos. 

Luego, al cabo de un rato, aparecerá detrás de la enfermedad o del dolor un rostro.

Cuando este rostro aparece le decimos a esa persona “SÍ, te llevo en mi corazón, te regreso a casa”.

Y puede ser que esta persona titubee, tal vez su dolor es demasiado grande.

Pero nosotros ampliamos nuestro corazón, lo extendemos, hasta que esta persona que tal vez también sea una criatura, se atreva a acercarse. Extendemos los brazos hacia él o ella, y ahora lo llevamos y lo tomamos en nuestro corazón. 

Y la enfermedad y el dolor lo dejamos fuera.

OK.

13. La sanación: respectar el orden de la jerarquía (México marzo 2009)

Meditación.

Cerrad los ojos.

Vamos a nuestra familia de origen y contemplamos su orden.

Ahí se encuentran los padres.

Y juntos se colocan en el primer lugar, porque juntos comenzaron con este grupo.

¿Se sitúa uno de nuestros padres por encima del otro?

¿Cuál es su efecto?

¿Cómo se siente esto en nuestro corazón y en nuestra alma?

¿Le corresponde a alguno de ellos el primer lugar y al otro solo el segundo?

¿Uno de nuestros padres tiene más peso que el otro?

¿Respetamos a uno más que al otro?

Y ahora permitimos que ellos ocupen en nuestra alma el mismo puesto en el orden jerárquico.

Le permitimos a ese padre o madre que tuvo que mantenerse en la retaguardia que dé un paso adelante, junto al otro o la otra, situándose a la misma altura, con el mismo peso.

Y ahora contemplamos cómo ambos se miran a los ojos, así como de seguro lo hicieron cuando se conocieron y cuando se decidieron a formar una pareja para toda la vida, cuando se casaron.

Cada uno le dijo al otro: “SI”, de igual a igual.

Y nosotros ahora contemplamos a ambos, uno junto al otro, nos sentamos frente a ellos en el suelo y desde ahí los miramos, hacia arriba.

Y sentimos la benevolencia del orden, ellos allá arriba, nosotros nos mantenemos abajo.

Y luego nos imaginamos cómo vamos creciendo, cómo nos hacemos más grandes; y de pronto, igual de grandes que ellos, nos inclinamos ante ellos y decimos: “GRACIAS” . 

Y luego nos giramos, damos unos pasos hacia adelante, nos encontramos con una pareja y nos colocamos junto a él o ella, en el mismo nivel, le contemplamos a los ojos y le decimos “SI”.

Muchos siguieron, a su vez tienen hijos. 

Y se colocan junto a su pareja y juntos miran a sus hijos. 

Ellos grandes, los hijos pequeños.

¿Cómo se sienten los padres?

¿Cómo se sienten los hijos? OK.


14. Imagenes que lo unen todo en el amor: querida mamá (México marzo 2009)

Cerrad los ojos:

Ahora contemplad las imágenes que tenemos de mamá. 

¿Qué sentimientos acompañan estas imágenes?

¿Cuántas imágenes son?

¿Son más de tres?

¿Son más de cinco?

Y ¿qué le ocasionamos a mamá con estas imágenes?

¿Las balanceamos en nuestra mano como un gran bate para darle a ella?

¿Son imágenes asesinas, con un anhelo de muerte?

Y ¿qué efecto tienen entonces esas imágenes sobre nosotros?

¿También con este bate nos golpeamos a nosotros mismos?

¿A nuestras vidas?

Pausa.

Y ahora miramos a nuestra mamá, y la vemos envuelta en una luz brillante, una luz divina.

Amada por Dios, tal como es.

Determinada por él con amor a nosotros y ahora nos maravillamos frente a ella con devoción.

Pausa.

QUERIDA MAMÁ.

Pausa larga.

OK.

15. Si a todo (México marzo 2009)

Meditación.

Cerrad los ojos. 

Ahora nos vamos a nuestra alma y prestamos atención a donde haya un movimiento de sentirnos superiores a otro. Por ejemplo, cuando juzgamos y condenamos a alguien o cuando de forma muy sutil anhelamos que sea diferente de como es.

Y ahora me dirijo a él o ella y le digo: “Si”.

“Tú y yo, diferentes pero amados de la misma manera por esa Fuerza de la que recibimos la vida, de la misma forma”.

Y sentimos su efecto en nosotros.

Y ahora regresamos a nosotros mismos y también a nosotros mismos nos decimos: “Sí”.

Sí a nosotros y a como somos. A todo lo que está dentro de nosotros; a todo, sea lo que sea. 

También la llamada culpa, como si pudiera existir una cosa tal ante Dios. Porque toda culpa es ponerse por encima de Dios.

Y nos giramos a nuestro pasado, tal y como fue y le decimos: “Sí”, sí con amor.

Y tomamos este pasado en nuestro corazón, con amor.

Y a todas las personas con las que tuvimos una relación en el pasado, todos queridos por esa Fuerza, tal y como son y amados en la misma medida que nosotros.

OK.

16. Abundancia: Cuanto más das a la vida más recibes de ella (México marzo 2009)

Ahora cerrad los ojos.

Y ahora miramos a nuestra profesión o a nuestras profesiones.

¿En cuál sentimos el desafío de la vida?

¿Cuál de ellas nos lleva de manera que nos encontremos con un profundo servicio a la vida? 

Y ahora constelamos nosotros mismos. 

Constelamos si tal vez en nuestra profesión nos desviamos, de una forma u otra, de la vida, del servicio a la vida.

Y ahora nos inclinamos y sentimos de qué manera podemos servir más a la vida, más completamente, más profesionalmente. 

Cuando lo veamos y cuando lo podamos asentir, ¿como reacción nuestra profesión? 

¿Y cómo reacciona nuestro cuerpo?

¿Qué sucede con nuestra fuerza?

¿Y qué con nuestro gozo?

OK.

17. Libres de las penas de los demás y de los padres para caminar hacia nuestro futuro (México marzo 2009)

Cerrad los ojos.

Se sintonizan con su alma. 

Regresan a la infancia.

¿Hubo una situación en la que quisieron morir por alguien?

¿Quisieron cargar con la pena de otro?

¿Quisieron asumir el duelo de otro?

Y ahora se retiran. 

Se retiran como pequeños.

Solo permanecen ahí como una criatura.

Y los padres se mantienen como los grandes.

Y ellos se miran.

Ellos se dicen: “SI”.

Ellos se dicen mutuamente: “NOSOTROS LO CARGAMOS CON AMOR”.

Y de pronto nos sentimos libres. 

Y nos giramos y miramos a nuestro futuro.

Amamos ahora como hombre y como mujer.

OK.


18. Dejar que la pareja sea tal como es (México marzo 2009)

Cerrad los ojos.

Ahora vamos a nuestra relación de pareja.

Y sentimos lo que ocasionamos en nuestra pareja con nuestra buena conciencia.

Cómo a través de esta buena conciencia nos sentimos mejores. 

Y en ese preciso instante abandonamos el asentimiento de la pareja tal como es.

Ahora miramos cómo podemos servir al amor entre nosotros dos a través de la renuncia a la buena conciencia.

Y sentimos en nosotros cómo nos encontramos si la pareja renuncia a su buena conciencia por amor a nosotros.

¿Y cuál es la frase clave?

¿Cuál es el movimiento que condensa esta renuncia a la buena conciencia?

Es una frase de sabiduría y dice: “DÉJALO SER”.


19. MEDITACIÓN: El trabajo (Buenos Aires, Argentina. 1 y 2 de septiembre 2007)

Hellinger: Cerrad los ojos, miren a la vida de ustedes y a los trabajos que en la vida ya tuvieron, muchos tipos de trabajos. Fáciles y difíciles y cada trabajo les regaló algo especial; con todo trabajo hemos crecido.

Ahora miramos a cada unos de nuestros trabajos, uno tras otro y les decimos “gracias, tomo lo que tú me has dado y transmitido; lo que tú me has dado es una plenitud; ustedes, mis muchos trabajos, me han hecho rico, vivo, capaz de hacer muchas cosas, en especial capaz para amar”. 


20. Hacia un movimiento de amor. “Yo estoy al servicio”. (Buenos Aires, Argentina. 1y2 de septiembre 2007)

Cierra los ojos. Ponte cómodo. 

Y ahora mira más allá de esa situación, lo que sea que haya sucedido, más allá de aquellos que quizá fueron dañados, y miras a lo lejos, hacia algo más grande, a una luz lejana y dices: no puedo más… 

Y esperas hasta que algo se mueva, como por sí solo en ti y en los demás… y repentinamente notas en ti y en los otros un movimiento de amor…

Un movimiento de asentimiento a todo tal como es y a todo tal como fue…

Y a esa fuerza le dices… 

Por favor… Tómame a tu servicio. “Estoy al servicio“.

21. buenos y malos el sol brilla para todos (Paris, 2 y 3 de febrero 2007)

Ejercicio:

Con los que son los buenos y los malos para ti, haz brillar el sol para todos, haz llover para todos. 

¿Qué ocurre en ti?

El amor, ¿qué es?

22. Liberar al otro de nuestra culpa hacia él (Paris, 2 y 3 de febrero 2007)

Cuando nos sentimos culpables con alguien y queremos repararlo de verdad ¿el otro está mejor? 

¿Qué ejercicio interno se debe hacer?

Ponerse al lado, a distancia de la persona, mirando en la misma dirección, mucho tiempo, hasta que el otro se mueva. Y nosotros nos quedamos atrás. 

El otro se libera de nosotros.

23. Benevolencia por el paciente y por su familia (Jornadas didácticas. Las dimensiones de la ayuda 4-5 de julio de 2006, en Buenos Aires)

Cerrad los ojos.

Visualicen este tipo de clientes. 

No importa su conducta. 

¿Qué ocurre en el alma de ustedes? Tienen quizá algo en contra de este cliente. Interpretan quizá su conducta como una forma de ser despreciable. 

¿Realmente tenemos la sensación de desearle todo lo mejor?, ¿de tener benevolencia hacia él? 

Y ¿sentimos la misma benevolencia hacia sus padres, su familia, su pareja, sus hijos? 

Repentinamente sentimos que algo en nosotros cambia por la benevolencia. La benevolencia hacia todos como son, a cada uno tal como es, por igual hacia todos, sin diferenciaciones. Entonces estamos en el movimiento del espíritu. Y luego el espíritu se hace cargo de guiar con benevolencia a todos y une a todos a su manera, más allá de lo que nosotros podemos imaginar.

24. Meditación: tomar al padre y a la madre así como nos son ofrecidos

(Cómo lograr el amor y la vida juntos. Conferencia en Zurich- Marzo 2006). 

A veces decimos MI madre, MI padre. 

¿Será que nos pertenecen el uno y el otro? 

¿O será que nos son brindados ambos? 

¿De parte de quién? 

De parte de Dios, sea cual sea la realidad que percibimos detrás de esta palabra. La vida surge de un movimiento de creación que impulsa todo lo que se mueve y lo mantiene en movimiento. Todo. Nada puede ser sustraído a ello. Este movimiento está dedicado a todo lo que él impulsa y de la mejor manera. Ningún otro movimiento puede oponerse a él. Cada uno de nosotros tal como es y nuestros padres tal como son, nos vemos movidos por este movimiento de creación y ellos nos son brindados por él también.

Ahora, imaginemos: 

Hace poco hice este ejercicio para mí. 

Ofrezco este movimiento a mi madre. 

Ofrezco este movimiento a mi padre. 

Ofrezco este movimiento a mis antepasados. 

¿Qué percibo entonces cuando miro a mi madre y a mi padre? Los percibo en armonía con este movimiento y percibo también que ellos me son dados por este movimiento, tal como son.

Si ahora digo gracias a mi madre y a mi padre, ¿a quién se dirige este "gracias"? Se dirige hacia mucho más allá de ellos. Con este gracias me lleno de reverencia. De repente se me hace muy claro lo que me ha venido de mis padres, todo lo que me ha venido de ellos me es ofrecido por este movimiento. Cuando lo tomo así, me encuentro yo mismo en armonía con este movimiento. Entonces puedo consentirlo tal como me mueve y tal como soy. Entonces nada se interpone en el camino del tomar, nada más.

Ahora, abramos nuestro corazón al máximo, abramos los brazos y digamos a nuestros padres y a esta fuerza grande "Sí, lo tomo todo con gratitud. Todo".


25. Meditación: acoger lo difícil. (Cómo lograr el amor y la vida juntos

Conferencia en Zürich - Marzo 2006)

Cerremos otra vez los ojos. Nos trasladamos a nuestra infancia y miramos hacia todo lo que fue difícil. Miramos lo que fue doloroso, lo que nos causó angustia o rabia o desesperación. Y le decimos a esto: "Sí, me perteneces. Ahora te doy un lugar en mi corazón. Gracias a ti he crecido. Si aún falta algo, lo recupero ahora. Te tomo con amor. Te tomo de mi madre con amor. Te tomo de mi padre con amor. Todo lo que fue lo tengo ahora en mi corazón y siento su fuerza".

Esta es la segunda palabra a nuestros padres. Después del gracias, el Sí. Es también la segunda palabra a esta fuerza que lo mueve todo. Sí, a todo lo que ya ha movido. Sí, a todo lo que ya fue y que ahora se me ofrece.


26. Familia, excluidos, enfermedades Os tomo en mi corazón. (El amor que enferma, el amor que sana – 2, Bert Hellinger, 6-7 de mayo de 2006

(El amor que enferma, el amor que sana – 2, Bert Hellinger, 6-7 de mayo de 2006, Ecole Hellinger, París).

Visualización.

Cierra los ojos.

Aquí están todos. Los vemos a todos. A toda nuestra familia.

Y les decimos: “os tomo en mi corazón”.

Ponemos a los excluidos también y les decimos: “os tomo en mi corazón”.

Ahora pongo a mi lado las enfermedades y penas mías, me giro hacia ellas y les digo: “os tomo en mi corazón”.

Miro a la familia y les digo: “por favor, tomarlos en vuestro corazón”.

27. A todo/todos: os quiero, os tomo en mi corazón.

(El amor que enferma, el amor que sana – 2, 6-7 de mayo de 2006, Ecole Hellinger, París, intervención de Marie Sophie Hellinger)

Espira y olvida todo lo que pensabas. 

Deja el soplo, el aliento, que espires hasta los pies. 

Y observa tu respiración en tu cuerpo. 

Recibe un soplo nuevo enriquecido por todos los que están aquí, inspira lo que espiran, ellos inspiran lo que tú espiras.

Nadie se puede excluir, estamos todos vinculados.

Imagina ahora que vas a inspirar lo que necesitas para ayudar a tu cuerpo y corazón. 

Confía en que la información que te falta te llegará. 

Y al espirar, los bloqueos salen de tu cuerpo, hazlo hasta que dejes las tensiones.

Imagina a la vez que estás en la confianza, que va a venir hacia ti lo que tú necesitas e imaginas que te haces uno con nosotros.

Toma en tus brazos a todos, siente cómo los tomas a todos.

Y mira si puedes decir a cada uno “te amo” y tomarlos en tu corazón. 

Soy un ser humano como tú.

Y ahora miras más allá de aquí, miras a tu familia, detrás de aquí. 

Abre los brazos: os quiero, soy una parte de vosotros. 

Y ahora tómalos a todos en tu corazón. 

Soy vosotros y siempre lo seré.

Mira más allá de tu familia, hacia el misterio secreto del Ser y di Sí. 

Y espera para decirlo hasta que sea justo, veraz. 

Y lo acojo tal como es para mí. 

Asiento, quiero a ese ser, y quiero a mi ser.

Y ahora mirando delante ves a tus enfermedades / enemigos / adversario y todos tus obstáculos, todo lo que se pone en medio del camino.

Cuando los veas a todos me lo dices.

Vosotros sois mis verdaderos amigos y los que me haréis crecer, sois mi apoyo, mi sostén, los que me haréis crecer. 

Sois mis maestros. 

Os tomo a todos en mi corazón.

Mira ahora cómo tu amor fluye, mirando más allá de todos. 

Todos los obstáculos son embajadores de Dios, maestros enviados por Dios. 

Os quiero y os tomo como un gran regalo. 

Dame la gracia de poder ponerle en obra y que consiga mirar hacia los fundamentos de mi ser.

Solo tenemos problemas porque miramos con vista corta, porque no sabemos mirar más allá y estar a otro nivel que viene de otro mundo, no material.

Qué pequeño es contra lo que luchamos.

Qué grande es lo que va con nosotros.

Imagina que es la guerra, y nadie va, porque nadie ve adversarios.

Acoge el sentimiento que estarás siempre apoyada; sola y apoyada.

28. Un ejercicio para los que siempre tienen prisa, (El amor que enferma, el amor que sana – 2, Bert Hellinger, 6-7 de mayo de 2006, Ecole Hellinger, París)

Tienen prisa por seguir a alguien en la muerte.

Mira a tu padre, a tu madre y a Dios.

Di: “Lo tengo todo”.

En tu alma di a alguien “por favor quédate”.

Di a otra persona “yo me quedo, con amor”.

Lo que se puede ver en las Constelaciones Familiares Espirituales es que hay muy pocas cosas importantes: lo esencial es algo muy sencillo.

El tiempo tiene prisa, pero nosotros no.

29. La felicidad de cada uno. (Los órdenes del amor en la vida cotidiana. Extractos, Agosto 2005).

Ejercicio.

Cerrad los ojos y delante de vosotros ponéis todo lo que os hace felices y a todas las personas que os han hecho felices y a las que te causaron alegría. Ahora miráis a cada uno de ellos.

Al mismo tiempo, podemos imaginarnos qué es lo que hace feliz a otra persona, por ejemplo que la liberemos, que liberemos las exigencias que tenemos hacia ella, que liberemos nuestras preocupaciones por ella.

30. Meditación: nuestra frase. (La Constelación del Espíritu en una frase

Ahora haremos una meditación. Cerrad los ojos. Vamos hacia nuestra familia y hacia todos los que pertenecen a ella, nos colocamos en nuestro sitio, nuestro sitio propio. Ahí nos quedamos. Sentimos el vínculo hacia los demás y sentimos cómo los destinos de esta familia esperan algo de nosotros. Esperan algo que permita que todo encuentre la paz.

Mientras nos entregamos a todos y también al destino, quedando en nuestro lugar, esperamos hasta poder decir a todos algo: una frase, nuestra frase. No solo decimos nuestra frase sino que la frase nos envuelve a todos. No somos nosotros quienes les dicen la frase sino que la frase, que nos es regalada, nos corresponde también. Porque nos corresponde y porque podemos decirle “sí”, están todos aliviados. Esta frase nos une a todos en lo más profundo.

Después de un rato: Bueno, tal vez han encontrado su frase. Les doy un ejemplo de lo que puede ser: alguien dice, mirando a todos “aquí me quedo”.

31. Unido, separado y distinto de la madre. (El amor que nos hace enfermar, el amor que sana – 1, Bert Hellinger en París, 3-4-5-X- 2005)

Ejercicio

Mira a tu madre, a su lado, tu padre, están juntos y miras primero a la madre.

Te acuerdas quizás de este vínculo con tu madre.

Un recuerdo muy profundo.

Cuando estabas en su seno.

Cuando eras uno con ella.

Sus emociones eran tus emociones.

Sus miedos eran tus miedos.

Sus alegrías eran tus alegrías.

Su amor era tu amor.

Su dolor era tu dolor.

Eras uno con ella.

Esa felicidad no podía durar, hacía falta vivir la separación, nuestra experiencia fundamental, de felicidad y desdicha.

Y descubrimos un nuevo modo de ser uno, a la vez unido y separado, a la vez vinculado y distinto, ahora enfrente de ella. 

Y sentimos esa felicidad, con su mirada.

Y ahora vamos creciendo muy despacio.

Cada vez un poco más lejos, unidos por la mirada y separados.

Cada vez que perdemos el vínculo mientras seguimos creciendo volvemos a esa unión de antes de la separación y luego a ese otro momento cuando aprendimos la separación y el amor.

Y cuando nos sentimos otra vez totalmente vinculados seguimos creciendo.

Muy despacio,

muy despacio.

32. La vida colmada. (El amor que nos hace enfermar, el amor que sana – 1, Bert Hellinger en París, 3-4-5-X- 2005)

Recuerdas cómo de niño estabas totalmente en el presente. Recuerda, de niño, lo que miras te llena y no piensas en nada más.

Tus descubrimientos, estás en ellos, eres ello, lleno de lo que estás descubriendo. 

Tus deseos, estás totalmente en ellos.

Tu movimiento, eres uno con él, te colma, cuando andas, corres, nadas...

Tus ganas, todo lo que vives, miras, sientes, hace uno contigo, no cabe otra cosa, todo te colma, estás totalmente presente. Eso es la vida colmada.

Y ese niño totalmente presente lo integras a tu presente.

Eso es la vida colmada, la plenitud.

33. Visualización para niños prematuros. (El amor que nos hace enfermar, el amor que sana – , Bert Hellinger en París, 3-4-5-X- 2005)

Imagina que tomamos tu camino de vida, pasando de nuevo por la incubadora.

Cada vez que hay algo duro haces un alto.

Estás en la incubadora.

Haces un alto: 

Te sientes mantenido por tu madre, cogido y sostenido por ella. Siente la incubadora, a la vez sientes que eres sostenido por tu madre y tu padre con amor.

Mucha gente te miró entonces con amor, cuidaron de ti, y sobreviviste.

Sigues tu camino, muy despacito, mes a mes, año tras año.

Cuando algo no va, haces un alto para sentirte sostenido por tu madre y quédate con ella hasta sentirte bien de nuevo.

El parto es el primer movimiento interrumpido.

Para restablecer el contacto perdido con los padres se puede rehacer el nacimiento, o terapia primal, o terapia de contención; luego decir las frases de la oración al amanecer de la vida y luego hacerle andar por su camino de vida.


34. Ejercicio individual: Gracias. (El amor adulto en la pareja, Bert Hellinger en el Congreso de Neuchatel, 3-4 de junio 2005)

Vuelve al pasado, vuelve a las relaciones anteriores, ve sus resultados, a los hijos. Mira estas antiguas parejas en el contexto de lo que hubo de grande y diles gracias. 

Ve todo el pasado, todo lo grande y dile gracias. 

Di a tu anterior pareja: lo tomo todo en mi corazón, con amor. Y lo guardo, lo conservo con amor.

35. Integrar a las personas excluidas y los acontecimientos

Systemic Solutions Bulletin Issue 5, Diciembre 2004

Aquí tienes un ejercicio:

Ahora cierra los ojos. Entra en tu cuerpo y siente si hay algo que requiera tu atención, algo que podría sentirse excluido y algo que podría sentirse no integrado en el alma. Podría ser una enfermedad o una dolencia o una dificultad, lo que sea.

Entonces, vas hacia ese algo y lo miras como si fuera una persona. Observas en qué dirección está mirando esta persona y te vuelves hacia la misma dirección. Esperas y miras sencillamente; miras con curiosidad diciéndote a ti mismo: “Ahora quiero conocerte, ahora quiero respetarte, ahora quiero enseñarte mi amor.”

Entonces, tu enfermedad o tu dificultad o tu dolor se podrá acercar a una persona y venir hacia ti con ella. Tienes que permanecer pequeño. Es muy importante. En frente de esta otra persona, permaneces pequeño. Cuando la miras, dices, “Por favor.”

Luego puedes mirar algunos acontecimientos de tu vida, quizá acontecimientos que dolieron, o acontecimientos en los que te enfadaste con alguien o con algo. Debes mirar también los acontecimientos en los que sentiste culpa y la cosas que no quieres mirar o admitir. Deberías mirarlos como podrías mirar a una persona; abres tu corazón a cada uno de esos acontecimientos y dices, “Sí, asiento a esto tal como fue, y asiento a las consecuencias. Asiento al regalo, a la fuerza que vino de este acontecimiento. De ahora en adelante estaré en paz contigo.”

36. Confia tu sanación a tu alma. (Extracto de “Con la mirada hacia el futuro” Oaxaca – 2003)

Ejercicio.

Cerrad ahora los ojos y miraos, fijaos en vuestras propias enfermedades y sufrimientos y miradlos con los ojos del alma, y confiad la sanación y los cambios a vuestra propia alma. Decidle a vuestra alma: "por favor". Y luego esperad con confianza.

¿Qué sucede en el alma ahora? Si cuando os fijáis en vuestras enfermedades y sufrimientos y, mientras los veis, pensáis que hay un doctor famoso y decidís en vuestra cabeza: debo ir a verlo lo más pronto posible. ¿Qué sucede en vuestra alma? ¿Qué sucede con vuestras enfermedades? ¿Se sienten respetadas? ¿Vuestra alma soportará ese movimiento?

37. Extracto de “Con la mirada hacia el futuro” Oaxaca – 2003

Ejercicio adicional:

Cerrad de nuevo los ojos.

“Entrad en vuestro cuerpo y sentid dónde hay algo que requiera vuestra atención. Algo que podría sentirse excluido y algo que podríais sentir no integrado en vuestra alma. Puede ser una enfermedad o un dolor o una discapacidad. Lo que sea. Y váis con cada uno y lo observáis como si fuera una persona.

Observáis en qué dirección mira esta persona y también miráis en la misma dirección y esperáis y observáis. Podéis mirar con curiosidad y decir: ahora quiero conocerte, ahora quiero honrarte, ahora quiero mostrarte mi amor. Entonces, vuestra enfermedad o discapacidad o sufrimiento podría caminar hasta esa persona y llevar a esa persona hasta vosotros.

Y permanecéis pequeños frente a esa persona, esto es muy importante. Miráis a esa persona y le decís: "por favor".

Entonces podéis mirar ciertos acontecimientos de vuestra vida que tal vez os lastimaron o en los que os enfadásteis con alguien o con algo y veis acontecimientos en los que érais culpables y no queréis mirar o aceptar, y los miráis como miraríais a una persona y abrís vuestro corazón para cada uno de ellos y decís: sí, ahora asiento a ello tal como fue y asiento a las consecuencias y asiento al regalo, a la fuerza que vino de este evento, ahora estaré contigo en paz.

38. SI, asiento a todo, gracias. (Extracto de “Con la mirada hacia el futuro” Oaxaca – 2003)

Ejercicio.

Cerráis los ojos y pasáis por todos los miembros de vuestra familia empezando por vuestro padre y vuestra madre, hermanos y hermanas, abuelos etc... Y miráis a cada uno y decís: sí. Y les hacéis una reverencia y decís: sí.

Y ahora podéis volveros hacia vuestro compañero/a, hacia todos/as con los que habéis tenido una relación íntima y decís: sí. Y decís: gracias. 

Ahora podéis mirar a vuestros hijos y nietos tal vez y decís a cada uno: sí.

Ahora podéis mirar a vuestros enemigos, los que os han lastimado, tratado injustamente y les decís a cada uno: sí, soy tu hermano, soy tu hermana, somos iguales. Y les decís a cada uno: gracias.

Y ahora os volvéis hacia vuestra propia vida, vuestra propia historia y miráis lo que ha sucedido y le decís a todos los acontecimientos: sí, ahora asiento a todo y os lo agradezco, crecí porque esto sucedió.

Os volvéis hacia vuestra culpa y decís: sí, asiento y asiento a las consecuencias. Y decís: gracias, me volví humano como los demás gracias a esta culpa.

La paz empieza en nuestros propios corazones y cuando estamos en paz en nuestro corazón con nosotros mismos, con nuestras familias, podemos servir también a la paz en otras situaciones.

39. Por la paz. (Extracto de “Con la mirada hacia el futuro” Oaxaca – 2003)

Ejercicio.

Cerrad los ojos.

De cualquier grupo que vengáis, de cualquier nación o de grupos más específicos que están en conflicto con otros. Ahora vais a la realidad de los muertos y miráis a los muertos de vuestro grupo, a las víctimas de vuestro grupo y a los muertos del otro grupo, a los muertos de este grupo, a los asesinos de vuestro grupo, a los asesinos del otro grupo y esperáis, solo esperáis.

Y les decís a las víctimas de vuestro grupo y también a las del otro: por favor. 

Y les decís a los asesinos de vuestro grupo y a los asesinos del otro: por favor. 

Y esperáis.

Y miráis más allá de los muertos de vuestro grupo, víctimas y asesinos por igual, y más allá de los muertos del otro grupo, víctimas y asesinos por igual, hasta una fuerza última. Una fuerza que asintió a lo que había sucedido, que quería lo que había sucedido, por quien los asesinos y las víctimas de ambos grupos son usados para propósitos que no entendemos. Y decís: por favor. 

Y podéis escuchar a los muertos de vuestro grupo, asesinos y víctimas por igual, y a los muertos del otro grupo, víctimas y asesinos por igual. Y tal vez os dirán: por favor. 

Y tal vez les contestáis: sí, ahora puede terminarse.

Y entonces, con profundo respeto por todos y delante de esta fuerza última, os retiráis lentamente y les dais la espalda. Y ahora sabéis que seguirá la paz.

40. El sentido profundo de la palabra AMOR. (Extracto de “Con la mirada hacia el futuro” Oaxaca – 2003)

Ejercicio

Cerrad los ojos. 

Hace unos años, cuando estuve en Israel dando un taller, un amigo israelí me llevó a mí y a otros al mar de Galilea. Estábamos caminando por la orilla del lago y llegamos a un lugar donde, según la tradición, Jesús se apareció a sus discípulos después de su resurrección. Allí compartieron alimentos y hubo una hermosa conversación entre Jesús y Pedro. 

Jesús le preguntó: ¿me amas? Y Pedro dijo: sí. 

Y luego le preguntó de nuevo: ¿me amas? Y contestó: sí. 

Y Jesús le preguntó una tercera vez: ¿me amas? Entonces Pedro se puso muy triste y dijo: Señor, tú sabes todo, también sabes que te amo. Y nuestro grupo sintió una paz muy especial en ese lugar. Fue una experiencia maravillosa para nosotros. 

Y muy cerca de ese lugar estaba la montaña de las beatitudes donde Jesús había hablado sobre la paz: “bendecidos son aquellos que traen la paz”.

Y luego explicó qué significa amar de tal manera, qué significa que alcancemos la paz y dijo: “mi señor del cielo permite que su sol brille sobre las personas buenas y sobre las malas, sobre ambas por igual. Y permite que caiga su lluvia sobre los justos y los injustos”. Y también dijo: “amad a vuestros enemigos”.

Cuando volvíamos en el coche, me expuse a estas palabras y quería sentir en mi corazón lo que en realidad significaban. Si yo oigo: “ama a tus enemigos”, me siento cerrado. Es una orden. Si lo escucho como una orden, se me angosta el alma. 

Y luego recordé la otra palabra y pensé ¿cuál es el movimiento del alma si permitimos que estas palabras nos penetren?, ¿qué significa amor en realidad? Significa que amo a todos como iguales ante algo más grande y, ante esta fuerza superior y misterio último, somos uno. Eso es el amor. Y la humildad es lo mismo, y si dejamos que penetre en nuestras almas, estamos al servicio de la paz.

41. ¿Dónde se inicia la paz? Te necesito.

(¿Por qué nos duelen nuestros ancestros? Las Constelaciones Familiares o el contacto de alma a alma. Encuentro con Bert Hellinger)

Ejercicio.

¿Dónde se inicia la paz contigo? 

Cierra los ojos y mira a tu padre y luego a tu esposo y a otros hombres con respeto y les dices: te necesito.

42. Los movimientos del alma. Lo esencial: La fuerza fluye a través de todos nuestros ancestros. (Los movimientos del alma, Buenos Aires abril 2001)

Ejercicio.

En este contexto, haré un ejercicio con vosotros acerca de los movimientos del alma, para que quizá podáis distinguir esa precisión en vuestra propia alma.

Podéis cerrar los ojos y os imagináis que estáis delante de vuestros padres... están a alguna distancia el uno al lado del otro... y detrás de vuestros padres, están sus padres... y detrás de éstos, otra vez, sus padres... y después los padres de éstos... Una larga fila. Y así estáis delante de vuestros padres, y detrás de ellos veis a todos sus antepasados... y, lejos, lejos, detrás de todos... intuís una fuerza misteriosa, de la que no sabemos nada, pero que reconocemos por sus efectos... Y de tan lejos, nos fluye la vida... a través de todas esas generaciones, hasta los padres, y de los padres hacia vosotros. Y esa vida que viene de muy lejos es absolutamente pura, sin ninguna perturbación... fluye a través de todos, sin disminuir, siempre sigue siendo la misma... y así esta vida fluye a través de vuestros padres hacia vosotros... Y después os inclináis profundamente ante los padres... ante sus padres... ante sus padres... más allá, lejos, de todas esas generaciones y también del misterio del que esta vida proviene... Ahora, ¿tiene alguna importancia saber cómo eran esos padres? Sean como sean, a través de todos ellos, la vida fluye pura y plenamente... Y ahora podéis abrir el corazón de par en par, recibir esa vida en vosotros. Os dais la vuelta, os apoyáis de espaldas contra los padres, y miráis hacia delante... hacia vuestros hijos, los nietos y las demás generaciones que aún vendrán... Vosotros estáis en medio de ese gran río y todos, a través de los que esta vida fluye, son iguales. Igual de grandes, igual de pequeños, igual de buenos... todos no son más que hombres... 

(Tres minutos de silencio).

Creo que no habría una forma más bella de terminar esta conferencia.

Os deseo todo lo mejor y la plenitud de la vida.

43. Ejercicio tras el 11 S. (www.hellinger.com)

Tal vez puedo relatar un ejercicio meditativo que propuse a un grupo en Estocolmo en el momento en que, en Europa, la gente recordaba con unos instantes de silencio a las víctimas del 11 de septiembre.

Les pedí que cerraran los ojos y les propuse lo siguiente:

” Imaginad que vais conmigo al reino de los muertos.

-Allí miramos a estos muertos, tanto a las víctimas como a sus asesinos, a ambos.

- Están tumbados juntos, se miran mutuamente y se ven de persona a persona.

- Las víctimas miran a sus asesinos y los asesinos a sus víctimas hasta reconocer que también los otros son gente como ellos.

- Los asesinos abren su corazón para las víctimas y las víctimas abren el suyo para los asesinos.

- Luego se giran todos hacia el horizonte y se inclinan frente a algo mayor que ahí se vislumbra pero sin embargo permanece oculto. 

-Toman consciencia de que se encuentran en manos de fuerzas que les sobrepasan. 

- Ambos reconocen que están atados a algo mucho mayor a lo que están entregados, más allá de sus intenciones, miedos, esperanzas o proyectos.

- Nos podemos imaginar que también los familiares de las víctimas y de los perpetradores miran hacia este horizonte, que se inclinan ante el secreto que recela y que se entregan a ello.

- Y que nosotros, junto a ellos, nos inclinamos a la par, ante el secreto.

Al abandonarnos a este algo mayor hasta sentirnos en sintonía con ello, podemos con más facilidad dejar atrás las ideas de venganza para dedicarnos a pensamientos de paz."